Ang Lee rueda el futuro del cine

La audacia no es exactamente lo que hoy m¨¢s abunda en el mermado paisaje audiovisual que copa las salas de cine. Sin embargo, a¨²n quedan magos del celuloide dispuestos a jugar, contadores de historias capaces de combinar narrativas a la altura de mentes adultas con emociones sin descafeinar y talento audiovisual. ?se es el caso del taiwan¨¦s-estadounidense de 62 a?os Ang Lee quien, lejos de acomodarse al calor de sus dos oscars como director por Brokeback Mountain y La vida de Pi y de sus innumerables premios internacionales, ha optado por volver a adentrarse en territorios tecnol¨®gicos desconocidos sin olvidarse de que el cine no solo es imagen. ¡°La tecnolog¨ªa debe estar al servicio de la expresi¨®n art¨ªstica, para darle fuerza y frescura, porque lo m¨¢s importante es la historia y el drama¡±, escribi¨® recientemente al anunciar el estreno de su pr¨®xima pel¨ªcula.

Si en 2012 abr¨ªa un nuevo camino en el 3D utiliz¨¢ndolo en La vida de Pi para hurgar en el coraz¨®n del espectador, abr¨®chense los cinturones porque el pr¨®ximo 11 de noviembre llega Billy Lynn¡¯s Long Half Time Walk, filmada a 120 fotogramas por segundo, en 4k de resoluci¨®n y en 3D. Aunque, mala noticia para Espa?a, para poder verla en este nov¨ªsimo formato habr¨¢ que estar en Taip¨¦i, Nueva York, Pek¨ªn, Shangh¨¢i o Los ?ngeles, las ¨²nicas cinco ciudades del mundo que dispondr¨¢n para entonces de una sala de cine preparada para el desaf¨ªo. El resto tendr¨¢n que conformarse con los cl¨¢sicos 2D y 3D.

Desde que el sonido lleg¨® al celuloide, las pel¨ªculas se han grabado y proyectado a 24 fotogramas por segundo, hasta que la aparici¨®n de la tecnolog¨ªa digital hizo que ese n¨²mero subiera a 25 o 30. Peter Jackson hab¨ªa sido el cineasta m¨¢s audaz hasta ahora al filmar su trilog¨ªa The Hobbit a 48 fotogramas por segundo, en un intento por eliminar el mareo que a veces produce el 3D pero el resultado visual no cal¨® en la industria porque no gust¨® entre el p¨²blico ¡ªal margen de la taquilla multimillonaria de la saga¡ª. La textura de la imagen adquir¨ªa un aire poco cre¨ªble y en su caso, adem¨¢s, estaba puramente al servicio de las escenas de acci¨®n en una de las superproducciones m¨¢s caras de la historia.

No obstante, el experimento de Ang Lee va mucho m¨¢s all¨¢ puesto que su nueva pel¨ªcula, como siempre en el caso de este demiurgo de las emociones, los sentimientos son clave y el presupuesto, unos modestos 48 millones de d¨®lares, dista mucho de ser una superproducci¨®n. ¡°Cuando filmas a m¨¢s de 60 fotogramas por segundo, sobre todo en 3D, ya no sientes que se trata de una historia ajena a ti, te sientes parte de la historia. Ya no puedes mantenerte al margen y mirar como un extra?o. Sientes que est¨¢s dentro de ella¡±. Con estas palabras Lee explic¨® el pasado viernes durante una rueda de prensa en Taip¨¦i las sensaciones que espera producir con un drama en la que la guerra (de Irak), con sus balas, bombas y sangre se funde con la guerra interior de un soldado que regresa a casa y no puede olvidar y aunque la historia suene familiar, trat¨¢ndose de Lee y de su primera pel¨ªcula tras cuatro a?os de ausencia, las expectativas son muy altas.

¡°Yo sigo siendo un advenidizo, a¨²n estoy aprendiendo. Tengo m¨¢s de sesenta a?os y ten¨ªa que probar, ver el resultado y que vosotros lo vierais¡±, dijo tras la presentaci¨®n de los 11 ¨²nicos minutos que hasta ahora se han mostrado del filme y que en Taip¨¦i ni siquiera se vieron en el formato original porque el proyector a¨²n no est¨¢ listo. El propio Lee confes¨® que mientras filmaba ¨¦l tampoco ve¨ªa lo que rodaba tal y c¨®mo era. ¡°Los monitores de rodaje solo pueden mostrar un m¨¢ximo de 60 fotogramas por segundo as¨ª que no siempre sab¨ªa exactamente el resultado de lo que estaba haciendo. Pero soy una persona muy afortunada porque a mi edad a¨²n me pagan por aprender¡±, dijo con iron¨ªa y humildad en Taip¨¦i, una ciudad que adora a su ¨²nico cineasta con oscar y donde un empresario avispado ha optado por aprovechar el tir¨®n que tiene Lee en Taiw¨¢n para invertir un mill¨®n de d¨®lares en equipar uno de sus cines para el estreno del filme (un proyector de 3D con l¨¢ser de alt¨ªsima definici¨®n 4K y capaz de operar a 120 fps). No obstante, dada la crisis que viven las salas en todo el planeta parece dif¨ªcil que otros est¨¦n dispuestos a hacer la misma inversi¨®n, al menos de momento y con las pel¨ªculas en realidad virtual acechando por m¨²ltiples frentes. Si el resultado fuera tan impresionante como Lee parece sugerir, quiz¨¢s otros cineastas le sigan y otros exhibidores se atrevan a invertir con la esperanza de arrancarle a la gente el m¨®vil y el iPad de las manos para volverlos a meter en una sala de cine. De momento la primera cita oficial con el p¨²blico ser¨¢ el pr¨®ximo 14 de octubre en el New York Film Festival. Solo entonces sabremos si el futuro del cine tiene de verdad un nuevo rostro dibujado por una c¨¢mara acelerada.