Un golpe de vida en el Alto Per¨²
Morgana Vargas Llosa muestra las fotograf¨ªas de su viaje por 'La otra ruta', por tierras inh¨®spitas pobladas de sonrisas
Morgana Vargas Llosa naci¨® en Barcelona, en enero de 1974; sus padres, Patricia Llosa y el escritor Mario Vargas Llosa, son peruanos, y ella ya es m¨¢s peruana que nadie, si se puede decir as¨ª. Fot¨®grafa que durante 11 a?os desarroll¨® aqu¨ª, en EL PA?S, su oficio y su vocaci¨®n, vive desde hace a?os en el pa¨ªs del pisco soury de las cordilleras, y tambi¨¦n de los paisajes perseguidos por los turistas.
Acompa?ada de su prima Micaela Llosa, que ha conducido por senderos inh¨®spitos, y su amiga Ver¨®nica Ram¨ªrez, escritora, Morgana ha retratado lo que no ve el ojo tur¨ªstico. Ese viaje es un proyecto, La otra ruta de Per¨², un adelanto del cual se muestra desde anoche en Madrid, en la galer¨ªa de la agencia B the Travel Brand (Miguel ?ngel, 33).
Son personajes y paisajes, ni?os, adultos, animales, casas, cordilleras n¨ªtidas como cuchillos en lo m¨¢s alto de Per¨². Al entrar en la galer¨ªa est¨¢ el retrato de Jer¨®nima, 43 a?os, madre de siete hijos, coordinadora de un comedor popular a 4.500 metros sobre el nivel del mar. Jer¨®nima sonr¨ªe; ¡°los ni?os lectores¡±, los que avanzan por los senderos conduciendo llamas, los que llevan ovejas..., todos esos habitantes del Per¨² ¡°que pocos han visto¡± han re¨ªdo o sonre¨ªdo ante la c¨¢mara de Morgana.
La muestra se abre con una interrogante: ¡°?Se puede vencer la aridez de las monta?as, trabajar en las cimas de un planeta, convivir con un r¨ªo interminable¡±. Es duro, dice Morgana, ¡°pero se puede... Lo que demuestra nuestro proyecto es la resiliencia, la lucha, de estas personas que viven en un espacio verdaderamente inh¨®spito en el que pocos de nosotros nos acostumbrar¨ªamos a estar. Por eso es tan significativo que r¨ªan y sonr¨ªan¡±.
Hay gente, como Jer¨®nima, apunta Ver¨®nica Ram¨ªrez, ¡°que tardan hasta seis horas para llegar a la zona en la que puede votar, o cuatro horas para conseguir la comida que necesitan para la subsistencia de sus hijos¡±.
¡°El prop¨®sito¡±, dice Morgana, ¡°era el de recorrer el pa¨ªs con una mirada distinta en busca de personajes que han sido capaces de salir adelante en un terreno tan hostil. Muchos de ellos han sido ayudados por personas de otros pa¨ªses o continentes, que les han facilitado esa b¨²squeda de formas de vida ¡°que puedan hacer sostenibles sus existencias¡±. Adem¨¢s, han querido hacer, ella y sus compa?eras de ruta, ¡°aparecer hechos positivos en un pa¨ªs o en un mundo acostumbrado a dar noticia s¨®lo de cat¨¢strofes o de desastres¡±. Lo que quieren es ¡°dar a conocer esas vidas y esos paisajes e inspirar a j¨®venes de Per¨² y de todas partes para que inicien viajes distintos a los que forman parte de las rutas habituales¡±. La idea es que estas iniciativas que han hecho habitables lugares tan distantes de las rutas habituales sean rescatados para la convivencia humana.
Es, tambi¨¦n, un homenaje a los cooperadores que se han instalado en esas alturas peruanas para darle esperanza de vida a esos territorios que Morgana Vargas Llosa ha retratado. ¡°Hemos recorrido nuestro pa¨ªs buscando un verdadero viaje que nos inspire y que inspire a otros. Y all¨¢ arriba, con esas personas, hemos sentido lo que en definitiva quiere ser el resultado de este proyecto: un golpe de vida en medio de paisajes que no ver¨ªas nunca si no te adentras en estos para¨ªsos improbables¡±.
¡°Lo que conmueve¡±, termina diciendo la fot¨®grafa, ¡°es que esa gente que sufre hambre y aislamiento tenga a¨²n el ¨¢nimo de mirar a la c¨¢mara riendo o sonriendo. Eso es para nosotros un golpe de vida¡±.
Babelia
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