Sanmao: cuando China am¨® a Espa?a
La editorial Rata traduce la gran obra de la autora, 'Diarios del S¨¢hara'. Millones de asi¨¢ticos han le¨ªdo su historia de pasi¨®n y muerte con un madrile?o
Hay una tumba en el cementerio de la capital de la isla canaria de La Palma que siempre rebosa de flores. Es la sepultura de un buzo llamado Jos¨¦ Mar¨ªa Quero, natural de Ja¨¦n pero criado en Madrid, que muri¨® ahogado en esas aguas durante una inmersi¨®n el 30 de septiembre de 1979. Las flores no son ofrendas de sus familiares, pues ninguno vive all¨ª. Las llevan viajeros chinos, taiwaneses, coreanos, japoneses, que se dirigen familiarmente a ¨¦l como Jos¨¦. As¨ª es como aparece en los libros de su esposa, la escritora china Sanmao, una celebridad en Asia. Se suicid¨® en 1991, pero sus obras se siguen vendiendo como si fueran novedades: 10 millones de ejemplares en los ¨²ltimos cinco a?os.
Sanmao, seud¨®nimo de Chen Ping y Echo Chen para sus allegados, es un fen¨®meno de culto en Asia. No solo porque sus libros han hecho so?ar a millones de lectores de ese continente con mundos ex¨®ticos, sino tambi¨¦n por su vida de pel¨ªcula: s¨ªmbolo de mujer liberada y culta, cruz¨® el mundo en su af¨¢n de conocimiento, pero no le import¨® afincarse en la soledad del desierto y despu¨¦s en Canarias para vivir con su gran amor espa?ol. Gracias a ese aislamiento escribi¨® su obra m¨¢s c¨¦lebre, Diarios del S¨¢hara, en los que narra su vida cotidiana de 1974 a 1975. Lo cuenta como lo contar¨ªa una amiga. Quiz¨¢ por eso muchos asi¨¢ticos a¨²n peregrinan a los lugares que describe.
¡°?Por qu¨¦ nadie la ha publicado en Occidente?¡±, se pregunt¨® con sorpresa Iolanda Batall¨¦ cuando hace dos a?os conoci¨® la obra de Sanmao. Por entonces Batall¨¦ estaba empezando a construir un nuevo sello editorial, Rata, para el que buscaba ¡°autores que escribieran desde el coraz¨®n, las tripas y la necesidad¡±, seg¨²n sus palabras. ¡°Me encontr¨¦ con esta mujer que contaba lo que ve¨ªa sin complicaciones, sin filtros. Era justo lo que estaba buscando¡±, explica. Decidi¨® convertir Diarios del S¨¢hara en el primer t¨ªtulo de Rata. Ma?ana sale a la venta por primera vez en espa?ol y catal¨¢n. Nunca antes se hab¨ªa podido leer en un idioma occidental.
El olivo de mis sue?os
Chen Ping eligi¨® el seud¨®nimo de Sanmao como reflejo de su esp¨ªritu. Ese era el nombre de un famoso personaje de c¨®mic chino: un ni?o con tres pelos que vagaba por el mundo. Tambi¨¦n se identific¨® con Mafalda, a la que tradujo al chino.
As¨ª se ve¨ªa, vagabunda y libre, y as¨ª lo quiso expresar tambi¨¦n en su poema m¨¢s conocido, El olivo de mis sue?os, dedicado a Espa?a y especialmente a su marido, que en Asia se ha convertido en una canci¨®n popular gracias a la versi¨®n que hizo un grupo de pop de ¨¦xito. Dice as¨ª: "No me preguntes de d¨®nde vengo / mi origen es muy lejano. / ?Por qu¨¦ vagabundear tan lejos? / Por los p¨¢jaros que vuelan, / por el arroyo que fluye en el valle, / por las vastas praderas, / pero sobre todo, sobre todo, / por el olivo de mis sue?os".
