Bruce Springsteen: ¡°La tormentosa relaci¨®n con mi padre me ha perseguido toda la vida¡±
El m¨²sico reflexiona sobre su vida en un encuentro con periodistas en Londres
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A Bruce Springsteen (Freehold, 1949) en el colegio le llamaban Blinky (parpadeos), por su parpadeo sin control, ¡°cientos de veces por minuto¡±. Era un chaval inseguro, incapaz de encajar, un ¡°paria¡± que sufr¨ªa el acoso de los compa?eros m¨¢s depredadores. Blinky no atina a saber si parpadeaba cuando sin ning¨²n ¨¦xito se intentaba relacionar con su padre, ¡°escondido en la oscuridad rota de la cocina¡± con la simple compa?¨ªa de su ¡°sagrado pack de seis cervezas¡±, pero s¨ª recuerda el d¨ªa en que aprendiendo lecciones de boxeo ¡°emocionado por su atenci¨®n¡± recibi¨® un golpe en toda la cara. Con fuerza, sin compasi¨®n. Su padre casi lo tumb¨®; despu¨¦s, vio c¨®mo su ¨²nico hijo var¨®n lloraba y abandon¨® la habitaci¨®n. Hab¨ªa un mensaje en ese manotazo: Bruce era un intruso, un competidor para su progenitor en ese triste hogar proletario de un pueblo m¨¢s de Nueva Jersey. ¡°Me quer¨ªa, pero no me soportaba¡±, escribe el m¨²sico en sus memorias, Born to run. ¡°Fue una relaci¨®n muy complicada y tormentosa que me ha perseguido toda la vida¡±, reconoce sentado con una chupa de cuero en la sala de conferencias de Institute Contemporany of Arts, en pleno coraz¨®n de Londres. Springsteen responde con los ojos cerrados cada vez que tiene que hablar de su padre fallecido, como si temiese que todav¨ªa alguien le fuera a llamar Blinky. Y, a diferencia de lo que sucede en el resto de temas que aborda, tarda casi medio minuto en abrirlos.
Ser¨ªa un detalle menor si no fuera porque el m¨²sico que lo ha conseguido todo en el mundo del rock se ha encargado de describir con detalle y un importante ejercicio de honestidad todos sus traumas, destacando la tortuosa relaci¨®n con su padre, del que siempre se sinti¨® ¡°exiliado de su amor¡±. ¡°No escrib¨ª el libro con la intenci¨®n de pagar deudas con mi pasado¡±, se?ala en un encuentro ante periodistas. ¡°Solo quise que todo fluyese, con naturalidad¡±, a?ade.
A petici¨®n del presentador, el director de cine Antoine de Caunes, quien modera el encuentro, el m¨²sico lee, tras ponerse sus gafas, fragmentos de su libro. Solo cuando le toca leer un pasaje relacionado con su padre, en el que cuenta c¨®mo su madre obligaba al ni?o del parpadeo nervioso a entrar al bar -¡°territorio de hombres¡±- para sacar al cabeza de familia por la fuerza, su voz se torna grave, sin sus pertinentes bromas. ¡°A veces tienes que ir directo a contar las cosas. Quer¨ªa que el lector entrase en mi mente, reconociese mis sentimientos de una forma menos abstracta que en mis canciones¡±, confiesa. Tal vez por eso, reconoce que se siente ¡°muy satisfecho¡± de haber acabado este proyecto, que le ha llevado siete a?os entre discos y giras de por medio y del que se especula que ha cobrado nueve millones de euros. ¡°Es un trabajo duro, que no tiene nada que ver con grabar¡±, apunta. Tan duro que deja la respuesta en el aire. ¡°Tal vez llor¨¦ al escribir algunos momentos de mi vida¡±, dice tras soltar una risa c¨®mplice y antes de buscar r¨¢pidamente otra pregunta.
