Muere Elena Santonja, el alma del programa ¡®Con las manos en la masa¡¯
La int¨¦rprete espa?ola particip¨® en pel¨ªculas como 'El verdugo', de Luis Garc¨ªa Berlanga
S¨ª, existi¨® un tiempo en que en la televisi¨®n no hab¨ªa cocineros. En esos a?os, una mujer que no era cocinera ense?aba a guisar a los espectadores espa?oles. Elena Santonja dirigi¨® y present¨® Con las manos en la masa, un espacio que TVE estren¨® en 1984 y que permaneci¨® en antena durante siete a?os, del que a¨²n hoy beben casi todos los programas de cocina que se emiten en las diferentes cadenas. Su esquema era simple: dos recetas a elaborar y un personaje invitado, al que se entrevistaba mientras se preparaban los alimentos. En su plat¨® estuvo presente casi al completo el mundo cultural espa?ol. Desde Gonzalo Torrente Ballester hasta Rosa Chacel. Desde Fernando Fern¨¢n G¨®mez hasta Pedro Almod¨®var. Desde Joaqu¨ªn Sabina hasta Alaska. Un desfile del que cualquier cadena de televisi¨®n presumir¨ªa durante d¨¦cadas. La sinton¨ªa de Con las manos en la masa, compuesta por el d¨²o Vainica Doble ¡ªdel que formaba parte Carmen Santonja, hermana de Elena¡ª, e interpretada a d¨²o junto con Sabina, es una canci¨®n por la que, a¨²n hoy, matar¨ªan cientos de cantautores y que permanece en la memoria de varias generaciones que se asomaban a una televisi¨®n con solo dos canales.
Elena Santonja ha muerto a los 84 a?os en Madrid, seg¨²n inform¨® la Academia de Cine. Sus ra¨ªces familiares se hunden en el mundo del arte, desde su bisabuelo, el pintor Eduardo Rosales, hasta su esposo, el cineasta y escritor Jaime de Armi?¨¢n, con quien mantuvo 60 a?os de inseparable matrimonio. Santonja ejerci¨® de cantante, pintora, actriz y presentadora de televisi¨®n, en un alarde de polifon¨ªa profesional.
El rostro de Santonja est¨¢ ligado a TVE desde su estreno como presentadora en el espacio Entre nosotrasen 1958, s¨®lo dos a?os despu¨¦s del nacimiento de la cadena p¨²blica. Casi tres d¨¦cadas m¨¢s tarde llegar¨ªa su explosiva popularidad televisiva y culinaria. Pronto se hizo querida por los espectadores, gracias tanto a su autenticidad como a su apasionamiento. Cercana, cre¨ªble y veraz. Muy pocos pueden presumir de tanto. Sin embargo, su salida de la cadena p¨²blica fue agria, enfrentada con la direcci¨®n, a la que acus¨® de no mantenerla en la programaci¨®n por negarse a promocionar, sin recibir compensaci¨®n econ¨®mica, los productos de la sociedad que patrocinaba el programa. TVE fue condenada a readmitirla y a pagarle una indemnizaci¨®n de 10 millones de pesetas.
Entre todo ello, Santonja siempre permaneci¨® activa. ¡°Yo soy lo que me pidan, pero sobre todo, lo que me apetezca¡±, afirmaba en una entrevista concedida a El PA?S en 2014, en la que a¨²n se mostraba combativa en el terreno culinario: ¡°Yo no entiendo de cocina moderna. No veo los programas de hoy en d¨ªa. Si utilizase el nitr¨®geno ese, mi cocina estallar¨ªa¡±.
Su relaci¨®n con el mundo del cine fue muy cercana durante toda su vida, gracias a su marido, y debut¨® como actriz a los 29 a?os nada menos que en un icono como El Verdugo, de Luis Garc¨ªa Berlanga. Aunque nunca se consider¨® int¨¦rprete profesional, lleg¨® a participar en cuatro pel¨ªculas m¨¢s, siempre en personajes epis¨®dicos: Brandy (1964) Crimen de doble filo (1965), Un, dos, tres... al escondite ingl¨¦s ¡ªque cont¨® con m¨²sica de Vainica Doble¡ª (1970) y La marcha verde (2002), adem¨¢s de en la tv movie Total (1983), de Jos¨¦ Luis Cuerda ¡ªen la que tambi¨¦n estuvo presente su hermana Carmen¡ª y en la serie Manolito Gafotas en 2004.
Elena Santonja queda como un icono de la peque?a pantalla, una de las mejores representantes de una televisi¨®n hoy desaparecida, aunque tambi¨¦n reivindicable. Si otra televisi¨®n es posible, lo ser¨¢ con figuras como Santonja.
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