¡°No creo en la escritura como terapia¡±

Cruzar el Estrecho de Gibraltar a nado ha sido un reto m¨¢s para Marina Perezagua (Sevilla, 1978), y a su juicio ni siquiera figura entre los m¨¢s complicados de cuantos se ha marcado esta joven autora. Escribir dos novelas en dos a?os, sobrevivir en Tokio y Nueva York, impartir clases en cuatro Universidades distintas y trabajar simult¨¢neamente en un doctorado, eso s¨ª que la llev¨® al l¨ªmite, confesaba el pasado septiembre en una terraza del barrio de Chamber¨ª ajetreada en plena promoci¨®n de sus libros.

Ayer su primera novela Yoro, publicada en 2015 tras dos vol¨²menes de cuentos previos, recibi¨® el 24? premio Sor Juana In¨¦s de la Cruz que otorga la Feria del Libro (FIL) de Guadalajara a una escritora en lengua espa?ola. El libro, recibido con entusiasmo por la cr¨ªtica, la coloc¨® de lleno en la lista de grandes promesas, un augurio que se ha visto confirmado en M¨¦xico con este galard¨®n, dotado con 9.000 euros. Situada en Jap¨®n, Yoro, permiti¨® a Perezagua retomar una conexi¨®n que, de alg¨²n modo, llevaba dentro. Su padre es de Lora del R¨ªo el pueblo sevillano al que lleg¨® una expedici¨®n de japoneses en el siglo XVII y ella tuvo una pareja japonesa durante cinco a?os. ¡°La vida en Tokio me result¨® mucho m¨¢s dura que en Nueva York. Con Yoro asent¨¦ lo que hab¨ªa vivido¡±, explicaba. La protagonista de esta obra es H un personaje destrozado por la bomba de Hiroshima que busca a la ni?a Yoro del t¨ªtulo y confiesa en las primeras p¨¢ginas que ha cometido un crimen. ¡°El libro es puro testimonio¡±, enfatizaba la autora.

De la intensidad de ese relato compacto y potente, Perezagua salt¨® a un proyecto que la permitiera ¡°tratar la risa y el humor¡±, y se tir¨® de cabeza a trasladar las aventuras del hidalgo Manchego de Cervantes y su escudero por la isla de Manhattan y por Queens. ¡°Hab¨ªa le¨ªdo el Quijote seis o siete veces y pens¨¦ que ser¨ªa divertido mezclar su historia con una adaptaci¨®n de la Biblia a los tiempos modernos. As¨ª que decid¨ª utilizar la Biblia en lugar de los libros de caballer¨ªas¡±. La lectura del libro sagrado es lo que trastorna al Don Quijote de Perezagua, un personaje idealista como su original pero a¨²n m¨¢s exc¨¦ntrico y chocante si cabe, vestido como va del personaje C-3P0 de La Guerra de las Galaxias. En dos meses y medio ten¨ªa listo el manuscrito. ¡°Quer¨ªa trasladar el sentimiento de extra?amiento del libro de Cervantes, ese sentimiento de que no pertenece. Y tambi¨¦n quer¨ªa relajarme as¨ª que me fui dejando llevar, met¨ª mucho di¨¢logo y no pens¨¦ demasiado las cosas que quer¨ªa hacer¡±.

Un lugar de locos

La escritora, que ahora vive en Queens y ha dejado de impartir clases, aprecia un nuevo punto de vista, lo que ella llama ¡°narrar desde fuera de Manhattan¡±. Define su ciudad de adopci¨®n como un lugar de locos ¡ª ¡°literal y figuradamente¡±¡ª, que conduce a un alto nivel de ansiedad, quiz¨¢ tambi¨¦n de esfuerzos y logros. All¨ª en la New York University curs¨® el programa de posgrado de escritura creativa e imparti¨® clases. ¡°En Nueva York te encuentras lo mejor y lo peor de mucha gente. Tengo una gran fe en la ciudad¡±.

Por extra?o que parezca hay algo que conecta esta parodia con el dramatismo de Yoro, y es que a Perezagua la interesa ¡°narrar a trav¨¦s de una mirada¡±, ya sea tr¨¢gica o c¨®mica la historia. ¡°Yoro es puro testimonio. Mi objetivo con lo que escribo es siempre dar vida a los personajes, que est¨¦n vivos¡±.