"Trump es terrible para EE UU"
Durante a?os, Bruce Springsteen evit¨® posicionarse pol¨ªticamente. Quer¨ªa que sus canciones hablasen por s¨ª solas, m¨¢s all¨¢ de tener que cargar contra el republicano Ronald Reagan en los ochenta por apropiarse de su canci¨®n Born in USA como si fuera un himno de exaltaci¨®n patri¨®tica cuando era una denuncia a favor de los veteranos olvidados de Vietnam. Apoy¨® a los dem¨®cratas John Kerry, en una popular gira contra George W. Bush acompa?ado por R.E.M, Eddie Vedder, Jackson Browne o John Fogerty, y Barack Obama, llegando a tocar incluso en Washington en la primera ceremonia presidencial del que fue el primer presidente negro estadounidense. "?Donald Trump? No t¨ªo... Parece un chiste, pero es terrible para nuestro pa¨ªs. Respeto el proceso democr¨¢tico pero atenta contra valores fundamentales", dice tajante.
Las ¡°autobiograf¨ªas deformadas¡± que son las canciones se transforman en sus memorias en un relato con pelos y se?ales. Adquieren forma. Poco se sab¨ªa de las depresiones que le han afectado en los momentos m¨¢s ¨¢lgidos de su carrera, el ¨²ltimo de ellos al cumplir los 62 a?os y tras ¡°el subid¨®n demencial¡± de una gira. ¡°El rock ha sido mi terapia. Y dir¨ªa m¨¢s: la extenuaci¨®n. Forzaba siempre los l¨ªmites de mi resistencia f¨ªsica, pensando que si est¨¢s lo suficientemente cansado no tienes fuerzas para pensar si est¨¢s deprimido¡±, se?ala a prop¨®sito de esas giras incendiarias que le otorgaron a ¨¦l y la E Street Band el calificativo de "m¨¢quina del rock".
Springsteen se pas¨® a?os enteros viviendo en los escenarios, en las canciones que compon¨ªa y en los viajes nocturnos en coche a trav¨¦s de la Ruta 9, que recorre como una cicatriz el estado de Nueva Jersey. ¡°Conduc¨ªa como si los kil¨®metros pudiesen reparar el da?o hecho, reescribir una historia distinta", relata en su libro. Siempre intentando averiguar qui¨¦n era. Su mejor m¨²sica se cre¨® de ese conflicto consigo mismo, con su entorno, con los fantasmas del pasado y del presente, con las responsabilidades del futuro, con la quiebra de confianza con la realidad. ¡°So?aba con una vida en la que de hecho se pudiese vivir¡±, reconoce en sus memorias. Algo a lo que no alude mientras conversa con los periodistas, reconociendo que le cost¨® mucho adentrarse en esa vida y afirmar que no es un ¡°padre perfecto¡±, aunque tiene el ejemplo del suyo para mejorar su condici¨®n.
La sombra del padre, enfermo depresivo diagnosticado con mucho retraso, planea desde sus or¨ªgenes como persona hasta hoy. Springsteen lleva medic¨¢ndose y acudiendo al psic¨®logo desde principios de los ochenta, poco despu¨¦s de publicar Nebraska. ¡°Las depresiones son terribles porque te hacen aflorar ideas indeseables. No lo controlas. Hay muchas expectativas de la gente ah¨ª fuera, pero t¨² tienes tu vida¡±, apunta. ¡°Por eso, con el libro he intentado reflexionar sobre mis ca¨ªdas depresivas, que vienen con mi padre, pero tambi¨¦n de la comunicaci¨®n conmigo mismo, con mi familia y mi comunidad¡±, explica el mismo hombre que sobre un escenario, ese lugar que le ¡°conect¨® con la vida y sus fantas¨ªas¡±, no solo se comunica como nadie sino que jam¨¢s parpadea sin control. All¨ª, dentro de la m¨²sica, en esas canciones, donde buscaba "la bendici¨®n de las calles que le vieron crecer", tal y como escribe de su pu?o y letra, ese al que llamaban Blinky encontr¨® su salvaci¨®n. All¨ª, aqu¨ª en el escenario, es, simplemente, el Jefe.
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