¡°La m¨²sica forma parte de mi metabolismo¡±

Como italiano, el director de orquesta Gianandrea Noseda (Mil¨¢n, 1964) est¨¢ naturalmente predestinado hacia la ¨®pera. Pero ¨¦l se resiste. ¡°La ¨®pera lleg¨® a mi vida m¨¢s tarde que lo sinf¨®nico¡±, aclara por tel¨¦fono a EL PA?S desde Barcelona, donde hoy dirigir¨¢ el R¨¦quiem, de Verdi, en el Palau de la M¨²sica Catalana. Reconoce la influencia de su padre, un director de coro amateur, pero tambi¨¦n de su magn¨ªfica colecci¨®n de discos sinf¨®nicos de Toscanini o Karajan. Y hasta de la televisi¨®n. Su primera experiencia oper¨ªstica fue la retransmisi¨®n desde La Scala del arranque de la nueva temporada en 1976: ¡°Ese Otello, de Verdi, con Carlos Kleiber y un reparto impresionante (Domingo, Freni y Cappuccilli) fue una influencia decisiva¡±, recuerda. Aquel d¨ªa Noseda descubri¨® a su compositor favorito y una de sus ¨®peras predilectas. ¡°No es f¨¢cil elegir, pero creo que Verdi es mi compositor, y de su extenso cat¨¢logo de ¨®peras me quedar¨ªa con Macbeth, Don Carlos y Otello¡±. El R¨¦quiem le interesa especialmente como nexo entre lo oper¨ªstico y lo sinf¨®nico, pues est¨¢ plenamente convencido de que los italianos tambi¨¦n han escrito maravillas sinf¨®nicas. ¡°He descubierto obras orquestales fabulosas, como la Segunda sinfon¨ªa, de Casella, al igual que de Respighi, Dallapiccola o Petrassi. Las he grabado en el sello Chandos y espero que pronto formen parte del repertorio¡±, comenta.

Noseda dirige un cat¨¢logo inmenso de ¨®peras y sinfon¨ªas. Combina principalmente lo italiano, lo franc¨¦s y lo centroeuropeo, pero tambi¨¦n lo ruso. Esto ¨²ltimo como resultado de su v¨ªnculo con Valeri Gu¨¦rguiev, a quien conoci¨® en 1993 en la Accademia Chigiana de Siena: ¡°Creo que ha sido uno de los encuentros m¨¢s determinantes de mi carrera, pues en diez d¨ªas aprend¨ª m¨¢s que en los tres a?os anteriores¡±. Trabaj¨® con ¨¦l en el Teatro Mariinski y se convirti¨® en 1997 en principal director invitado. ¡°En San Petersburgo increment¨¦ notablemente mi capacidad de trabajo. Hac¨ªamos pr¨¢cticamente una ¨®pera diferente cada d¨ªa y fueron unos a?os maravillosos en los que trat¨¦ de entender la manera de pensar y de vivir peterburguesa. Todav¨ªa cuando dirijo alguna ¨®pera rusa es para m¨ª como regresar a aquellas vivencias¡±, confiesa.

Esa flexibilidad y capacidad de trabajo han permitido a Noseda cultivar el repertorio sinf¨®nico con voluntad enciclop¨¦dica. En su siguiente destino al frente de la BBC Philharmonic, en Manchester, dirigi¨® a partir de 2002 varios ciclos completos de sinfon¨ªas de Beethoven, Brahms, Schumann, Chaikovski o Rajm¨¢ninov. ¡°Creo que es algo importante no solo para el director sino tambi¨¦n para los m¨²sicos de la orquesta. Una forma de crecer y fortalecer v¨ªnculos entre nosotros, e incluso con el p¨²blico, pues profundizamos todos juntos en un compositor¡±. Esta visi¨®n le permite encontrar nexos entre sinfon¨ªas, como la Segunda de Rajm¨¢ninov y la Quinta de Shostakovich que centran los dos programas que va a dirigir esta semana en el Auditorio Nacional de Madrid en los ciclos de Iberm¨²sica: ¡°Son dos sinfon¨ªas que permitieron a sus respectivos compositores superar el fracaso y la frustraci¨®n que tuvieron con la sinfon¨ªa anterior¡±, precisa.

El director italiano llega a Espa?a con la London Symphony Orchestra (LSO), tras varias actuaciones por Italia y la Rep¨²blica Checa. ¡°Es mi primera gira como principal director invitado que culminaremos en Londres con la grabaci¨®n del R¨¦quiem, de Verdi¡±, informa. Noseda mantiene importantes v¨ªnculos con nuestro pa¨ªs. En 1994 gan¨® el Concurso Internacional de Directores de la Orquestra de Cadaqu¨¦s y sigue siendo su director principal. Tambi¨¦n admira profundamente al Orfe¨® Catal¨¤ que actuar¨¢ est¨¢ tarde junto a la LSO y un importante cuarteto de solistas que incluye a la mezzosoprano Violeta Urmana: ¡°Precisamente mi primer R¨¦quiem, de Verdi, lo dirig¨ª al Orfe¨® Catal¨¢ con la JONDE en 1997. Y fue una gran experiencia¡±, recuerda. Le espera despu¨¦s el inicio de la temporada en el Teatro Regio de Tur¨ªn, donde conmemoran el estreno all¨ª en 1896 de La boh¨¨me, de Puccini, con una nueva producci¨®n esc¨¦nica de ?lex Oll¨¦ de La Fura dels Baus. En noviembre volver¨¢ al mundo sinf¨®nico en varias ciudades de Estados Unidos, como Washington, donde ser¨¢ el pr¨®ximo titular de la National Symphony Orchestra. Y terminar¨¢ el a?o en el Met de Nueva York dirigiendo Rom¨¦o et Juliette, de Gounod. ¡°Mi ideal es alternar lo sinf¨®nico y lo oper¨ªstico al cincuenta por ciento¡±. Su curiosidad musical no tiene l¨ªmites y le mantiene en continua evoluci¨®n: ¡°Al fin y al cabo la m¨²sica es como la comida que termina formando parte de tu metabolismo¡±, concluye.