La salida del cl¨®set de Carlos Monsiv¨¢is
La vida homosexual de Monsiv¨¢is, alma m¨¢ter del movimiento gay en M¨¦xico, queda al descubierto en un libro ¡°que le hubiera molestado¡± al escritor
Luchador incansable por los derechos de las minor¨ªas sexuales, alma m¨¢ter del movimiento gay en M¨¦xico, el escritor Carlos Monsiv¨¢is (1938 ¨C 2010) fue un homosexual en la trinchera. Un activista que batall¨® en la clandestinidad, en unos a?os en los que salir del cl¨®set (armario) era motivo suficiente para quedar arrinconado en el lado m¨¢s s¨®rdido de la sociedad.
Su homosexualidad no era ning¨²n secreto. No lo fue para sus amigos, ni para el mundo intelectual. Tampoco para la clase pol¨ªtica, como demostr¨® Diego Fern¨¢ndez de Cevallos al burlarse de ¨¦l por ser gay. En los lugares de ambiente lo conoc¨ªan como La monchi y por muchos era sabido que frecuentaba los ba?os Roc¨ªo o Mina de la Ciudad de M¨¦xico. All¨ª, entre vapores, se encontraba con alg¨²n que otro cuerpo esbelto. Pero, a pesar de su militancia y de acudir recurrentemente a las zonas gais de la capital, nunca hizo una declaraci¨®n p¨²blica sobre su orientaci¨®n sexual.
Ahora uno de sus compa?eros de lucha, Braulio Peralta, saca a la luz en El cl¨®set de cristal (Ediciones B) ¨¦stas y otras an¨¦cdotas de la vida homosexual del escritor. Una obra ¡°muy sesgada¡± que ¡°probablemente le hubiera molestado¡± al autor de D¨ªas de guardar, confiesa este periodista que fue uno de los fundadores del diario La Jornada. En ella, presenta al Carlos Monsiv¨¢is ¡°real y no ideal¡±, ¡°alejado de la fama, la intelectualidad y el mundo cultural¡±, que pelea por los derechos de los gais en los proleg¨®menos de ese movimiento en M¨¦xico.
¡°Discut¨ªamos y confront¨¢bamos mucho. Siempre quer¨ªa vencer en todas las batallas y, desde luego, la guerra la gan¨®. A m¨ª me ha tocado contarla, con el pesar de la familia y de los que creen que esto debe quedar preservado entre las sombras¡±, defiende Peralta.
Firm¨® una multitud de declaraciones por los derechos de los homosexuales, envi¨® un sinf¨ªn de cartas a la prensa y escribi¨® un interminable amasijo de manifiestos que reclamaban igualdad. Monsiv¨¢is comenz¨® la batalla en aquellos a?os 60 y 70 marcados por la fuerte represi¨®n policial contra los movimientos sociales y en los que los tabloides amarillistas no ten¨ªan pudor alguno en tildar a los homosexuales de mujercitos o jotitos.
En esa ¨¦poca, en la que ser gay era considerado por muchos una enfermedad, colabor¨® en la redacci¨®n del Manifiesto en defensa de los homosexuales en M¨¦xico, que firmaron Jos¨¦ Emilio Pacheco, Elena Poniatowska o Juan Rulfo, entre otros intelectuales. Y tambi¨¦n impuls¨® el nacimiento del Frente Homosexual de Acci¨®n Revolucionaria. Una organizaci¨®n que promovi¨® que los gais se manifestaran por primera vez en el pa¨ªs, detalla Peralta en la obra. Ocurri¨® el 2 de octubre de 1978, cuando un grupo de una treintena de homosexuales se unieron a la protesta que conmemoraba el d¨¦cimo aniversario de la matanza de Tlatelolco.
En los a?os 80, sus esfuerzos se centraron en los enfermos de VIH. Su militancia en la causa le llev¨® primero a fundar Letra S, uno de los pocos suplementos a nivel mundial que abordaba esta enfermedad, y a romper despu¨¦s relaciones con el peri¨®dico La Jornada.
Con el VIH se produce la explosi¨®n m¨¢s cruda y valiente de Monsiv¨¢is Braulio Peralta, autor de 'El cl¨®set de cristal'
Una nota que el diario public¨® en sus p¨¢ginas fue el detonante. En ella se anunciaba la disminuci¨®n de enfermos de SIDA en la Cuba de Fidel Castro gracias a la internaci¨®n obligatoria de los infectados. El autor de los Los rituales del caos critic¨® duramente la medida que, a su juicio, convert¨ªa en los leprosos del siglo XX a quienes padec¨ªan esa enfermedad. Su postura se tradujo en una extensa y combativa carta al director que provoc¨® el final de las colaboraciones de Monsiv¨¢is en el peri¨®dico que la izquierda mexicana ha tenido por bandera.
¡°Con la llegada del VIH se produce la explosi¨®n m¨¢s cruda y valiente de Monsiv¨¢is. Ning¨²n intelectual mexicano se entreg¨® como ¨¦l a esta causa. Lo vi llorar y expresar su dolor en manifestaciones y textos. Ayudaba a los enfermos, buscaba los medicamentos que necesitaban cuando se agotaban¡±, recuerda Peralta.
Un activista por los derechos de los homosexuales que prefiri¨® no salir p¨²blicamente del cl¨®set. No quer¨ªa ¡°ser estigmatizado¡±, cuenta este periodista. Tambi¨¦n evitaba as¨ª los motes, burlas y cotilleos que hab¨ªan tenido que soportar otros intelectuales, como el poeta Salvador Novo (1904 - 1974), por hacer p¨²blica su orientaci¨®n sexual.
¡°Con este libro se rompe el off the record. Estamos en una ¨¦poca diferente, en el siglo XXI, parece que ya somos legales, ya no vivimos en la clandestinidad, y la sociedad nos quiere mucho¡±, ironiza.
Su homosexualidad, sin embargo, se hizo patente y notoria en su funeral, cuando el m¨²sico Horacio Franco coloc¨® una bandera gay sobre su f¨¦retro. Repos¨® sobre sus restos el emblema del movimiento que hab¨ªa auspiciado en M¨¦xico, tras un sinf¨ªn de manifiestos, reuniones y declaraciones que hac¨ªan frente al miedo, los prejuicios y las redadas policiales. Una lucha clandestina que permaneci¨® en la sombra hasta su muerte.
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