¡®Juego de tronos¡¯ se corona en los Emmy 2016 como la serie de la d¨¦cada

Poco se puede discutir ya sobre la categor¨ªa de Juego de tronos como la serie de la d¨¦cada. Es el programa que ha extendido el dominio de HBO en los grandes dramas de televisi¨®n que empez¨® en el siglo pasado con Los Soprano. Est¨¢ por derecho propio en esa vitrina que la familia de mafiosos comparte con The Wire, Breaking Bad o Mad Men. Los 38 premios Emmy acumulados en seis temporadas la convierten en la serie m¨¢s premiada de la historia por encima de Frasier. Su virtuosismo t¨¦cnico le ha dado 106 nominaciones hasta ahora. Solo dos veces, el a?o pasado y este, ha ganado el premio como mejor serie dram¨¢tica, el premio grande que se da al producto completo. El r¨¦cord en la categor¨ªa m¨¢s grande de los Emmy, con cuatro premios, lo comparten series como Canci¨®n triste de Hill Street, La ley de Los ?ngeles, El ala Oeste de la Casa Blanca y Mad Men.

Los Emmy se permitieron ense?ar caras nuevas al p¨²blico en esta edici¨®n. Dos actores nominados por primera vez se llevaron las categor¨ªas principales en drama. Rami Malik, por Mr. Robot y Tatiana Maslany, por Orphan Black, dejaron sentados en sus asientos a los Underwood de House of Cards, a Cookie de Empire, a la pareja de The Americans o a la agente Carrie Mathison de Homeland.

En las categor¨ªas de comedia, los dos gigantes en los que se han convertido Netflix y Amazon Studios dejaron pronto su huella en la ceremonia con dos premios de peso. Jill Solloway gan¨® el premio de direcci¨®n por Transparent, la historia autobiogr¨¢fica de un padre de familia que se revela como transexual pasados los 60. Jeffrey Tambor logr¨® su segundo premio consecutivo por el papel de Maura Pfefferman en Transparent. Aziz Anzari y Alan Yang se llevaron el premio al guion de comedia por Master of None, la comedia rom¨¢ntica urbana de este a?o. Ninguna de ellas pudo con Veep, que es una vez m¨¢s la comedia del a?o. HBO se llev¨® los dos mayores premios de la noche, en drama y comedia.

Menci¨®n aparte merece Julia Louis-Dreyfus, con su quinto Emmy consecutivo por el papel de Selina Meyer en Veep. Louis-Dreyfus consigui¨® este domingo el estatus de leyenda con su premio. Empata con Candice Bergen (Murphy Brown) en n¨²mero de Emmys por un mismo papel. Ha ganado ocho premios de 22 candidaturas.

The People v. OJ Simpson: American Crime Story, que en Espa?a se ver¨¢ en Netfix a principios del a?o que viene, es uno de los fen¨®menos televisivos del a?o en Estados Unidos, y especialmente en Los ?ngeles. La estupenda dramatizaci¨®n en 10 cap¨ªtulos del juicio contra OJ Simpson ha tenido un gran impacto en una ciudad donde todos los implicados en aquella historia son famosos y todo el mundo recuerda exactamente qu¨¦ estaba haciendo cuando las c¨¢maras de televisi¨®n enfocaron aquel Bronco blanco por la autopista. Sarah Paulson se present¨® en la gala acompa?ada por la fiscal Marcia Clark, a la que interpreta. Las 22 nominaciones, solo una por debajo de Juego de tronos, dan una idea del ¨¦xito de esta producci¨®n del canal de pago FX.

Paulson se llev¨® el Emmy por su interpretaci¨®n de la fiscal Clark. Courtney B. Vance, el de mejor actor en una miniserie por interpretar al abogado principal de Simpson. Sterling K. Brown gan¨® por el papel del fiscal ayudante. Tambi¨¦n estaban nominados Cuba Gooding Jr, por el papel de Simspon, y David Schwimmer y John Travolta como abogados. No hab¨ªa competici¨®n. The People v. OJ Simpson termin¨® por ganar el premio a mejor miniserie del a?o, un g¨¦nero en el que solo le falt¨® el premio de direcci¨®n.

