Los editores iberoamericanos piden un libro sin fronteras
La ¡®Declaraci¨®n de Barcelona¡¯, re¨²ne a 21 pa¨ªses y reclama la libre circulaci¨®n de ideas y la eliminaci¨®n de los aranceles que frena la facturaci¨®n entre un 5 y un 10%
El libro no puede tener trabas. De ning¨²n tipo: ni arancelarias, ni aduaneras, ni fiscales, ni administrativas. Y eso, adem¨¢s del trasunto comercial que conlleva, es la mejor manera para garantizar la libre circulaci¨®n de ideas y la libertad de expresi¨®n. Esa es la filosof¨ªa de la ya bautizada como Declaraci¨®n de Barcelona que este mi¨¦rcoles lanz¨® el Grupo Iberoamericano de Editores (GIE), que agrupa a todas las c¨¢maras del libro y asociaciones de editores de 21 pa¨ªses (incluidos Portugal y Brasil) y que piensan elevar a la pr¨®xima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Organizaci¨®n de Estados Americanos. La fecha (12 de octubre, d¨ªa de la Hispanidad) y el escenario, la Feria Internacional del Libro, Liber, que se celebra hasta el viernes en la capital catalana, enmarcan la declaraci¨®n y no pod¨ªan ser m¨¢s simb¨®licos.
El espa?ol como ¡°idioma sint¨¢ctico y gramaticalmente homog¨¦neo¡± que es y la constataci¨®n que casi mil millones de personas son las que hablan espa?ol o portugu¨¦s son los pilares del documento para solicitar a los gobiernos medidas que pasen por ¡°planes permanentes de fomento de la lectura y del libro¡± con el fin de ¡°convertir a la regi¨®n en una regi¨®n de lectores¡±. Inseparable de ello es ¡°dise?ar planes de acci¨®n contra la pirater¨ªa¡±, as¨ª como la ¡°protecci¨®n y fomento de la Propiedad Intelectual¡±. Para todo ello, el GIE propone que no se sobrepasen los dos a?os para aplicar la eliminaci¨®n de las trabas arancelarias y fiscales, pero tambi¨¦n, de las que no son s¨®lo econ¨®micas o administrativas, como lanza sutilmente un comunicado que no ten¨ªa precedentes desde 1958.
¡°No se trata de regular contenidos, pero tampoco de mantener los l¨ªmites a la libertad de expresi¨®n; quiz¨¢ ya no hay censura oficial en el continente, pero est¨¢ claro que en pa¨ªses como Venezuela o Cuba se mantiene cierta vigilancia sobre los libros¡±, fija Daniel Fern¨¢ndez, vocal de la GIE como presidente de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a, gran impulsora de la iniciativa. A Cuba, esa declaraci¨®n la afecta de lleno: mantiene a¨²n un notable control ideol¨®gico sobre los libros pero, adem¨¢s, se ha saltado sistem¨¢ticamente la legislaci¨®n de los derechos de autor. Por ello est¨¢ en la GIE como en una nube: no integrada plenamente, pero con voto. ¡°Poco a poco entran en las leyes de mercado¡±, opina Fern¨¢ndez.
El acuerdo tambi¨¦n dinamizar¨ªa econ¨®micamente el sector, ahora castigado por pol¨ªticas como la de Argentina, que blind¨® su aduana a la entrada de libros de importaci¨®n, decisi¨®n que, por ejemplo, fue contestada por Uruguay con una medida bilateral pareja. Algunos expertos cifraban ayer, extraoficialmente, entre un 5 y un 10% el incremento de la facturaci¨®n del libro en castellano que comportar¨ªa la aplicaci¨®n de la Declaraci¨®n de Barcelona. El sector editorial espa?ol ser¨ªa el m¨¢s beneficiado.
De regreso a un perfil de feria m¨¢s profesional, Liber se mostraba ayer en su primera jornada obsesionada con c¨®mo vender m¨¢s libros en el extranjero y con los ebooks. Javier Celaya, fundador del portal Dosdoce.com de an¨¢lisis de tendencias, moder¨® un encuentro sobre modelos de negocio digitales del libro, con conclusiones como que el ebook crece en espa?ol m¨¢s en Latinoam¨¦rica y EE UU que en Espa?a, si bien factura aqu¨ª m¨¢s del 5% oficial: entre el 10 y el 15%, fruto de una bolsa no cuantificada formada por los ebook de la creciente autoedici¨®n y los de los sellos independientes. Y se asoma una segunda fase: el ebook se acerca al mundo del videojuego, donde el 30% de ventas son las tiendas y el resto, por el pago de una ampliaci¨®n de producto (potencia, jugadores¡) que parcialmente se puede descargar gratuito. Traducido al mundo del libro: selecci¨®n de contenidos fragmentados, cre¨¢ndose uno a la medida un libro.
No escribir ¡°vosotros ni culo¡± y nada de sexo
En este Liber, un escenario recurrente es el mercado hispano de los EE UU. Son, tras M¨¦xico, el gran pastel, con 60 millones de hispanohablantes. Pero no se les puede vender cualquier cosa. Alex Correa, presidente de Lectorum Publications, gran distribuidor de libros en espa?ol en EE UU, dibuj¨® lo que requiere vender ah¨ª. ¡°Que no aparezcan en los textos ni el vosotros, ellos usan m¨¢s el ustedes, ni culo o mierda: en su contexto es muy soez¡±. Y en ilustraciones, nada de sexo, alcohol ni cigarrillos. ?Censura? Mercado: escuelas y bibliotecas rechazan libros con esos contenidos. Tambi¨¦n recomend¨® m¨¢s traducciones: ¡°Los ni?os quieren leer lo que sus amigos anglosajones para compartir contenidos¡±. Y vigilar el precio, con m¨¢s ediciones en r¨²stica: ¡°No por norteamericanos, son ricos¡±.
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