Tomatito y Michel Camilo mantienen viva su chispa
El guitarrista flamenco y el pianista de jazz redondean su trilog¨ªa ¡®Spain¡¯ con una nueva entrega
Tomatito y Michel Camilo ya son mayores de edad. Acaban de cumplir 18 a?os de alianza entre las cuerdas de su piano y su guitarra desde que se juntaran un buen d¨ªa a tocar juntos en Barcelona. Lo han hecho con Spain forever, tercer disco a d¨²o, donde dan cuenta de una madura, sabia y refrescante complicidad. ¡°La m¨²sica sin amistad, no es negocio¡±, afirma el guitarrista.
¡°Hemos roto ese tab¨² que afirmaba que entre la guitarra y el piano no pod¨ªa salir nada bueno¡±, agrega Camilo. Cierto, exist¨ªa esa reserva. Se trata de dos instrumentos con demasiado ego. Y con peligrosas semejanzas t¨ªmbricas para la fusi¨®n. Pero ellos han sabido sentarlos a dialogar en pos de una de las alianzas m¨¢s fascinantes que se han dado de la mano del jazz y el flamenco hasta la fecha.
A fuerza de labrar un estilo propio, plagado de complicidades y sonoridades ajenas que han logrado hacer comunes. ¡°Cuando empez¨® a sonar la cosa lo sent¨ªamos agradable, bonito, natural¡±, a?ade el pianista. ¡°Hemos jugado toda una buena pasada a quienes negaban la conveniencia de esa uni¨®n¡±.
¡°Hemos roto ese tab¨² que afirmaba que entre la guitarra y el piano no pod¨ªa salir nada bueno
Luego fueron sumando repertorio. Buscando aliados que no desentonaran, con los que pudieran llevarse musicalmente bien. Vivos o muertos. Tomatito tentaba al pianista con su ¨ªdolo Astor Piazzolla o su admirado colega argentino Luis Salinas, Camilo demostraba que las penetrantes melod¨ªas minimalistas de Erik Satie cuadraban desde su elegancia francesa en el suculento exotismo de sus manos.
Lo mismo han hecho con el Cinema Paradiso, de Ennio Morricone ¨C¡°para certificar ese car¨¢cter cinematogr¨¢fico que quer¨ªamos darle al disco¡±, comenta Camilo-, tambi¨¦n de la mano de Egberto Gismonti, Django Reinhardt o anteriormente con Joaqu¨ªn Rodrigo y su Concierto de Aranjuez. Y, siempre, en cada entrega, bajo la atenta mirada de Chick Corea: ¡°Fue ¨¦l quien nos junt¨®¡±, confiesa el pianista. No lo olvidan.
La acad¨¦mica destreza del dominicano penetra en la tel¨²rica disciplina del andaluz con una chispa com¨²n a la que ambos llaman respeto. ¡°Yo vengo del flamenco, a m¨ª nadie me ha ense?¨® a leer una partitura. Prepar¨¦ el Concierto de Aranjuez con un amigo profesor que se puso enfrente m¨ªo a ense?arme¡±, confiesa Tomatito. Camilo se ha centrado en el jazz latino, pero se adentra habitualmente en el repertorio cl¨¢sico. Incluso ha compuesto un Concierto para piano y orquesta. Dos mundos bastante dispares.
En apariencia¡ y siempre antes de que Paco de Luc¨ªa no tendiera puentes inimaginables por los que tantos transitan hoy. ¡°El abri¨® las puertas y nos dej¨® se?alado el camino¡±, asegura el guitarrista almeriense, que comparti¨® con el maestro devoci¨®n y a?os de vida junto a Camar¨®n, acompa?¨¢ndole en su legendario cante.
Vuelven de gira juntos a partir de noviembre. Comienzan en el Palau de la M¨²sica de Barcelona, donde se unieron, contin¨²an por Jap¨®n¡ A lo largo de todos estos a?os, han elaborado su propio m¨¦todo. ¡°Muy parecido a lo que aplicaba Isaac Peral si le hablaban del submarino. Lo importante no es que se hunda, sino que flote. Nosotros, lo mismo, cuando la m¨²sica flota, vamos bien¡±, comenta Tomatito.
As¨ª crecen juntos y aportan los bagajes de las diferentes experiencias que suman como solistas. Pero lo que prima es el trabajo: ¡°Yo siempre tengo el cuerpo preparao para la guitarra. Mi vida, a no ser que tenga que hacer mandaos propios de cabeza de familia, como soy, es cogerla cada ma?ana y tocar. Eso me hace feliz¡±.
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