Dos creadores en busca de un personaje
El director Jon¨¢s Trueba y su actor fetiche, Francesco Carril, ahondan en las quiebras sentimentales en 'La reconquista', su tercera pel¨ªcula juntos
Hasta ahora el actor Francesco Carril, curtido en el teatro, solo ha hecho cine con Jon¨¢s Trueba ¡ªlas cosas van a cambiar pronto¡ª. Hasta ahora Jon¨¢s Trueba ha encontrado en Carril el elemento masculino perfecto para plasmar su esp¨ªritu a la pantalla: sus tres ¨²ltimas pel¨ªculas ¡ªy lleva cuatro largos¡ª han sido con este int¨¦rprete como ¨¢lter ego en el cine. El gran referente provoca gestos de Trueba: ni por asomo la pareja quiere compararse con la gran dupla masculina del cine de auteur: Fran?ois Truffaut y Jean-Pierre L¨¦aud. Los madrile?os siguen a su manera la senda de los parisienses: "No, no, ya quisi¨¦ramos", se encara Trueba. "Aunque es muy bonito ver en el cine a alguien, un actor, crecer a trav¨¦s de las pel¨ªculas de un mismo director. Y para m¨ª es m¨¢gico encontrar a un int¨¦rprete que sienta como t¨², con el que todo sea f¨¢cil, que te transmite y t¨² le transmites". Porque ya van Los ilusos, donde en un rodaje de siete meses comenz¨® su amistad, Los exiliados rom¨¢nticos y La reconquista, con la que participan en la Secci¨®n Oficial a concurso en San Sebasti¨¢n (es la tercera espa?ola de la competici¨®n), antes de su estreno comercial el pr¨®ximo viernes 30. "Francesco escribe conmigo las pel¨ªculas m¨¢s que en guion en miradas y gestos desde la pantalla. Me gustan esas miradas y esos gestos, que es una forma de escritura al final. Lo mismo pasaba con L¨¦aud porque era ¨²nico. Sinceramente, a m¨ª lo que me interesa de un actor es que sea genuino, porque lo que me interesa de una pel¨ªcula es que sea genuina. No importa si mejor o peor, el ¨²nico pecado imperdonable es que un filme no sea genuino".
Carril asiente a su lado. "Lo curioso es que los tres personajes no son muy construidos, est¨¢n abiertos a que yo los trabaje. Y algo que dice Jon¨¢s que hacemos, que es imaginarnos a nosotros mismos como personajes de una pel¨ªcula. Me gusta pensar que son tres miradas sobre un mismo personaje, aunque las miradas y las pel¨ªculas son muy diferentes". Pues as¨ª era el trabajo de Truffaut-L¨¦aud. "Tal vez, al final soy yo. Hay rasgos de mi personalidad estirados hacia un lado o hacia otro, m¨¢s que una construcci¨®n intelectual del personaje, que me suena a mentira". Desde fuera uno tiene la sensaci¨®n de que Trueba y Carril est¨¢n elaborando una enciclopedia de la que van entregando tomos a los espectadores. En La reconquista han creado una rom¨¢ntica y realista visi¨®n del reencuentro entre dos treinta?eros que fueron pareja en el instituto: cada uno ha seguido con su vida, incluso ella (encarnada por Itsaso Arana) se ha mudado a Buenos Aires. En ese tarde-noche de cervezas y copas la charla ahonda en lo que pas¨® y en lo que pudo haber pasado, antes de que Trueba haga un requiebro y cuente en la segunda parte ese amor juvenil entre los quincea?eros. "Sospecho que en realidad Jon¨¢s y yo no estamos construyendo algo ¨²nico, pero s¨ª que estamos conformando una manera de trabajar juntos, levantamos un lenguaje com¨²n", remata Carril. "La trilog¨ªa est¨¢ realizada por el mismo equipo, la base humana se repite".
Para Trueba, lo m¨¢s curioso es que cada rodaje ha sido muy distinto. "No hemos sistematizado nada porque ni siquiera hemos podido. Los ilusos se film¨® durante siete meses en ratos libres; Los exiliados rom¨¢nticos, en tan solo diez d¨ªas. Fue muy impulsiva y ahora hemos estado en un proyecto m¨¢s reflexivo". ?Y en cu¨¢l se disfruta m¨¢s? "Bueno, me gust¨® aquel impulso, aunque La reconquista he disfrutado mucho de esa tranquilidad". Trueba cree que esa calma nace de que como director cree que cada vez dirige menos. "De verdad, yo ya no doy directrices, yo voy a estar en el rodaje y se lo dije muchas veces. Andr¨¦s Duque, cineasta al que admiro much¨ªsimo, me dijo el otro d¨ªa por email que un director debe canalizar los afectos. Me pareci¨® exacto".
"A m¨ª lo que me interesa de un actor es que sea genuino, porque lo que me interesa de una pel¨ªcula es que sea genuina" (Jon¨¢s Trueba)
En el paisaje de La reconquista vuelve el Madrid de Los ilusos, el que rodea la Plaza de las Vistillas, Plaza de Espa?a, final de Lavapi¨¦s. Un Madrid algo parisiense. "Por eso los ni?os se relacionan en la Casa de Campo, porque posee una luz que no cambia, transparente, cristalina, con papeleras por las que no pasa el tiempo. Necesitaba ese tono de final del siglo XX. Ahora con la tecnolog¨ªa las pel¨ªculas se llenan de capas de colores, de texturas, en posproducci¨®n, y a final no sabes d¨®nde est¨¢ la luz verdadera. Ram¨®n Gaya, un pintor que me gusta, dec¨ªa que la esencia de Madrid est¨¢ en su aire. De ah¨ª el recorrido en moto al amanecer: capturar ese momento". En cuanto a los edificios, el director comenta que la pel¨ªcula se gest¨® "del Puente de Segovia para abajo". ?l recuerda sus primeros a?os en Puerta del ?ngel, en su sensaci¨®n de la Casa de Campo como su parque de juegos. "Ese es un Madrid que calle Segovia arriba entra en la zona tur¨ªstica. Para m¨ª la frontera est¨¢ en la cuesta abajo del parque de las Vistillas".
Ahora solo hay un Madrid de tiendas de ropa, de caf¨¦s de franquicias o "burdas imitaciones de los caf¨¦s berlineses de hace unas d¨¦cadas". Por eso fue tan dif¨ªcil rodar la secuencia de la charla inicial. "La pel¨ªcula tiene ah¨ª su meollo: en dos que se est¨¢n reconociendo, olfateando, en una extra?a familiaridad que se ir¨¢n a un concierto y ya se sentar¨¢n uno junto con al otro, aumentado el contacto f¨ªsico". Y al final, ?cu¨¢nto retrata La reconquista de la vida sentimental de Jon¨¢s Trueba? "Antes de todo, la aut¨¦ntica reconquista est¨¢ en ese pasado, y yo quer¨ªa que no se llegara f¨¢cilmente a ese pasado como s¨ª hace el cine habitualmente con un flashback r¨¢pido. Que hubiera cierta resistencia, porque no es tan f¨¢cil volver ah¨ª. En realidad en la vida no se puede volver ah¨ª". Dicho lo cual, volvamos a su vida sentimental. "Quiz¨¢s Todas las canciones hablan de m¨ª s¨ª fue un fime que escribimos B¨¢rbara Lennie [entonces su pareja] y yo, y ella escribi¨® mucho. Pero he tenido por suerte otros amores, que creo se convocan m¨¢s en esta pel¨ªcula. Aqu¨ª he intentado no poner mis hechos en el guion porque eso machaca a los actores. No puedes jugar a recrear el pasado personal".
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