Vida de una ¡®trans¡¯: ¡°Si abandonamos la marginalidad podemos molestar¡±

Una tarde a principios de los ochenta, Roberta Marrero (Las Palmas, 1972) ve¨ªa la televisi¨®n junto a su madre. Unos ojos maquillados surgieron en primer plano. ¡°No son los ojos de una mujer, son los de un hombre¡±, dijo con tono efectista una voz en off, y a continuaci¨®n apareci¨® Boy George. ¡°Me qued¨¦ pegada al sof¨¢¡±, recuerda Marrero durante una conversaci¨®n por Skype. ¡°Fue como una experiencia m¨ªstica, jam¨¢s hab¨ªa visto a una persona as¨ª. En ese momento entend¨ª que hab¨ªa otras formas de ser¡±. Esta historia se ha convertido en un episodio de El beb¨¦ verde(Lunwerg), una novela gr¨¢fica en la que habla de su infancia y de c¨®mo sobrellev¨® la hostilidad e incomprensi¨®n de un entorno que no quer¨ªa aceptarla como una ni?a encerrada en un cuerpo masculino.

Marrero se afinc¨® en Madrid en 2004 e inici¨® su carrera art¨ªstica grabando discos y ejerciendo como dj. Hace a?os que su actividad como artista pl¨¢stica es su principal ocupaci¨®n. Sus collages e ilustraciones reformulan im¨¢genes e ¨ªdolos de la cultura pop a partir de una mirada revolucionaria, cuestionando continentes y contenidos, mezcl¨¢ndolos, transform¨¢ndolos. Bowie, Frida Kahlo, Edith Piaf, Charles Manson o Dr¨¢cula habitan en su portafolio. Una de sus obras forma parte de la exposici¨®n itinerante David Bowie Is¡­ y quien fuera fetiche er¨®tico del cine de Warhol, Joe Dallesandro, us¨® para una colecci¨®n de camisetas un collage que ella realiz¨® con su imagen. ¡°Nunca pienso que lo que hago vaya a gustar. Pero cuando adem¨¢s le interesa a gente a la que admiro resulta sumamente halagador. Un verdadero regalo¡±.

El ¨²ltimo de estos regalos lleg¨® por Facebook la pasada primavera. La escritora Virginie Despentes estaba en Madrid y le cont¨® que visitar¨ªa la exposici¨®n que Marrero ten¨ªa en ese momento. ¡°Me escribi¨® despu¨¦s diciendo que mi obra le hab¨ªa tocado una fibra muy ¨ªntima, de una manera que solo la m¨²sica y la literatura lograban hacer. Me envalenton¨¦ y le habl¨¦ de mi libro. Le propuse que escribiera el pr¨®logo. Dijo que s¨ª. Ten¨ªa que ped¨ªrselo, se encadenaban demasiadas casualidades¡±.

Para hablar de su infancia en el libro ha escogido al beb¨¦ que fue, el cual, seg¨²n cuenta su familia, naci¨® verde por los fluidos ingeridos en el ¨²tero materno. ¡°Yo tengo una imagen y un discurso que son poderosos, por eso eleg¨ª hablar de mi infancia y hacerlo a trav¨¦s de un beb¨¦ con pesta?as grandes y ojos azules, que puede decir muchas cosas por el hecho de ser un beb¨¦¡±. Como espectadora y transexual, Marrero se declara incondicional de la serie Transparent. ¡°Es muy positiva. Su creadora muestra muy bien luces y sombras que hay alrededor de la transexualidad. Adem¨¢s, me encanta que [la protagonista] Maura sea jud¨ªa, mayor y lesbiana".

Granito de arena

El beb¨¦ verde naci¨® durante un taller creativo, cuando Marrero se escuch¨® narrando su propio nacimiento. ¡°Romp¨ª el tab¨² que es hablar de uno mismo. Siempre he admirado a artistas que lo hacen, como Amy Winehouse. Descubr¨ª que ten¨ªa entre manos algo tan poderoso como mi historia. Decid¨ª contarla y aportar mi granito de arena a la lucha de nuestro colectivo. Cuando eres una mujer trans y te dedicas a escribir, est¨¢s ocupando un terreno en el que se supone que no deber¨ªas estar. Porque en el momento en el que abandonamos esa marginalidad con la que se nos asocia es cuando podemos resultar molestas. Si hablamos de la transexualidad colaboramos a educar a la gente¡±. La autora es fiel a un aforismo de Nietzsche citado en su libro: ¡°No hablar nunca de s¨ª mismo es una muy refinada hipocres¨ªa¡±.