Los hijos de Noam Chomsky

"Si asumes que no hay esperanza, entonces garantizas que no habr¨¢ esperanza. Si asumes que hay un instinto hacia la libertad, entonces a¨²n hay posibilidades de cambiar las cosas". Que una frase de Noam Chomsky, quiz¨¢ el te¨®rico de la izquierda m¨¢s importante de Estados Unidos, domine una pel¨ªcula comercial americana es una novedad. Que no solo la frase, sino tambi¨¦n su figura, sea el epicentro de un relato en el que incluso se celebra el d¨ªa Noam Chomsky como una navidad alternativa ya es de premio. Que esa pel¨ªcula, Captain Fantastic, segundo largometraje de Matt Ross, aborde problem¨¢ticas contempor¨¢neas y afilados discursos te¨®ricos, envueltos en una comedia de entretenimiento de aspecto atractivo para la cultura de masas es directamente de traca. Casi de operaci¨®n revolucionaria desde dentro.

A trav¨¦s de una puesta en escena moderna pero invisible (premio al mejor director en la secci¨®n Una cierta mirada de Cannes), Ross articula un relato familiar con esencia de f¨¢bula moral, que se aproxima a una de las acciones m¨¢s subversivas que pueden iniciarse hoy en d¨ªa en una sociedad occidental: criar a tus hijos al margen de la ciudadan¨ªa, sin relaci¨®n alguna con tus cong¨¦neres, ense?¨¢ndoles por ti mismo cultura e historia, matem¨¢tica y filosof¨ªa, idiomas y pol¨ªtica, supervivencia f¨ªsica e intelectual, renunciando al capitalismo reinante y a los poderes f¨¢cticos. Como una mezcla del Jack London de La llamada de la naturaleza y del Henry David Thoreau de La desobediencia civil, Captain Fantastic asalta las rendijas del sistema como una revoluci¨®n individual familiar comandada por un padre (y una madre ausente, pero presente) ca¨ªdo del caballo de nuestro sistema, un Saulo de Tarso reconvertido en gu¨ªa, pero quiz¨¢ tambi¨¦n en peque?o gran tirano de la ideolog¨ªa, con el que los cr¨ªos acaban leyendo Middlemarch y Lolita, Los hermanos Karamazov y Maus.

Que la pel¨ªcula es interesante no hay quien lo niegue. Que se permite licencias est¨¦ticas (esa entrada en el funeral, cual familia perfecta de dise?o alternativo) en pos del abrazo de la lujosa y estilosa venta de su propio producto, tampoco. C¨®mica y trascendente, compleja, entretenida y solo puntualmente maniquea y gruesa (la aventura sexual del hijo mayor), Captain Fantastic describe paso a paso la radiograf¨ªa de un error, "de un maravilloso error", con ecos te¨®ricos de Hacia rutas salvajes y estramb¨®ticos de Peque?a miss Sunshine. Y culmina con un mensaje acorde con su car¨¢cter an¨®malo de revoluci¨®n controlada, de pel¨ªcula para hacer pensar, y al mismo tiempo entretener, a las mayor¨ªas reinantes.