Elena del Rivero reclama cuotas en el arte contempor¨¢neo
La artista valenciana afincada en Nueva York inaugura una exposici¨®n protagonizada por mujeres: 'My Friends and Other Animals'
La obra de Elena del Rivero (Valencia, 1949) est¨¢ construida sobre todo aquello que se encuentra en su camino. Nada le deja indiferente a esta artista habituada a crear sorprendentes met¨¢foras a base de perlas, nidos de aves, cartas, polvo de atentado o pa?os de cocina. Residente en el Village neoyorquino desde hace tres d¨¦cadas es una de las artistas espa?olas con la relevancia exterior. Feminista convencida, Elena del Rivero vuelve a Madrid a una galer¨ªa peque?a y muy activa como a ella le gustan, Traves¨ªa Cuatro, con una exposici¨®n en la que participan nueve mujeres (y un solo hombre John Coplans) que han sido esenciales en su vida. Bajo el t¨ªtulo de My Friends and Other Animals (pr¨¦stamo que toma y modifica de su venerado Gerald Durrell), Rivero ocupa las salas, patios interiores e incluso la fachada de la galer¨ªa con obras de autoras con las que se ha relacionado en alg¨²n momento de su vida: Esther Ferrer (San Sebasti¨¢n, 1937), Kiki Bauer (Berl¨ªn, 1976), Kiki Smith (Nuremberg, Alemania, 1954), Tere Recarens (Albucies, 1967), ?ngeles Marcos (Valencia 1947-2008), Freya Powell (Londres, 1983) Lily van der Stokker (?msterdam, 1954), Janice Guy (Londres, 1953), Mar¨ªa Lozano (Zaragoza, 1953) (y John Coplans, Londres 1920 ¨C Nueva York 2003) adem¨¢s de la propia Rivero. Hay fotograf¨ªa, escultura, v¨ªdeo, literatura, dise?o gr¨¢fico, pintura y grafiti, gran parte fechado entre la d¨¦cada de los 70.
Con un papel a medias entre comisar¨ªa y artista, Elena del Rivero explica que su intenci¨®n es que el visitante contemple una sucesi¨®n de met¨¢foras individuales que al apreciarse juntas adquieren una fuerza nueva. ¡°Puede que este sea mi trabajo m¨¢s personal porque soy yo contextualizada. No solo hablo de mi trabajo, sino de gente que me ha aportado mucho. Hago algo que hizo Coplans conmigo. ?l, que es el ¨²nico hombre de la exposici¨®n (representado por una espectacular fotograf¨ªa de un desnudo masculino en blanco y negro), fue para m¨ª el anfitri¨®n m¨¢s generoso que uno pueda imaginar cuando yo llegu¨¦ a Nueva York sin nada. Como redactor jefe de ArtForum que era entonces, con ¨¦l conoc¨ª a todos los grandes artistas, a los galeristas que interesaban, me ayud¨® con todo¡inolvidable. Un sabio muy generoso. Ahora tendr¨ªa cien a?os¡±.
Pero homenajes aparte las aut¨¦nticas protagonistas de la exposici¨®n son mujeres. ¡°D¨®nde est¨¢n las artistas espa?olas¡±, se pregunta Elena del Rivero y a?ade que han sido marginadas y olvidadas ante los ojos condescendientes de sus colegas hombres. ¡°El caso de ?ngeles Marco, una escultora realmente excepcional me duele en lo m¨¢s profundo. La expusieron poqu¨ªsimo porque dec¨ªan que ten¨ªa un car¨¢cter dif¨ªcil, un adjetivo que con gran alegr¨ªa se coloca a quienes mantienen criterios propios, como si todos los hombres fueran d¨®ciles. En otro pa¨ªs se le hubiera venerado. Esther Ferrer no ha tenido todav¨ªa una gran exposici¨®n en el Reina Sof¨ªa y Tere Recarens, absolutamente genial, no ha tenido todav¨ªa una gran exposici¨®n¡±.
