¡°La ficci¨®n puede acercarse mucho m¨¢s a la realidad que un documental¡±
Casi un a?o despu¨¦s de ganar la Concha de Oro en San Sebasti¨¢n, el filme island¨¦s 'Sparrows' se estrena en las salas espa?olas
"?Qu¨¦ pasa muchas veces en el cine?", reflexiona el director island¨¦s R¨²nar R¨²narsson?(Reikiavik, 1977). Desde su punto de vista, la mayor¨ªa de las pel¨ªculas son historias inici¨¢ticas. "El personaje principal se encuentra con dificultades, va creciendo a medida que avanza la trama, y al final, se ha transformado en otro ser humano". Tom¨® ese camino en su primer filme, Volcano (2011), desde la perspectiva de un anciano de 67 a?os que debe reencontrarse consigo mismo a la vez que se enfrenta a los sinsabores de la vejez.?En su segundo largometraje el trasfondo de la historia es la misma. Salvando las distancias, eso s¨ª, entre las edades de los protagonistas: en Sparrows la trama gira en torno a un joven de 15 a?os. Este sensible y bello relato fue hace ya casi un a?o merecedor de la Concha de Oro en la edici¨®n de 2015 del festival de San Sebasti¨¢n. El premio, bromea el director, no lo ha convertido en un hombre rico, pero s¨ª que le ha facilitado la posibilidad de sacar adelante su siguiente pel¨ªcula. "Eso para m¨ª es lo m¨¢s importante", asegura. Con la estatuilla debajo del brazo y confiando en la universalidad de la historia que narra, estrena este viernes el largometraje en las salas espa?olas.
R¨²narsson retoma en Sparrows la encrucijada vital que supone la transici¨®n de la adolescencia a la edad adulta en la vida de todo ser humano, un tema en el que ya ahondado en el pasado en cortometrajes como Two birds (2008) o Anna (2009). "Es algo con lo que nos podemos sentir identificado todos". En el filme, el camino a la adultez lo emprende el joven Ari (Atli Oskar Fjalarsson). Desde el divorcio de sus padres siendo un ni?o, el muchacho hab¨ªa vivido con su madre en Reikiavik. Su vida se desmorona cuando tiene que volver a la remota regi¨®n de los fiordos occidentales islandeses para vivir con su padre, Gunnar. Un ambiente desesperanzador en el que tendr¨¢ que lidiar con una tormentosa relaci¨®n con su progenitor, volver a encajar con los que una vez fueron los amigos de su infancia, y descubrir los altibajos del primer amor.
"Escribo mis guiones basados en mis experiencias personales y las vivencias de las personas allegadas a m¨ª. Y luego hay elementos ficticios que se juntan para unirlo todo, pero los creo yo", reconoce el director. No obstante, elude desvelar qu¨¦ reflejo de s¨ª mismo son los que muestra en su trabajo. " A lo mejor ese es uno de los motivos por los que no dirijo documentales, porque en ellos la gente presupone que lo que ve en pantalla tiene que ser la verdad, pero es una verdad construida. A veces la ficci¨®n puede acercarse mucho m¨¢s a la realidad que un documental".
El cine island¨¦s, un joven que crece
"El pa¨ªs es joven y tambi¨¦n lo es el cine island¨¦s", sostiene Run¨¢rsson. "Tenemos la tercera generaci¨®n de cineastas que va emergiendo, y lo interesante es que somos todos muy buenos amigos y que nos ayudamos mutuamente. Nos damos mucha fuerza".
Islandia, un pa¨ªs de 300.000 habitantes, ha dependido siempre de las coproducciones con otros pa¨ªses, pero en los ¨²ltimos a?os los ¨¦xitos de su cine, explica el director, les ha otorgado la posibilidad de presentar historias m¨¢s locales. "Nuestra generaci¨®n tiene en com¨²n que est¨¢ creando pel¨ªculas muy personales contadas de manera muy personal. B¨¢sicamente cine de autor. Adem¨¢s, van de la mano con Islandia". No obstante, creee que aunque sean pel¨ªculas aferradas a la identidad del pa¨ªs, no est¨¢n limitadas a la sociedad a la que transcurre la historia. "Hay elementos comunes que son v¨¢lidos en cualquier sociedad. Espero que Sparrows pueda reflejar algo tambi¨¦n de la sociedad espa?ola".
Asimismo, el cineasta se empe?a en que su filmograf¨ªa tambi¨¦n sea un fiel reflejo de su forma de ver el s¨¦ptimo arte. Cuida al extremo la est¨¦tica, la fotograf¨ªa, los paisajes, los silencios. Antes de rodar dedica cuatro meses a la preproducci¨®n, cuando lo normal en la industria, relata, es que esta fase dure dos semanas, por eso se define como "freak de la preparaci¨®n". Tal empe?o le viene desde la escuela de cine, donde aprendi¨® que hay elementos que son m¨¢s significativos que las palabras mismas. "Intentamos captar las met¨¢foras de la secuencia para que todo lo que haya en cuadro represente algo. Desde luego no espero que el p¨²blico las perciba todas, pero s¨ª creo que el espectador las puede intuir".
Tanto llama la atenci¨®n su t¨¦cnica narrativa que se ha inventado un t¨¦rmino propio para definirla: realismo po¨¦tico. "Exploramos las escalas de grises de la vida. Hay flashes de luz y sombras en nuestras historias. Pero todo lo que hay en medio, eso es lo que realmente representa la vida, ah¨ª es donde nos movemos". Si tiene que posicionarse en alg¨²n punto, se coloca en la mitad de dos polos. "Hay un t¨®pico que dice que las pel¨ªculas estadounidenses son muy sentimentales y que las europeas toman distancia para observar las cosas". Lo m¨¢s importante, reitera, "es que el p¨²blico sienta y acompa?e a los personajes".
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