De caballeros de San Jorge a pandilla de miserables
La apertura de los archivos brit¨¢nicos ha permitido a ?ngel Vi?as reconstruir los sobornos con los que Reino Unido evit¨® la entrada de Franco en la Segunda Guerra Mundial
La bautizaron con un nombre muy rom¨¢ntico, The Cavalry of St George, aunque se trataba de una operaci¨®n que de rom¨¢ntica no ten¨ªa un pelo: sobornar a un buen pu?ado de generales y alg¨²n que otro civil con el prop¨®sito de evitar la entrada de Espa?a en la guerra que, por desgracia, como rezaba la orden de neutralidad dada por el jefe del Estado a todos los s¨²bditos espa?oles, enfrentaba a Alemania e Italia con Inglaterra. Caballeros de San Jorge eran, como ya dej¨® claro Denys Smith, los destinatarios de las guineas con que Gran Breta?a pagaba en el continente a quienes defend¨ªan en medio de las guerras sus intereses. En esta ocasi¨®n, el Gobierno de Su Majestad no se anduvo con taca?er¨ªas: millones de libras llenaron los bolsillos de los Varela, Aranda, Orgaz, Kindel¨¢n, Galarza, Asensio y el hermano Nicol¨¢s, entre otros, con la mediaci¨®n de Juan March, que Mercedes Cabrera dibuj¨® como maestro en el cultivo de relaciones financieras y comerciales con alemanes y brit¨¢nicos.
?ngel Vi?as vuelve sobre el mismo asunto por dos motivos anunciados desde las primeras p¨¢ginas de este libro que rebautiza como Operaci¨®n SOBORNOS ¡ªen may¨²scula¡ª, la hasta hoy mejor conocida como Operaci¨®n Caballer¨ªa de San Jorge. El primero, porque gracias a la ejemplar pol¨ªtica de apertura de archivos p¨²blicos que caracteriza al Reino Unido ¡ªy que Vi?as contrasta con las tropel¨ªas aqu¨ª cometidas por el titular de Defensa, Pedro Moren¨¦s¡ª, ha tocado ahora, cumplidos 70 a?os de los hechos, desclasificar los documentos m¨¢s sensibles relacionados con esta operaci¨®n. El segundo, proseguir su infatigable ¡°tarea de desmitificaci¨®n¡±, con incisos, saltos, exclamaciones y una variada gama de burlas y sarcasmos a lo recientemente escrito, no sobre estos caballeros sino sobre Franco y su pol¨ªtica durante la guerra mundial, por los historiadores que defienden la ¡°h¨¢bil prudencia¡± de Franco al haber negado a Hitler el permiso para que sus tropas cruzaran los Pirineos con el prop¨®sito de rescatar Gibraltar de manos brit¨¢nicas y de paso cerrar el Estrecho.
Como es sabido, Hitler desvi¨® su mirada hacia los Balcanes y la traves¨ªa de Espa?a por los ej¨¦rcitos alemanes no se efectu¨®: son cosas tan elementales, propias de ¡°chavalito de grado¡±, dice Vi?as, que le apena tener que record¨¢rselas al ¡°hagi¨®grafo de Franco¡±, Luis Su¨¢rez Fern¨¢ndez. Pero como no hay pena que un minuto dure, los tirones de orejas y ganchos a la mand¨ªbula propinados a este ¡°eminente acad¨¦mico¡± se multiplican de manera tan abrumadora que hasta el mismo autor duda hacia el final de su trabajo: ¡°Lo hemos citado m¨¢s de lo que en puridad merece¡±. ?M¨¢s? No, infinitamente m¨¢s. Tanto lo ha citado que su presencia, y la de otros historiadores vetero o neofranquistas, en el texto y en las notas llega a convertirse en un pesado lastre.
Por lo dem¨¢s, los documentos ahora desvelados por Vi?as, exhaustivamente glosados, confirman que se trat¨® de una de las m¨¢s brillantes operaciones encubiertas que llev¨® a cabo Reino Unido ¡°en su ¨¦pica lucha por conseguir la victoria¡± y que SOBORNOS se convirti¨® en la principal operaci¨®n oculta de ¨ªndole estrat¨¦gica que los brit¨¢nicos montaron en Espa?a. Desde el embajador en misi¨®n especial, Samuel Hoare, hasta el premier Winston Churchill, pasando por el agregado naval Alan Hildegarth y el financiero mallorqu¨ªn Juan March, todos los detalles y hasta todas las minucias de la operaci¨®n desfilan por este libro en una desbordante expansi¨®n de la serie period¨ªstica que el mismo autor public¨® hace tres a?os, reci¨¦n desclasificada la documentaci¨®n.
De aquellos seis art¨ªculos a estos cientos de p¨¢ginas, m¨¢s un ap¨¦ndice que analiza los planes elaborados por el PWE (pron¨²nciese pi ui, nos advierte) por si Espa?a finalmente entraba en guerra, el lector tendr¨¢ ocasi¨®n de volver, de la mano de un autor que funde en su relato la omnisciencia del narrador con la omnipresencia del desmitificador, a todas las cuestiones relacionadas con la pol¨ªtica franquista de neutralidad primero, de no beligerancia despu¨¦s, y de vuelta a la neutralidad finalmente; sin olvidar los planes muy avanzados de desembarco brit¨¢nico en las islas atl¨¢nticas para el caso de que no bastaran el palo y la zanahoria y Hitler hubiera llegado con sus tropas a Gibraltar con o sin permiso de Franco.
Hitler no se decidi¨®, Franco no declar¨® la guerra a Inglaterra y los brit¨¢nicos dieron por bien empleados los millones de libras entregadas a ¡°una pandilla de miserables¡±, como defini¨® el secretario del Foreign Office, Anthony Eden (seg¨²n recordara Richard Wigg en su Churchill y Franco), a este grupo de generales, muy mon¨¢rquicos y muy patriotas, en su papel de caballeros de San Jorge.
Sobornos. De c¨®mo Churchill y March compraron a los generales de Franco ?ngel Vi?as Cr¨ªtica Barcelona, 2016 590 p¨¢ginas. 24,90 euros
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