15 a?os que son todo (o nada)

Han pasado solo 15 a?os desde la primera pel¨ªcula de la saga Bridget Jones, pero el mundo va tan deprisa que resulta complicado decidir qui¨¦n o qu¨¦ ha cambiado m¨¢s: si ella misma, la int¨¦rprete encargada de darle vida, la comedia rom¨¢ntica como g¨¦nero, o la visi¨®n general de la sociedad, y sobre todo de las propias mujeres, de un personaje como el suyo.

Lanz¨¢ndonos a la piscina, podr¨ªamos decir que justo por este orden. Ella ha cambiado poco, salvo que no es una treinta?era sino una cuarentona, y que ha resuelto lo que para s¨ª misma era un problema de sobrepeso. Porque, aunque al principio de Bridget Jones' baby, tercera de la serie, parezca haber firmado la paz sentimental consigo misma, haber volcado sus ambiciones y satisfacciones en el trabajo y sus amigos, y vivir razonablemente feliz con su soledad, los actos y pensamientos posteriores hacen pensar no, que la contrariedad por no encontrar pareja sigue ah¨ª. Del rostro de Ren¨¦e Zellweger se ha escrito tanto que, como adem¨¢s no es materia cr¨ªtica, digamos solo que su tendencia al moh¨ªn sigue vigente. As¨ª que quiz¨¢ sean el cine rom¨¢ntico, su puesta en escena y su ritmo, adem¨¢s de la propia sociedad, que ha ido aparcando en la esquina de los desheredados a aquellas personas empe?adas a pi?¨®n fijo en ser felices a trav¨¦s del matrimonio y de los hijos, los que m¨¢s se hayan transformado en esta d¨¦cada y media. Si eso ha sido para bien o para mal depende del ideal de cada cual.

Sharon Maguire, directora de la primera entrega, narra seguramente con la misma convicci¨®n que en su exitosa pel¨ªcula de 2001, pero ahora da la impresi¨®n de que le faltan garra y recursos a la puesta en escena y el montaje, como si se hubiesen quedado un tanto a?ejos. Algo que, de todos modos, no es un problema mayor porque la esencia, con historia rom¨¢ntica triangular, el enorme papel de los secundarios (con Emma Thompson y Sarah Solemani al frente) y la gracia de ciertos di¨¢logos (m¨¢s que de las situaciones en s¨ª) llevan a la pel¨ªcula al mismo lugar de siempre: a que le guste a las personas que admiraban las otras... y que, como Bridget Jones, no hayan cambiado.