Bridget Jones: el pat¨¦tico retrato de la mujer incompleta
En la ¨²ltima entrega de la saga el personaje que interpreta Ren¨¦e Zellweger maneja un discurso machista, rancio y cursi
Una d¨¦cada despu¨¦s del estreno de The Edge of Reason, la industria de Hollywood resucita al personaje de Bridget Jones, aquella treinta?era solterona e inestable a la que dio vida en dos ocasiones (2001 y 2004) Ren¨¦e Zellweger. La protagonista de la novela de Helen Fielding vuelve ahora a la gran pantalla con un guion propio de los a?os noventa y una trama disparatada que construye a partir de una filosof¨ªa anticuada y machista, seg¨²n la cual la mujer no puede sentirse realizada sin un f¨ªsico admirable, un hombre a su lado o un hijo al que cuidar.
Es de esta forma, haci¨¦ndola madre, como la directora Sharon Maguire rescata a una Bridget Jones en sus cuarenta [qu¨¦ otro valor adem¨¢s de la maternidad puede aportar ya una mujer a esa edad en una comedia rom¨¢ntica] y articula una historia en torno a un tri¨¢ngulo amoroso que protagonizan Patrick Dempsey (el doctor Shepherd de Anatom¨ªa de Grey) y el oscarizado Colin Firth.
La broma f¨¢cil en ocasiones encubre un retrato dram¨¢tico. Si Bridget Jones fuera una mujer real padecer¨ªa alcoholismo (sus borracheras sola y en pijama son una constante en las tres pel¨ªculas). Tambi¨¦n bulimia. Debido a la falta de respeto por su trabajo no podr¨ªa ocupar puestos profesionales de ¨¦xito (Jones es una editora de televisi¨®n) y sus parejas no ser¨ªan en ning¨²n caso apuestos e inteligentes galanes, sino hombres maltratadores que contribuir¨ªan a su hundimiento personal, no a su realizaci¨®n.
Durante a?os he escuchado a muchas mujeres identificarse con el personaje que interpreta Zellweger
Ya desde los primeros minutos de Bridget Jones' baby?el espectador aprecia que m¨¢s all¨¢ de los cambios f¨ªsicos de los actores, la evoluci¨®n de los personajes en diez a?os es m¨ªnima. Bridget Jones ha perdido toda frescura y el discurso que maneja acerca de su futuro y sus anhelos es rancio y cursi, tan vanguardista como una novela de Jane Austen le¨ªda en 2016. En la disputa entre Mark Darcy y el matem¨¢tico Jack Qwant por la paternidad del hijo de Bridget, el filme juega en alg¨²n momento con la idea de un nuevo modelo de familia, pero el final feliz de los cuentos de hadas se impone de forma decepcionante.
Durante a?os he escuchado a muchas mujeres identificarse con el personaje que interpreta Zellweger, con el lado imperfecto que en su d¨ªa result¨® revolucionario para una literatura y un cine que en contadas ocasiones mostraba michelines, fajas, tropiezos. Esa naturalidad con la que luchaba contra sus defectos pudo ser liberadora para muchas otras. Algunas hubi¨¦semos deseado un destino menos convencional para Bridget.
Babelia
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