El Cid: ¡°S¨¦ que he perdido el favor del aficionado y quiero recuperarlo¡±
El torero vuelve ilusionado a la Feria de Oto?o tras los triunfos de Santander y Logro?o
Manuel Jes¨²s El Cid (Salteras, Sevilla, 1974) estar¨¢ un a?o m¨¢s en la Feria de Oto?o de Madrid, precedido por el indulto de un toro de Adolfo Mart¨ªn el pasado 30 de julio en Santander, y un resonado triunfo ante un ejemplar de Victorino en la feria de Logro?o. Vuelve cargado de ilusi¨®n despu¨¦s de una larga etapa de desconfianza e inseguridad.
Su hoja de servicios es intachable tras 16 a?os como matador de alternativa. Producto de su propio esfuerzo, ha sorprendido muchas tardes por su excelso toreo al natural, y con esa condici¨®n innata ha traspasado a hombros dos veces la Puerta Grande de Madrid y cuatro la del Pr¨ªncipe de Sevilla, y otras tantas que se frustraron porque este Cid no ha sido nunca un espadach¨ªn sobresaliente. Despu¨¦s de la tempestad de ¨¦xitos lleg¨® la calma, y el torero ha padecido una particular traves¨ªa del desierto que parece que ha tocado fin. Este domingo volver¨¢ a Las Ventas para enfrentarse a dos toros de Adolfo Mart¨ªn, y afirma que arde en deseos de que se abra la puerta de cuadrillas.
¡°Voy a intentar estar a la altura de la situaci¨®n que disfruto en estos momentos¡±, asegura el torero. ¡°Me veo con ganas para reencontrarme con el mejor Cid de a?os atr¨¢s, el que a?ora la afici¨®n de Madrid¡±. Afirma que no le han sorprendido los triunfos de Santander y Logro?o tras una larga etapa de oscuridad profesional. ¡°Llevo mucho tiempo de intenso entrenamiento, y me siento al cien por cien f¨ªsica y t¨¦cnicamente. Sab¨ªa que el premio pod¨ªa aparecer en cualquier momento, a la espera de que surgiera un toro que persiguiera la muleta por abajo en quince o veinte muletazos. As¨ª, ha ocurrido lo que todo aficionado quiere ver: un toro bravo y una faena vibrante y profunda; vamos, que lo ¨²nico que hice fue torear¡±.
De todos modos, El Cid reconoce que los ¨²ltimos tiempos no han sido de vino y rosas. ¡°No s¨¦ qu¨¦ me ha podido ocurrir; quiz¨¢, no ha habido comuni¨®n con los toros al comienzo de la temporada. A m¨ª, Sevilla y Madrid me marcan mucho y, si el toro no repite, es dif¨ªcil que mi concepci¨®n del toreo llegue al p¨²blico¡±.
De todos modos, asume que su toreo ha pecado de aceleraci¨®n y falta de hondura. ¡°Quiz¨¢, sea as¨ª. Quiz¨¢, me he acelerado cuando las cosas no sal¨ªan y me asaltaban las dudas y las ganas. Cuando el toro no te permite ligar los muletazos, falta algo; y he pretendido sustituirlo con un tipo de toreo distinto del que yo concibo, y es entonces cuando todo el encanto se rompe¡±.
Malas rachas
¡°Todos los d¨ªas no se puede pintar un cuadro. Y hay que tener en cuenta la suerte, las buenas y malas rachas, que ninguna dura eternamente¡±. ¡°Pero s¨¦ que he perdido el favor el aficionado¡±, admite. ¡°El mundo del toro es as¨ª: cuando no cortas orejas, aparecen las dudas. Pero hay que mantener la cabeza fr¨ªa, la ilusi¨®n y la preparaci¨®n constante para dar la vuelta a la situaci¨®n en un cuarto de hora. Eso ocurri¨® en Santander y Logro?o, y lo que me ha permitido recuperar la confianza del aficionado exigente. Y ahora quiero confirmarla en Madrid¡±.
Est¨¢ convencido el torero sevillano de que en la Feria de Oto?o se ver¨¢ a un artista renovado. ¡°Creo que s¨ª; al menos ¡ªafirma¡ª, saldr¨¦ sin la presi¨®n de la necesidad de cortar las orejas, que, muchas veces, te encorseta. Cuando te vistes el traje de luces, tu mente est¨¢ en la Puerta Grande, y ese sue?o se puede convertir en un impedimento para expresar el toreo¡±.
Sea cual sea el resultado, El Cid manifiesta su intenci¨®n de seguir adelante. ¡°Continuar¨¦ mientras haya aficionados buenos que deseen verme; pero no olvido que la vida son ciclos, y hay que ser inteligente para saber cu¨¢ndo se acaba el tuyo como torero. De momento, mantengo la ilusi¨®n, que es lo m¨¢s importante¡±.
A pesar de todo lo bueno y malo vivido, asegura sentirse muy satisfecho con su carrera. ¡°He conseguido metas que ni siquiera imaginaba cuando comenc¨¦, y creo que tengo el respeto de los aficionados, espectadores y taurinos, que es lo que m¨¢s me llena¡±.
Y se atreve, por ¨²ltimo, a hacer un balance cr¨ªtico de su carrera: ¡°He sido honesto, demasiado honesto muchas veces; nunca he escatimado esfuerzos. He sido un torero de verdad, y he sufrido a?os de altibajos. La muerte de mi padre, por ejemplo, me afect¨® mucho. Para hacer una obra de arte ante un toro hay que estar an¨ªmicamente bien, y yo no siempre lo he estado. Pero he pretendido salir adelante sin perderle la cara al toro, y con una meta en la cabeza: mejorar y torear mejor cada d¨ªa. Y en ello estoy¡¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.