Odisea al ralent¨ª
'Dead Slow Ahead', debut como director de Mauro Herce, explora la compleja relaci¨®n entre el hombre y sus creaciones
Cuando a finales del 2012 Mauro Herce viaj¨® hasta el puerto ucraniano de Nikolayev y se subi¨® con su c¨¢mara a bordo del carguero Fair Lady lo hizo con algunas intuiciones pero sin una idea preconcebida de la pel¨ªcula que iba a salir de aquella aventura. Despu¨¦s de casi tres meses en el mar y de una ruta que le llev¨® desde el Mar Negro hasta Nueva Orleans pasando por las costas de Israel, Jordania y el Golfo de Bahamas, Herce desembarc¨® con casi doscientas horas de material en bruto. De ah¨ª iba a salir ¡°Dead Slow Ahead¡±, su debut como director.
Despu¨¦s de cosechar galardones por todo el mundo, entre ellos el premio especial del jurado en el prestigioso Festival de Locarno, la pel¨ªcula se estrena el pr¨®ximo viernes 28 en nuestro pa¨ªs. Aunque en muchos de los cert¨¢menes por los que ha pasado se haya presentado como un documental, ¡°Dead Slow Ahead¡± tiene en realidad mucho m¨¢s de aventura espacial de tintes trascendentales o de distop¨ªa post-humanista que de pel¨ªcula de no-ficci¨®n. En cualquier caso, para su director este tipo de distinciones son poco importantes y restan inter¨¦s a la propuesta: ¡°me cuesta entender que a estas alturas todav¨ªa sea necesario distinguir entre pel¨ªculas documentales y de ficci¨®n¡±. Lo interesante, explica, ocurre precisamente en ese espacio intermedio donde uno no puede distinguir con claridad donde empieza lo uno y termina lo otro.
Con m¨¢s de una veintena de pel¨ªculas como director de fotograf¨ªa en su curr¨ªculo, Herce defiende una forma de trabajar intuitiva y experiencial en la que son los propios espacios y personajes protagonistas los que terminan transformando aquellas ideas que de un modo u otro prefiguraban el proyecto. ¡°Hacer lo contrario me parece un ejercicio poco comprometido con la realidad y poco interesante tanto para el director como para el espectador¡±. Lo que s¨ª estaba claro desde el principio es que ¡°Dead Slow Ahead¡± no iba a basarse en un dispositivo cinematogr¨¢fico observacional ni en un retrato distanciado y naturalista de la tripulaci¨®n del Fair Lady. Confiesa Herce que su intenci¨®n era alejarse de lo descriptivo y ¡°hacer una pel¨ªcula de im¨¢genes un tanto alucinadas¡±. Y as¨ª ha sido. Sin embargo, esto no significa que el film no nos cuente nada sobre la vida de sus protagonistas o de nosotros mismos. Todo lo contrario. La pel¨ªcula dice mucho y de forma contundente sobre la condici¨®n humana contempor¨¢nea y sobre nuestro mundo hiperindustrializado.
En el oc¨¦ano nadie puede o¨ªr tus gritos
Tal como ocurre con la Nostromo de la pel¨ªcula Alien: el octavo pasajero, la Discovery One de 2001: una odisea del espacio y tantas otras naves espaciales del imaginario de la ciencia ficci¨®n, el barco protagonista de la pel¨ªcula de Herce parece resguardar a sus tripulantes de una inh¨®spita noche c¨®smica mientras los somete a sus propias condiciones hostiles y claustrof¨®bicas. Silenciadas por el sonido de la maquinaria, las voces de los marineros apenas se dejan o¨ªr a lo largo del film. Y cuando por fin (en uno de los momentos m¨¢s memorables de la pel¨ªcula) los escuchamos hablar por tel¨¦fono con sus familiares sus palabras suenan como si hubieran sido lanzadas y vagaran por un espacio exterior situado a a?os luz de sus hogares y de sus seres queridos. Vemos tambi¨¦n a lo largo de la pel¨ªcula como la tripulaci¨®n se entrega incansablemente a sus duras tareas en las bodegas del carguero, como si obedecieran los mandatos de un ser tir¨¢nico y arrogante que los protege pero tambi¨¦n los aprisiona.
En este sentido no es extra?o que muchos hayan visto en la pel¨ªcula de Herce una par¨¢bola expresionista sobre las nuevas formas de esclavitud y sumisi¨®n propias del sistema capitalista. El director, sin embargo, se?ala hacia algo m¨¢s abstracto y primigenio: ¡°quer¨ªa hacer una pel¨ªcula sobre el movimiento, sobre algo que nunca puede detenerse¡±. Tambi¨¦n quer¨ªa hablar, nos cuenta, sobre c¨®mo el ser humano parece estar preso ¡°entre la necesidad de transformar el mundo natural para poder sobrevivir en ¨¦l y los efectos siniestros que producen algunas de sus propias creaciones¡±. El Fair Lady se convirti¨® as¨ª en el escenario de un fascinante drama experimental sobre una especie de mandato universal de movimiento y la traum¨¢tica relaci¨®n que muy a menudo se establece entre lo humano y lo maquin¨ªstico.
Experiencia som¨¢tica
Uno de los aspectos m¨¢s notables y originales de ¡°Dead Slow Ahead¡± es su rotundo planteamiento formal. Con un montaje que avanza a ralent¨ª, la pel¨ªcula se despliega como una experiencia hipn¨®tica y profundamente som¨¢tica. Sus claroscuros y sus resonancias industriales involucran nuestros sentidos y nuestro cuerpo, atrap¨¢ndonos en el interior de una voluptuosa y sensual sinfon¨ªa audiovisual. Cabe destacar en este sentido el magn¨ªfico trabajo realizado en el apartado sonoro por Alejandro Castillo, Manuel Mu?oz y Carlos Garc¨ªa. A partir de los sonidos grabados en el interior del barco se crearon las intricadas sonoridades sostenidas que se escuchan a lo largo de la pel¨ªcula y que nos recuerdan la omnipresencia del siempre vigilante ente met¨¢lico en el interior del cual transcurre la historia. Partiendo de este material, Jos¨¦ Manuel Berenguer, uno de los principales representantes de la creaci¨®n electroac¨²stica en nuestro pa¨ªs, cre¨® dos composiciones originales que, en un par de escenas, a?aden una capa m¨¢s al conjunto sonoro de ecos lynchianos del film. Aquellos que tengan ocasi¨®n de asistir al pase del film en formato de sonido 5.1. (jueves 27 en el cine Phenomena de Barcelona) no deber¨ªan perd¨¦rselo. A partir del dia 28 la pel¨ªcula podr¨¢ verse en otras salas de la ciudad de Barcelona, Madrid y otras ciudades (consultar en cartelera).
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