Ni?o Adri¨¢n, enfermo de c¨¢ncer y taurino: las redes nos vuelven locos
Los mensajes que desean la muerte del menor ?son de antitaurinos? ?de fan¨¢ticos taurinos para desprestigiar a su adversario? M¨¢s que denuncias hace falta sensatez
Los mensajes de algunos descerebrados sobre la vida y la muerte del ni?o Adri¨¢n, enfermo de c¨¢ncer y aficionado a los toros, nos est¨¢n volviendo locos. Y todo, porque se han extendido por las redes sociales, que los han convertido en acontecimiento nacional, reflejado con todo lujo de detalles por distintos medios de comunicaci¨®n en una exageraci¨®n carente de toda prudencia.
Con celeridad ha actuado la Fundaci¨®n del Toro de Lidia (FTL), que ha anunciado la interposici¨®n de acciones legales contra las personas que hayan atentado contra el derecho al honor del chaval, al tiempo que se repiten las condenas de particulares y portavoces medi¨¢ticos y sociales contra estos malnacidos y en defensa de la fiesta de los toros.
Vamos a ver. Primero, ?qui¨¦nes son esos antitaurinos que desean la muerte de un inocente? No se sabe, han lanzado su maldad, han cerrado sus cuentas de Twitter y, desde el cobarde anonimato, r¨ªen a carcajadas ante el esc¨¢ndalo promovido. Habr¨¢ delito, ¡ªsi es que hay juez que acepte tal consideraci¨®n y no los considere un normal ejercicio de la libertad de expresi¨®n¡ª, pero no hay autor. Otra vez, como ya ocurri¨® con ocasi¨®n de la muerte del torero V¨ªctor Barrio, la FTL se podr¨¢ querellar contra fantasmas.
Pero, ?son antitaurinos o, acaso, solo malvados? ?No ser¨¢n unos enfermos que gozan con el juego de la desorientaci¨®n de los dem¨¢s? ?O ser¨¢n, qui¨¦n sabe, por qu¨¦ no, unos fan¨¢ticos taurinos que han encontrado en las redes sociales el mejor caldo de cultivo para desprestigiar a los detractores de la tauromaquia?
Entre locos anda el juego, y en ese escenario son posibles todas las conjeturas.
Segundo: la sociedad no est¨¢ enferma; los enfermos son solo unos cuantos. Y los ha habido siempre. La ¨²nica novedad es que, hoy, un loco abre una cuenta de Twitter y puede enfangar la sociedad con mensajes cargados de odio.
La sociedad est¨¢ sugestionada y abducida por las redes, de modo que se escandaliza ante cualquier idiotez. Y lo peor es que hay medios que la convierten en noticia y la engrandecen hasta extremos de locura. ?Vaya paradoja¡!
Y tercero. Si los mensajes proceden de antitaurinos de verdad, m¨¢s que locos extremistas son tontos de remate. No hay peor campa?a contra los enemigos de los toros que los mensajes que desean la muerte para un ni?o enfermo. Como sigan as¨ª, pronto conseguir¨¢n lo que no consiguen las figuras del toreo: llenar las plazas, aunque no sea m¨¢s que para mostrar la repulsa a unos enemigos tan repugnantes.
Lo ¨²nico que llama la atenci¨®n es que el PACMA, el partido de los animalistas, no haya dicho esta boca es m¨ªa. No es que el que calla otorga, pero se pod¨ªa esperar un mensaje de firmeza y alejamiento de posiciones aberrantes que en tan mal lugar lo dejan. No parece cre¨ªble que el PACMA est¨¦ de acuerdo con los mensajes de los locos, porque, en caso contrario, s¨ª que ser¨ªa una aut¨¦ntica locura: 284.848 espa?oles le ofrecieron su voto en las ¨²ltimas elecciones generales, y todos ellos merecen un respeto y debieran exigir claridad de planteamiento.
En una palabra: las redes no est¨¢n volviendo locos; porque locos de remate los ha habido siempre, pero no ten¨ªan el altavoz que hoy les ofrece Twitter. Por eso, lo m¨¢s grave y peligroso no son los mensajes, sino que la atenci¨®n que les prestamos.
M¨¢s que una denuncia policial ser¨ªa necesaria una buena dosis de sensatez, y atenci¨®n siqui¨¢trica gratuita para algunos perturbados que hoy desean la muerte al ni?o Adri¨¢n y ma?ana cuelgan de un ¨¢rbol a un pobre galgo. ?Es que los locos son as¨ª¡!
Babelia
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