?Y qu¨¦ hac¨ªa una asi¨¢tica cult¨ªsima en el pobre y convulso S¨¢hara espa?ol de los 70? Sanmao naci¨® en la China continental en 1943, pero con seis a?os se traslad¨® con su familia a Taiwan huyendo del r¨¦gimen comunista. ¡°Un buen d¨ªa, en 1967, apareci¨® en casa de nuestro vecino de arriba en Madrid, que por entonces era el cocinero de la embajada taiwanesa en Espa?a. Se instal¨® con ¨¦l porque era amigo de sus padres¡°, recuerda Carmen Quero, una de los siete hermanos de Jos¨¦. ¡°Viv¨ªamos en el barrio de la Concepci¨®n, que en aquella ¨¦poca era bastante humilde. Era muy raro ver a chinos por all¨ª. Yo ten¨ªa 19 a?os y Jos¨¦ 16. Ella hab¨ªa cumplido ya 24 a?os, ven¨ªa de Alemania despu¨¦s de viajar por Estados Unidos y otros pa¨ªses. Estudiaba filosof¨ªa, idiomas, literatura. Nos fascin¨® a todos. ?l se enamor¨® nada m¨¢s verla¡±, contin¨²a.
As¨ª se encendi¨® la primera chispa de la que ser¨ªa una de esas historias de amor que hacen llorar. Jos¨¦ se declar¨®, pero ella consider¨® que el chico era demasiado joven y sigui¨® con sus viajes. Regres¨® a Taiwan, dio clases en la universidad, se enamor¨® de un profesor de alem¨¢n y se comprometi¨®. Pero el novio muri¨® poco antes de la boda. Fue la primera vez que Sanmao se enfrent¨® a la tragedia. Y tambi¨¦n la primera vez que intent¨® suicidarse: se cort¨® las mu?ecas. En 1973 volvi¨® a Madrid. Jos¨¦, que acababa de terminar la mili y se hab¨ªa formado como buzo, no la hab¨ªa olvidado. Esta vez, ella le correspondi¨®.
En dos meses los enamorados citaron a Carmen en una cafeter¨ªa para contarle que quer¨ªan casarse. Poco despu¨¦s a Jos¨¦ le ofrecieron trabajo en El Aai¨²n, que a¨²n era colonia espa?ola. All¨ª celebraron su boda y vivieron hasta que en 1975 Espa?a dej¨® el S¨¢hara en manos de Marruecos. Se fueron a Canarias. En La Palma la tragedia volvi¨® a la vida de Sanmao. ¡°Me dijo que si no hubieran estado sus padres con ella cuando Jos¨¦ se ahog¨® se habr¨ªa tirado al mar. Era una mujer muy alegre, nos re¨ªamos much¨ªsimo, pero a la vez muy tr¨¢gica¡±, comenta Carmen.
Sanmao ya no pudo vivir m¨¢s en Espa?a sin su amor. Volvi¨® a Taiwan, donde sus miles de seguidores a veces la abrumaban. ¡°En el tiempo que he pasado en el desierto me he vuelto una mujer sencilla y relajada que disfruta de la soledad. Por eso, las continuas comidas y citas que me ocupan ahora me hacen sentir como aquel que llega por primera vez a un lugar maravilloso y se siente confuso y mareado, como bajo un hechizo¡±, escribi¨®. Sigui¨® publicando, dando clases, viajando. Pese a su especial relaci¨®n con Espa?a, nunca vio sus obras en espa?ol.
En 1991, tras ser diagnosticada de c¨¢ncer, Sanmao se ahorc¨® en un hospital de Taipei. ¡°En estos a?os solo hemos podido leer una peque?a selecci¨®n de sus textos que hizo Reader¡¯s Digest en ingl¨¦s y espa?ol para vender en Estados Unidos y Latinoam¨¦rica. Ahora estamos emocionados¡±, remata Carmen Quero.
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