Series a golpe de nostalgia
La a?oranza por el pasado vende en televisi¨®n. Los canales lo aprovechan en la nueva temporada
El pasado verano, en el mundo seri¨¦filo no se par¨® de hablar de Stranger Things. Ambientada en los a?os ochenta, la ficci¨®n recurr¨ªa a los referentes culturales de aquella d¨¦cada para crear un mundo propio. Una historia con gancho y el momento oportuno se uni¨® a un componente nost¨¢lgico que no ocultaban. No fue la primera serie ¡ªni ser¨¢ la ¨²ltima¡ª que recurra a la a?oranza. En otros casos, se resucitan t¨ªtulos de ¨¦xito hace a?os. La vuelta de Expediente X logr¨® buenos resultados en Fox, tanto que ya se plantean m¨¢s cap¨ªtulos. Twin Peaks ultima su regreso en Showtime (en Espa?a, en Movistar +), previsto para 2017.
Netflix es una de las grandes abanderadas de esta tendencia de los ¨²ltimos a?os que en esta temporada se ha acentuado. Sin ir m¨¢s lejos, en noviembre la plataforma online pretende despertar la nostalgia m¨¢s reciente con la vuelta de Las chicas Gilmore. Unos d¨ªas despu¨¦s llegar¨¢n nuevos cap¨ªtulos de Madres forzosas, comedia que recupera los personajes de Padres forzosos y que, seg¨²n un informe de la compa?¨ªa Symphony Advanced Media (Netflix no facilita datos de audiencia), es la serie m¨¢s vista de la plataforma, por delante de House of Cards, Orange Is the New Black o de la propia Stranger Things.
La a?oranza por el pasado est¨¢ ahora m¨¢s presente que nunca en la peque?a pantalla. La necesidad de llenar horas y horas de televisi¨®n hace que las cadenas prefieran a veces no arriesgar demasiado recuperando t¨ªtulos que ya son familiares para los espectadores. En los ¨²ltimos d¨ªas, la televisi¨®n estadounidense ha visto la resurrecci¨®n de MacGyver en forma de joven veintea?ero capaz de quitarse unas esposas con un clip o la reinvenci¨®n de la franquicia de acci¨®n de ¨¦xito en los ochenta y noventa Arma letal. Para los pr¨®ximos meses quedan el regreso de Prison Break o una 24 sin Jack Bauer.
?Por qu¨¦ este auge de la nostalgia televisiva? "El instalarse en otra ¨¦poca que ya no va a volver es casi adictivo, incluso aunque no fu¨¦semos felices en ese momento", defiende Mercedes Cebri¨¢n, autora del libro Verano azul. Unas vacaciones en el coraz¨®n de la Transici¨®n (Alpha Decay). El pr¨®ximo 11 de octubre se cumplir¨¢n 35 a?os del estreno de una de las series espa?olas que m¨¢s recuerdos trae a los que eran ni?os en los setenta y ochenta. "Hay que tener en cuenta a qu¨¦ generaci¨®n se dirige una serie y el contexto que recrea", dice la autora. "La gente que vio Verano azul cuando ya ten¨ªan 20 a?os no son p¨²blico objetivo de las sucesivas reposiciones. Digamos que el chute de emoci¨®n lo obtenemos los que ¨¦ramos ni?os cuando la vimos", a?ade Cebri¨¢n.
"Muchos de los productores ejecutivos, guionistas y directivos de las grandes cadenas est¨¢n en la franja de edad de los treinta y muchos, y es l¨®gico que acaben recurriendo a los referentes de su infancia, adolescencia y juventud", dice Josep M. Bunyol, escritor de Jo tamb¨¦ veia Bola de Drac (Ara Llibres), para explicar el resurgir de los grandes iconos de los ochenta y noventa. "En aquellos a?os, la televisi¨®n tuvo un poder sin precedentes en el que cada programa o serie era visto por millones de personas. Recurrir a todos esos recuerdos televisivos apela directamente a nuestros sentimientos y, si se hace bien, el ¨¦xito est¨¢ asegurado", a?aden Jorge D¨ªaz y Javier Ikaz, autores de la web y los libros de Yo fui a EGB (Plaza & Jan¨¦s).
El recurso al pasado televisivo no asegura buenos datos de audiencia, pero s¨ª hace que tanto el p¨²blico como los anunciantes o el mercado internacional se fijen m¨¢s en una serie. "Todos los seguidores de una serie que vuelve, de una u otra manera, estar¨¢n indignados o emocionados por la perspectiva de ver de nuevo a esos personajes, hablan de ella y la mantienen viva", a?ade Bunyol. Eso s¨ª, no todo vale y detr¨¢s del gancho nost¨¢lgico debe haber algo m¨¢s. "Lo m¨¢s importante es contar bien una historia, administrar la tensi¨®n y los golpes de efecto y crear unos personajes potentes con los que el p¨²blico pueda empatizar. Eso es lo que tiene Stranger Things", completa.
En la televisi¨®n est¨¢ de moda mirar al pasado, pero si dirigimos la vista al futuro, ?qu¨¦ series de hoy podr¨ªan ser objeto de nostalgia televisiva dentro de unas d¨¦cadas? "Deben tener algo que vaya m¨¢s all¨¢ de su calidad objetiva: en una ¨¦poca en la que las series se comentan en las redes sociales a tiempo real, las que seguramente recordaremos m¨¢s son aquellas que nos han hecho sentir parte de una comunidad, aquellas por las que hemos madrugado o nos han invitado a quedar con los amigos para ver un final de temporada, sobre las que hemos le¨ªdo decenas de art¨ªculos o incluso libros", reflexiona Bunyol.
Recuerdos de juventud
Los libros que han publicado Cebri¨¢n, Bunyol y D¨ªaz e Ikaz son ejemplos del tir¨®n de la nostalgia, y no solo la vinculada a la peque?a pantalla. ?Somos m¨¢s nost¨¢lgicos ahora? "No nos gusta reconocerlo, pero al final a todos nos emociona recuperar alg¨²n recuerdo de nuestra infancia que ten¨ªamos olvidado", dicen los autores de Yo fui a EGB, que no se atreven a apostar por un t¨ªtulo televisivo que les gustar¨ªa recuperar: "nos parece muy peligroso lo de recuperar series que nos encantaban en nuestra infancia porque, la mayor¨ªa de las veces, lo que realmente estamos echando de menos es volver a ser ni?os", reflexionan.
"Cada vez que una generaci¨®n llega a los 35 a?os se desencadena la hormona o gl¨¢ndula o lo que sea que genera la nostalgia, la a?oranza hacia la juventud perdida y su contexto hist¨®rico-cultural. As¨ª que siempre habr¨¢ un colectivo de nost¨¢lgicos activos en el mundo", completa Mercedes Cebri¨¢n. "Ahora solo tenemos m¨¢s canales para dejar que fluya esa pasi¨®n por el pasado", remata Josep M. Bunyol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.