En otro orden de cosas, el brit¨¢nico John Oliver gan¨® con su telediario irreverente el premio al mejor programa de variedades frente a los cl¨¢sicos late night shows de Kimmel, James Corden y Jimmy Fallon. The Voice es, una vez m¨¢s, el mejor concurso de la televisi¨®n (el premio lo recogi¨®, por cierto, el productor de The Apprentice). Key and Peele le quit¨® el premio a mejor programa de sketches a Saturday Night Live.

En las que se pueden considerar elecciones m¨¢s televisivas de la historia de Estados Unidos, la pol¨ªtica tuvo su sitio en la ceremonia. Durante el v¨ªdeo inicial, Jimmy Kimmel intenta que le lleve a la gala la caravana presidencial de la presidenta Selina Meyer, de Veep. Cuando le dicen que se puede sentar en el asiento de delante de la limusina se encuentra con que el conductor es Jeb Bush. El de verdad, con gorra de ch¨®fer. ¡°?Est¨¢s nominado, verdad? ?Qu¨¦ tal es eso?¡±, le dice Bush a Kimmel. Bush, el hombre al que todo el establishment daba por seguro como nominado republicano para la presidencia, fue arrasado por la extempor¨¢nea candidatura de Donald Trump. ¡°Si haces una campa?a positiva, al final los electores tomar¨¢n la decisi¨®n correcta¡±, dice Bush en el v¨ªdeo. A continuaci¨®n a?ade: ¡°Es una broma¡±.

El magnate inmobiliario reconvertido en l¨ªder de la derecha tuvo su sitio en el mon¨®logo de Kimmel, que se?al¨® entre el p¨²blico a Mark Burnett, productor de The Apprentice, el reality show que hizo famoso a Trump en todo Estados Unidos. Kimmel le hizo directamente responsable de que Trump est¨¦ en la carrera por la presidencia. ¡°Si Trump gana y construye ese muro, Burnett ser¨¢ el primero que tiraremos al otro lado¡±. Todav¨ªa quedaban m¨¢s referencias a Trump, y la actriz Kate McKinnon dio las gracias al recoger su premio a Hillary Clinton, a quien imita en Saturday Night Live y que ha sido su gran ¨¦xito de esta temporada.

El a?o pasado, Andy Samberg hizo una divertida presentaci¨®n en la que necesitaba aislarse durante meses en un zulo para poder ver todos los programas nominados. El p¨²blico ya ha asumido que la televisi¨®n es infinita, que no se puede ver todo y que los shows populares lo son por algo y esos son los que hay que ver. Adem¨¢s, pueden ver esos programas cuando quieran y donde quieran. Ya no existe el concepto de perderse algo en la tele. En ese escenario, los premios de televisi¨®n como los Emmys o los Globos de Oro han cobrado una relevancia como palancas promocionales que antes no ten¨ªan.

Los premios de televisi¨®n tienen un problema en su mayor virtud. Los buenos shows duran a?os, y van acumulando audiencias fieles a las que les gusta verlos premiados una y otra vez. Al mismo tiempo, al contrario que los premios de cine o de m¨²sica, los premios de televisi¨®n trasladan una sensaci¨®n de repetici¨®n. ?Julia Louis-Dreyfuss mejor actriz? Eso ya lo he le¨ªdo antes. S¨ª, concretamente cinco veces. Premiar las nuevas ideas en televisi¨®n y al mismo tiempo reconocer a los grandes shows que cautivan a la audiencia durante a?os es el gran reto de estas ceremonias. Los Emmy van a ser criticados tanto si premian a los de siempre como si no. Este domingo, se volvi¨® a demostrar que en televisi¨®n premiar lo mejor y dar sorpresas es casi imposible. Casi.