La revelaci¨®n permanente de Usandizaga
'Las golondrinas' es, probablemente, la obra l¨ªrica espa?ola de mayor ¨¦xito en su estreno de todo el siglo XX
Las golondrinas es, probablemente, la obra l¨ªrica espa?ola de mayor ¨¦xito en su estreno de todo el siglo XX y, dada su envergadura t¨¦cnica y musical, habla muy bien de un momento, 1914, en que todo parec¨ªa posible. Un a?o antes, 1913, Falla estrenaba en Niza La vida breve. Pero Las golondrinas se present¨® en Madrid y obtuvo un apoyo sin fisuras de p¨²blico, cr¨ªtica y aparato cultural, en el que destacaron dos matrimonios, el de los Mart¨ªnez Sierra y el de Sagi Barba / Vela.
Las golondrinas
M¨²sica de Jos¨¦ Mar¨ªa Usandizaga. Libreto de Mar¨ªa y Gregorio Mart¨ªnez Sierra. Direcci¨®n musical: ?liver D¨ªaz. Direcci¨®n de escena: Giancarlo del Monaco. Escenograf¨ªa: William Orlandi. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Coro del Teatro de la Zarzuela. Reparto: Carmen Romeu / Raquel Lojendio, sopranos (Lina); Nancy Fabiola Herrera / Ana Ibarra, 'mezzos' (Cecilia). Rodrigo Esteve / Jos¨¦ Antonio L¨®pez, bar¨ªtonos (Puck). Teatro de la Zarzuela. Del 7 al 23 de octubre.
Las golondrinas resiste el tiempo e incluso crece. Es una m¨²sica extraordinaria, casi milagrosa, y quien no la conozca o se haya olvidado de ella se suele quedar impresionado por tal obra maestra de un chaval de veintipocos a?os y que fallecer¨ªa apenas dos despu¨¦s del estreno.
Pero si casi todo en ella sigue sorprendiendo y agrand¨¢ndose en ese siglo largo transcurrido, quedan residuos de dif¨ªcil digesti¨®n, y el principal es el nudo del argumento. El asesinato pasional, o, dig¨¢moslo claramente, crimen de g¨¦nero gozaba de una irritante tolerancia. Choca m¨¢s a¨²n que el libreto sea de una mujer, Mar¨ªa Lej¨¢rraga, por m¨¢s que se escondiera en la sombra del apellido del marido.
Puck mata a su amante Cecilia porque no lo ama (a lo Carmen, Pagliacci, Wozzeck, etc.). Y Giancarlo del Monaco, responsable de esta dramaturgia, muestra inteligentemente a Puck como un psic¨®pata, sin mayores matices, todo un acierto. Pero eso, a su vez, deja a Lina muy desdibujada, la tercera parte del tri¨¢ngulo, la que ama, sufre, comprende y, a la postre, asume el car¨¢cter asesino de un amado que no parece haber hecho nada para merecer tanto. Con todo, es un intento muy loable de poner racionalidad en el ¨²nico punto endeble de esta historia.
Las golondrinas tiene momentos extraordinarios, la pantomima central, con una m¨²sica deliciosa y de factura t¨¦cnica fuera del alcance de cualquier m¨²sico espa?ol de su ¨¦poca; el tratamiento de los textos de Mar¨ªa Lej¨¢rraga, auxiliada por Rivas Sheriff, con una carga po¨¦tica y simb¨®lica alejada del verso en rima; la caracterizaci¨®n dram¨¢tica de los protagonistas. En fin, es una ¨®pera (naci¨® zarzuela, pero el hermano de Jos¨¦ Mar¨ªa, Ram¨®n, musicaliz¨® las partes habladas tres lustros despu¨¦s) de un genio que brillaba especialmente en un pa¨ªs sin ellos (Falla se mostrar¨ªa como tal poco m¨¢s tarde).
Su reposici¨®n en el Teatro de la Zarzuela es el primer tanto de gran alcance del periodo Daniel Bianco. La versi¨®n, en producci¨®n propia, del Teatro de la Zarzuela es muy ambiciosa. Del Monaco, aparte de lo ya dicho, insufla vitalidad y ritmo sin casi peros. La direcci¨®n musical de ?liver D¨ªaz es redonda para una partitura nada f¨¢cil, llena de sutilezas y de texturas sinf¨®nicas. En cuanto a los protagonistas del estreno (el tr¨ªo principal tiene un segundo reparto de similar calidad), se?alemos a la soprano Carmen Romeu (Lina), dando cuerpo al personaje m¨¢s rico y positivo, con entereza vocal y grandes dotes interpretativas. La mezzo Nancy Fabiola Herrera canta muy bien un papel teatralmente m¨¢s desabrido que parece haber interiorizado que si la van a matar ser¨¢ por algo. El bar¨ªtono Rodrigo Esteve asume con disciplina el car¨¢cter enfermizo de Puck y canta con br¨ªo el papel que encarn¨® magistralmente Emilio Sagi Barba. El resto de la producci¨®n tiene un nivel muy alto, se?alemos el grupo circense que se afana con profesionalidad suficiente en dar espesor a la puesta en escena.
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