Ante esta situaci¨®n, Elena del Rivero se muestra partidaria convencida de imponer cuotas que garanticen la difusi¨®n de la obra hecha por mujeres. ¡°Durante el gobierno de Zapatero se habl¨® de ello, pero no se consigui¨®. Me temo que ha habido un retroceso en estos a?os. Las chicas j¨®venes oyen hablar de feminismo y se asustan porque creen que es algo que va a entorpecer su carrera. Lo cierto es que casi todo el entramado est¨¢ en manos de hombres y cuando hay alguna mujer al frente de alg¨²n comisariado importante, se portan como hombres¡±.
Asegura Del Rivero que en Estados Unidos y sobre todo en Nueva York, el panorama es muy distinto. ¡°Si hay 1.500 galer¨ªas, te aseguro que las mujeres tienen una presencia notable. Y lo mismo ocurre en los museos de arte contempor¨¢neo. Tambi¨¦n tienen a una vigilante excepcional de las cuotas: la cr¨ªtica Roberta Smith, quien desde las p¨¢ginas del New York Times vigila que nadie se salte el m¨ªnimo del 30% de mujeres en las exposiciones. Ha publicado art¨ªculos fant¨¢sticos. En Espa?a, el machismo est¨¢ en el subconsciente colectivo, falta la educaci¨®n en aut¨¦ntica igualdad. Dan envidia esos pa¨ªses del norte de Europa donde tienen claro que las diferencias acabar¨¢n cuando en un consejo de administraci¨®n vemos el mismo n¨²mero de tontos que de tontas.
?Est¨¢n las mujeres suficientemente representadas en la colecci¨®n del Reina Sof¨ªa?. ¡°Manuel Borja -Villel ha conseguido poner al Reina Sof¨ªa entre los mejores del mundo. Sus exposiciones y planteamientos son de primer nivel y ¨¦l es coherente con el modelo que persigue. Pero si la pregunta es si estamos bien representadas, la respuesta es no¡±. Y como ejemplos de ausencias inexplicables cita los nombres de Esther Ferrer, ?ngeles Marco, Eulalia Valldosera o Tere Recarens.
Su 'traves¨ªa' a galer¨ªas m¨¢s activas
Durante 15 a?os la galer¨ªa oficial en Espa?a de Elena del Rivero ha sido Elvira Gonz¨¢lez, espacio que la artista ha cambiado por Traves¨ªa Cuatro, una firma situada en la zona de Fuencarral, con sede en Guadalajara (M¨¦xico). ¡°No tengo ninguna queja de mi galer¨ªa anterior¡±, explica la artista, ¡°pero necesitaba trabajar con gente menos establecida y m¨¢s activa. En general, creo que la tendencia es participar en galer¨ªas peque?as, muy activas y con planteamientos nuevos. En Nueva York estoy viendo a artistas muy conocidos que est¨¢n abandonando espacios tan poderosos como Gagosian y prefieren trabajar con gente m¨¢s modesta, pero m¨¢s entusiasta". Ella expone desde hace 15 a?os en Jos¨¦e Benvenue, situada en Chelsea.
Sobre las diferencias entre las galer¨ªas espa?olas y neoyorquinas, Del Rivero no duda en responder. ¡°All¨ª hay un coleccionista entusiasta respecto a los artistas, una clase media interesada en el arte y que con peque?os presupuestos va haciendo su colecci¨®n porque les interesa todo lo nuevo que ocurre en el arte contempor¨¢neo. Aqu¨ª no hay ese inter¨¦s. Las galer¨ªas, pese a sus esfuerzos, est¨¢n vac¨ªas. Antes hab¨ªa coleccionista institucional, pero se acab¨® con la crisis. Falta educaci¨®n y faltan incentivos para que la gente compre obra¡±.
Babelia
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