Cierra Fabric, r¨¦quiem por la noche de Londres
La clausura del m¨ªtico club, tras dos muertes atribuidas a las drogas, simboliza los aprietos de una escena de baile que el nuevo alcalde quiere revitalizar
Fabric, el templo londinense de la m¨²sica electr¨®nica m¨¢s importante del siglo XXI, ya es historia. La retirada definitiva de la licencia del local, despu¨¦s de las muertes este verano de dos j¨®venes relacionadas con el consumo de drogas, supone mucho m¨¢s que el cierre de un local que introdujo a una generaci¨®n en los subterr¨¢neos mundos de la m¨²sica de baile. En la decisi¨®n tomada esta ma?ana por el distrito de Islington, en el norte de la ciudad, muchos ven un s¨ªmbolo de la decadencia de la noche londinense, ahogada por la exigente normativa y la feroz especulaci¨®n inmobiliaria, justo cuando el nuevo equipo municipal trata de reivindicar su importancia econ¨®mica y cultural.
El cierre provisional hace tres semanas de la sala dej¨® en estado de shock a una comunidad clubber acostumbrada ya a las malas noticias. Las redes sociales se llenaron de recuerdos compartidos con el hashtag de #fabricmoments. Aficionados, dj¡¯s y promotores apoyaron una petici¨®n en Change.org, que super¨® las 150.000 firmas. ¡°Salva la noche de Londres. Evita el cierre de Fabric¡±, ped¨ªan al nuevo alcalde de Londres, Sadiq Khan.
El regidor laborista, en una entrevista en el Time Out, mostr¨® su apoyo a un club que dijo haber frecuentado, pero asegur¨® estar atado de manos. ¡°No quiero que cierre Fabric¡±, dijo. ¡°No quiero que cierren m¨¢s clubes. Quiero un ambiente en el que no solo preservemos nuestro patrimonio, sino que veamos abrir m¨¢s locales. Pero no tengo ning¨²n poder directo sobre el asunto¡±.
Tambi¨¦n la diputada que representa al distrito en el Parlamento, la laborista Emily Thornberry, ha mostrado su apoyo al club en su cuenta de Facebook. ¡°Debemos cuestionar la asunci¨®n de que el uso peligroso de drogas cesar¨¢ simplemente si cerramos un club como Fabric¡±, escrib¨ªa.
Sucede que el local se ten¨ªa en el sector como un modelo de buenas pr¨¢cticas en materia de seguridad. ¡°Si se cierra Fabric¡±, declar¨® en The Guardian el presidente de una asociaci¨®n de empresarios nocturnos, Alan Miller, ¡°habr¨ªa que cerrar todos los clubes del pa¨ªs, ya que ninguno tiene la diligencia, el personal y las medidas de seguridad que ellos emplean¡±.
Sin embargo, las pruebas aportadas por la polic¨ªa al comit¨¦ encargado de revisar la licencia hablaban de un ¡°refugio seguro para la venta y consumo de drogas ilegales¡±. ¡°Si se permite que el local siga abierto¡±, escribi¨® el mando de la polic¨ªa Stuart Ryan, ¡°hay una alta probabilidad de que vuelvan a ocurrir m¨¢s muertes relacionadas con la droga¡±.
Pero las dos muertes de este verano en Fabric no constituyen un caso aislado. El consumo de ¨¦xtasis parece haberse disparado y, seg¨²n la Oficina Nacional de Estad¨ªstica, las muertes por esta droga pasaron de ocho en 2010 a 50 en 2014. Los empresarios nocturnos se quejan de que el Gobierno no se toma en serio el problema, y que son organizaciones no gubernamentales, en colaboraci¨®n con los propios empresarios, las que ponen en marcha campa?as e iniciativas de informaci¨®n y an¨¢lisis voluntarios de drogas en la noche.
El cierre de Fabric es un tiro de gracia a la cultura de los grandes clubes de m¨²sica de baile. Aquellos que definen el sonido de una ciudad, sea Londres, Bristol o Glasgow. Sus pistas de baile son incubadoras de nuevos estilos musicales, un producto que se cuenta entre las principales exportaciones brit¨¢nicas. La llamada econom¨ªa nocturna genera 66.000 millones de libras (78.500 millones de euros) anuales en Reino Unido y emplea a 1,3 millones de personas. En reconocimiento de esa industria, el metro de Londres ha empezado este verano a funcionar las noches de los fines de semana.
Pero la realidad es que en los ¨²ltimos ocho a?os, los que ocup¨® Boris Johnson la alcald¨ªa, el 50% de las salas de m¨²sica en directo y el 40% de los clubes de noche de Londres echaron el cierre. El goteo no se ha detenido ¨Ccerraron el Shapes, el Passing Clouds, The Silver Bullet y el Dance Tunnel- desde que Sadiq Khan tom¨® su relevo en mayo. Pero el nuevo alcalde parece dispuesto a reivindicar, como ya hicieron en ?msterdam o Berl¨ªn, el valor econ¨®mico y cultural de la marcha. Ha creado la figura del llamado ¡°zar nocturno¡± para potenciar la cultura de clubes y convertir a Londres en ¡°una ciudad 24 horas¡±. Habr¨¢ pues un zar de la noche. Pero, tras el cierre de Fabric, faltar¨¢ su m¨¢s legendario palacio.
Babelia
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