El teatro de Jon Fosse toma tierra en Espa?a: ¡°Evidentemente, esto no es un musical de moda¡±
La publicaci¨®n de un tomo con varias obras del autor noruego y el estreno de ¡®Viento fuerte¡¯ en Madrid reflejan el creciente inter¨¦s por su obra dram¨¢tica tras la concesi¨®n del Nobel
Algunos t¨ªtulos dan pistas de la naturaleza del teatro de Jon Fosse: Sue?o de oto?o (1998), Invierno (2000), Soy el viento (2008), Viento fuerte (2021). G¨¦lido y cortante como una masa de aire polar, pero tambi¨¦n profundo como una oraci¨®n en la oscuridad del invierno. Estos cuatro son precisamente los que acaba de reunir la editorial madrile?a De Conatus en el primer tomo en espa?ol de su obra dram¨¢tica, traducidos por Cristina G¨®mez Baggethum. La publicaci¨®n llega un a?o despu¨¦s de la concesi¨®n del Nobel de Literatura al escritor noruego y en paralelo al estreno de Viento fuerte, este jueves en el teatro Espa?ol de Madrid, que viene a saldar la deuda de Espa?a con Fosse en su faceta como dramaturgo: pese a ser el m¨¢s representado fuera de su pa¨ªs, sus obras (suma m¨¢s de 30) han sido escasamente llevadas a las tablas aqu¨ª.
Tal vez sea por su car¨¢cter deliberadamente cr¨ªptico. Su escritura tiene la textura inaprensible de los sue?os. Los personajes est¨¢n desdibujados, no est¨¢n desarrollados psicol¨®gicamente, no tienen nombres, sino denominaciones gen¨¦ricas como El Hombre, La Mujer, El Uno, El Otro, Padre, Madre. Las conversaciones son minimalistas, a la manera de Samuel Beckett. El espacio y el tiempo tampoco est¨¢n definidos. En cambio, como Harold Pinter, grad¨²a de manera estricta el silencio: pausa, pausa breve, pausa muy breve. Lo cual marca tambi¨¦n un ritmo preciso y altamente po¨¦tico. Frases cortas, repeticiones, met¨¢foras, rimas internas. Esto quiz¨¢ sea herencia de su confesa admiraci¨®n por Lorca. De eso est¨¢ hecho fundamentalmente el teatro de Fosse: abismos pinterianos, esperas beckettianas, poes¨ªa lorquiana.
En Soy el viento, una de sus obras m¨¢s representadas, El Uno y El Otro comparten un aguardiente en un barco, beben en silencio y se preguntan sobre el sentido de la vida. Sue?o de oto?o desarrolla una historia de amor en un cementerio. En Invierno, una mujer y un hombre se encuentran de vez en cuando en una ciudad a donde el hombre viaja por negocios. Viento fuerte viene definido por el propio autor como un ¡°poema esc¨¦nico¡±. Hay tres personajes que configuran un tri¨¢ngulo amoroso: El Hombre, La Mujer, El Joven. El Hombre, al volver a casa tras un viaje, descubre que La Mujer se ha mudado a un nuevo hogar con El Joven. De primeras, lo que se deduce es que El Hombre est¨¢ casado con La Mujer y que El Joven es el amante de ella. Pero a medida que avanza la pieza surgen dudas: ?podr¨ªa ser que los dos hombres sean el mismo personaje en diferentes edades? ¡°Al final, nos damos cuenta de que eso es irrelevante. M¨¢s que personajes, lo que hay en las obras de Fosse son fuerzas. En este caso, se trata de una fuerza vieja frente a una fuerza nueva¡±, apunta el actor Alberto Amarilla, que interpreta el papel de El Joven en la producci¨®n del teatro Espa?ol, en un encuentro con EL PA?S.
A su lado, el director Jos¨¦ Mar¨ªa Esbec subraya que el verdadero personaje de Viento fuerte es el texto. ¡°M¨¢s que intentar entenderlo con la l¨®gica, hay que acogerlo de una manera hol¨ªstica. El sentido se desprende del conjunto. Es como una pesadilla en la que confluyen muchas angustias humanas: la existencial, el miedo a la muerte, la soledad, la vejez¡±, apunta el director. A?ade Amarilla: ¡°Yo la sensaci¨®n que tengo con la obra es que es como el viento. Entonces, el pensamiento y el viento van juntos. A veces es m¨¢s c¨¢lido, otras veces m¨¢s fr¨ªo¡±.
?C¨®mo se materializa en escena algo tan abstracto? Responde el director: ¡°Lo abordamos desde los conceptos fundacionales del texto: el amor, la muerte, el tiempo y dios. Tambi¨¦n desde la propia belleza de la escritura: con la atm¨®sfera esc¨¦nica, el espacio sonoro, el movimiento. Hemos intentado hacerlo de la manera m¨¢s objetiva posible y tratando de no dar una interpretaci¨®n cerrada. La obra la tiene que completar el espectador¡±.
La actriz Zaida Alonso, que encarna a La Mujer, observa las ventajas de una escritura tan abierta: ¡°El hecho de que los personajes est¨¦n en cierto modo desdibujados te ofrece much¨ªsimas posibilidades como actor. A medida que lo vas transitando vas encontrando un mont¨®n de cosas que en una primera lectura no ves. En el caso de mi personaje, por ejemplo, me he ido dando cuenta de lo anulada que est¨¢ esa mujer por parte del hombre. Lo que pasa es que Fosse no te lo muestra de forma obvia, es mucho m¨¢s sutil. Como la vida¡±.
?No temen que un teatro tan cr¨ªptico resulte demasiado ¨¢rido para el p¨²blico? ¡°Evidentemente, esto no es un musical de moda¡±, comenta el actor Felipe Garc¨ªa V¨¦lez ¡ªque interpreta el papel de El Hombre¡ª. ¡°No esperamos que conecte todo el mundo. A veces da la sensaci¨®n de que la cartelera es demasiado uniforme, cuando algo funciona se repite y se repite. Es bastante alienante eso. Necesitamos tambi¨¦n un teatro po¨¦tico como el de Fosse¡±.
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