Nada es lo que parece en el cine de Paul Verhoeven
El holand¨¦s, maestro de la inteligencia, vuelve con 'Elle' a las salas espa?olas, 10 a?os despu¨¦s de 'El libro negro'
Convengamos que la mayor parte de la sociedad actual, y por extensi¨®n, el cine que produce, malvive entre la depredaci¨®n y la supervivencia ensimismada. Mill¨¢n Astray estar¨ªa contento con el ¨¦xito de su "Muera la inteligencia". Uno se imagina a Paul Verhoeven (?msterdam, 1939) paseando por Los ?ngeles, donde vive desde hace tres d¨¦cadas, riendo ante lo que ve en las aceras, en las pantallas, en la vida. ¡°El modelo dominante siempre me ha parecido aburrido. Si algo es dominante, ?para qu¨¦ tomarse la molestia? Solo cuando las cosas son distintas se vuelven m¨¢s interesantes¡±, dec¨ªa hace unos meses, justo antes de la presentaci¨®n en Cannes de Elle, la pel¨ªcula con la que ayer volvi¨® a las carteleras espa?olas una d¨¦cada despu¨¦s de El libro negro (entre medias film¨® la in¨¦dita en Espa?a Steeksepel). As¨ª ha hecho su carrera, un recorrido que arranc¨® con un documental donde puso a hablar a un nazi holand¨¦s en la televisi¨®n por primera vez. A los tab¨²es Verhoeven los machaca a patadas. O los saca a pasear para carcajearse posteriormente en su cara. Con el holand¨¦s nunca lo que uno cree que est¨¢ viendo es realmente lo que est¨¢ viendo. O leyendo, porque su biograf¨ªa sobre Jes¨²s de Nazaret, fruto de dos d¨¦cadas de colaboraci¨®n desde 1985 con Jes¨²s Seminar, un colectivo de te¨®logos y estudiosos de la Biblia, defiende que Jes¨²s era un activista pol¨ªtico radical, un hombre que hac¨ªa exorcismos y que estaba seguro que el reino de los cielos se encontraba en la Tierra. "En realidad, ya hice mi pel¨ªcula sobre Jes¨²s: RoboCop".
Con su cine, la primera lectura es que sus pel¨ªculas basan sus cimientos en la violencia: ¡°El universo es violento por definici¨®n, y el sexo forma parte de ¨¦l. El animal que seguimos siendo se comporta de manera violenta: agrediendo, matando y practicando la dominaci¨®n sexual¡±. Un declaraci¨®n que esconde un profundo mensaje antibelicista. Porque, ?qu¨¦ es si no Starship Troopers, en la que decide mostrar un mundo tan homogeneizado que nada diferencia a un bonaerense de un neoyorquino, en el que el ej¨¦rcito de chavales pluscuamperfectos rezuma aroma a juventudes hitlerianas, en el que la carne de ca?¨®n, aunque cincelada en los c¨¢nones cl¨¢sicos de la belleza, sigue siendo carne de ca?¨®n? A todos aquellos que pensaron que Showgirls (1995) era una pel¨ªcula sobre bailarinas de strip tease en Las Vegas se les pas¨® que en realidad hablaba de la adicci¨®n al dinero, como remarc¨® en un curioso gui?o La gran apuesta (2015): aquellas expertas en lap dance acumulaban hasta cinco hipotecas basura y eran la primera se?al de advertencia ante el advenimiento de la crisis financiera. Pues eso ya lo hab¨ªa apuntado Verhoeven.
?Feminista? El que m¨¢s. Sus mujeres lidian contra los deseos machistas de la sociedad, luchan contra el aburrimiento y el aburguesamiento que s¨ª suelen llevarse por delante a sus coprotagonistas, una l¨ªnea que entronca Instinto b¨¢sico con Elle. Ellas controlan, como en El libro negro, las riendas de su vida. Y ese mensaje abofetea con demasiada contundencia a los agentes y a los ejecutivos de Hollywood, asustados ante la nueva moral. Verhoeven lleva a?os queriendo sacar adelante Elle, basada en Oh..., la novela del franc¨¦s Philippe Djian (Betty Blue, El amor es un crimen perfecto), con una actriz de las grandes del cine hollywoodiense, y por tanto en ingl¨¦s y en EE UU. Ninguna se atrevi¨®, y solo el paso adelante de Isabelle Huppert desatasc¨® el proyecto... y lo devolvi¨® a Francia, que la ha elegido como su candidata al Oscar.
Con su patina de socarroner¨ªa (¡°La iron¨ªa es una elecci¨®n art¨ªstica. Si nos tomamos demasiado en serio las cosas, la ¨²nica soluci¨®n es el suicidio¡±), con su asombrosa visi¨®n premonitoria ¡ªde ah¨ª que incluya un paseo por el mundo de los videojuegos, el ocio que m¨¢s libertad otorga a las pulsiones del ser humano¡ª, al final resulta que el hijo listo, tan sutil como macarra, de Luis Bu?uel y Claude Chabrol es Paul Verhoeven, mes¨ªas de la inteligencia.
Babelia
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