Moby Dick llega a Zamora
Las obras de temas marinos de Jos¨¦ Ram¨®n S¨¢nchez protagonizan una exposici¨®n en el Museo Etnogr¨¢fico de Castilla y Le¨®n
Hay gente que lleva el alma por fuera y ese alma atrapa el de los dem¨¢s; a¨²n m¨¢s cuando apela a la infancia como la de Jos¨¦ Ram¨®n S¨¢nchez (Santander, 1936). Y es que hay toda una generaci¨®n de ni?os espa?oles, hoy ya adultos, que creci¨® viendole dibujar en una televisi¨®n que en aquel momento era ¨²nica.
S¨¢nchez, Premio Nacional de Ilustraci¨®n 2014, particip¨® en programas como Sabadabada o El Kiosko, donde se val¨ªa de unas cartulinas, unos rotuladores y su hipnotizante capacidad de comunicaci¨®n para captar a esos peque?os en los que encend¨ªa el interruptor de la curiosidad sobre cualquiera de los personajes de los que hablaba, ya fueran escritores, pintores, m¨²sicos, cineastas... Muchos de estos ni?os de los setenta y de los ochenta se acercan hoy a este artista y se les vuelve a poner alma y rostro de ni?os mientras le dicen con admiraci¨®n: "Yo te ve¨ªa". "Estudi¨¦ Bellas Artes por ti". Esto le ha pasado hasta con artista conocidos como Joaqu¨ªn Cort¨¦s, un ni?o que bailaba en los programas donde S¨¢nchez dibujaba y al que una vez regal¨® un dibujo de Nijinsky. Muchos a?os m¨¢s tarde, Cort¨¦s le cont¨® a S¨¢nchez que ¨¦l fue el primero que le habl¨® de este gran bailar¨ªn. Otro encuentro de este tipo del que guarda un cari?oso recuerdo es que tuvo con Javier Olivares en la entrega de premios nacionales 2014-2015. El autor de Las meninas y Premio Nacional del C¨®mic 2015 se acerc¨® a S¨¢nchez para demostrarle su admiraci¨®n. Pero fue este el que qued¨® emocionado porque "un maestrillo" y su alumno recibieran este premio juntos. "El aprendiz se fusiona con el maestro", concluy¨®. Estas escenas se repitieron el pasado 23 de septiembre durante la inauguraci¨®n de La gran aventura del mar en el Museo Etnogr¨¢fico de Castilla y Le¨®n. Una exposici¨®n que mostrar¨¢ hasta el 15 de enero de 2017 pinturas y dibujos de Moby Dick y de Gentes de sotileza realizados por S¨¢nchez ya en el siglo XXI, cuando se "autoexili¨®" y volvi¨® a Santander despu¨¦s de una larga carrera profesional en Madrid. Y es que cuando se le pregunta a este ilustrador que cu¨¢l es su d¨¦cada, no duda ni un ¨¢pice en decir: "Esta".
Esta, porque sigue descubriendo, pintando, escribiendo y leyendo cada d¨ªa, sin olvidar su gran pasi¨®n: el cine. Porque sigue sacando ese ni?o que lleva dentro, ¨¦l tambi¨¦n. Porque entusiasmado cuenta c¨®mo en las paredes azules casi verdes o verdes casi azules -colores marinos al fin y al cabo- de la exposici¨®n conviven dos conjuntos de obras que ¨¦l consideraba tan dispares que nunca se le hubiera ocurrido combinar: "La grandiosidad de Moby Dick con el costumbrismo de Sotileza". Est¨¢ encantado de la fusi¨®n que la comisaria de la muestra, Ruth Dom¨ªnguez Vi?as, ha conseguido: "Si el capit¨¢n del Pequod viera a estos marineros santanderinos no dudar¨ªa en embarcarlos". Pero si S¨¢nchez tuviera que quedarse con una sola de las piezas de esta gran aventura marina que se muestra en Zamora, lo tiene claro: "Los dibujos, porque son el g¨¦nesis, el principio de todo, el alma de la obra, los que explican el proceso. Ahora estoy preparando un libro para contar lo que hay debajo de los cuadros que son lo sagrado, los dibujos explican el proceso, el oficio. Reunir¨¦ m¨¢s de 2.000".
Cuando S¨¢nchez ve una de sus exposiciones una de las cosas que m¨¢s le sorprende son las horas de trabajo invertidas. Se?ala que el artista no es m¨¢s que "oficio, oficio y oficio". Y eso es lo que caracteriza a este trabajador de 80 a?os reci¨¦n cumplidos, a ese alma tan sobria como arrebatadora, tan excesiva como austera, tan como el mar: brava en algunas ocasiones y en calma en otras. Ora et labora (reza y trabaja) es uno de sus principios vitales, el que lleva a cabo en su d¨ªa a d¨ªa en que trabaja en la soledad de su casa-estudio. La soledad del artista que rompe en momentos como las inauguraciones, en la que se demuestra que su agilidad comunicativa sigue intacta. Salta desde sus innumerables referentes: Van Gogh, Dickens, Walt Disney, Shakespeare... a episodios de su infancia en que el asma le oblig¨® a alejarse de su ciudad natal y de sus padres para ir a estudiar a Palencia -de ah¨ª, lo que ¨¦l considera su dualidad castellana-c¨¢ntabra-.
La falta de aire le llev¨® a la meseta y muchos a?os despu¨¦s, esa falta metaf¨®rica de aire le devolvi¨® a su "tierruca" para ser libre. "Volv¨ª a Santander dos meses antes de cumplir los 60, quer¨ªa reinventarme. En Madrid ten¨ªa muchos encargos, de publicidad, de editoriales... M¨ªa fue la imagen de las campa?as electorales de PSOE del 1977 y 1979, esa s¨ª que era la imagen del cambio. Me jubil¨¦ para empezar a trabajar en lo que quer¨ªa en lo que hab¨ªa so?ado en la infancia y en la adolescencia". S¨¢nchez cuenta que cuando sal¨ªa del plat¨® de televisi¨®n y sus compa?eros se iban a tomar algo ¨¦l dec¨ªa que se iba al taller a dibujar. "Si ya has dibujado", le respond¨ªan. No como ¨¦l quer¨ªa. En Santander solt¨® el rotulador y cogi¨® el l¨¢piz y el pincel. A veces los sujeta con la boca, "es un gesto muy m¨ªo", afirma mientra se muestra as¨ª en una de las obras de la exposici¨®n. Est¨¢ de espaldas, le gusta representar a los personajes en esta posici¨®n, dan m¨¢s posibilidades al espectador que entra en el juego de imaginar qu¨¦ hacen, qu¨¦ conversaciones tendr¨¢n, qu¨¦ piensan...
La capacidad creativa de este ilustrador es desbordante, desde hace 14 a?os ha publicado en la editorial Valnera m¨¢s de 15 libros entre los que destacan: Moby Dick, La divina comedia, Gentes de sotileza, Cuando el abuelo fue ni?o, los dibujos para el guion de Primos (la pel¨ªcula de su hijo, Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo). Adem¨¢s de una ingente cantidad de material sobre la vida y obra de Van Gogh, su pr¨®ximo libro de dibujos y una novela sobre Lon Chaney.
Si en los ochenta S¨¢nchez era un puente que entre los ni?os y las artes, en cualquiera de sus manifestaciones, durante estos meses, la aventura de S¨¢nchez en el museo zamorano une el mar con las tierras castellanoleonesas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.