Steve Lehman: Jazz, hip-hop, samplers y otros animales
El saxofonista presenta en su nuevo disco una excitante mezcla de hip-hop, m¨²sica electr¨®nica y vanguardia jazz¨ªstica que lo sit¨²a entre lo mejor del a?o discogr¨¢fico
Los que profetizan que el jazz est¨¢ muerto o que, como apunt¨® Zappa en su popular cita, ¡°huele raro¡±, deber¨ªan escuchar a Steve Lehman. A ¨¦l y a los muchos m¨²sicos de su generaci¨®n que comparten una visi¨®n del jazz abierta y permanentemente iconoclasta, tal vez la ¨²nica forma de afrontar con credibilidad el ser un jazzista en el siglo XXI.
Inicialmente versado en la tradici¨®n del bebop, Lehman tuvo dos mentores aparentemente antag¨®nicos: en un extremo, el ind¨®mito vanguardista Anthony Braxton, en el otro, el legendario harbopper Jackie McLean: ¡°estudiaba con los dos al mismo tiempo, y cierta gente que trabajaba con Braxton me ve¨ªa fuera de sitio, como si estuviese demasiado arraigado en la tradici¨®n¡±. Hoy resulta dif¨ªcil imaginar a Lehman como un m¨²sico de jazz poco arriesgado: el saxofonista es una de las luminarias del jazz que se mantiene fresco en el siglo XXI, ¡°me considero un m¨²sico de jazz porque no hay l¨ªmites en la definici¨®n del jazz, en lo que puede ser¡±.
A primera vista, la m¨²sica de Lehman ¡ªdensa, enrevesada, libre¡ª puede parecer m¨¢s cercana a la de Braxton, pero McLean est¨¢ muy presente tambi¨¦n en su sonido y en la enorme personalidad que envuelve cada uno de sus proyectos, ¡°Jackie es el saxo alto m¨¢s reconocible del jazz, despu¨¦s de Bird, y Anthony es un universo en s¨ª mismo. De ambos aprend¨ª la importancia de la personalidad propia: tanto componiendo como tocando en directo o grabando, siempre he querido aportar algo, ofrecer algo que en cierta forma no existiese antes¡±.
Ese incansable esfuerzo creativo incluye su inter¨¦s por la comuni¨®n entre m¨²sica electr¨®nica y jazz, que inaugur¨® discogr¨¢ficamente en 2005 con Demian as Posthuman. Desde entonces el saxofonista ha trabajado mucho en esa l¨ªnea, ¡°llevo a?os haciendo conciertos con electr¨®nica, primero en solitario y despu¨¦s a d¨²o con High Priest (MC y compositor del grupo de hip-hop Antipop Consortium), con ambos usando electr¨®nica en directo e interactuando, tanto con ella como entre nosotros¡±.
En esa coaboraci¨®n se encuentra el germen del apabullante nuevo ¨¢lbum de Lehman, S¨¦l¨¦b¨¦yone, que nace tambi¨¦n de las numerosos encuentros de Lehman con el franc¨¦s Maciek Lasserre, un avanzado saxofonista que lleva a?os frecuentando todo tipo de sonidos africanos y ¨¢rabes. De la misma forma en que Lehman se trae a High Priest a S¨¦l¨¦b¨¦yone, Lasserre hace lo propio con el senegal¨¦s Gaston Bandimic, un aut¨¦ntico prodigio que rapea en w¨®lof y que apuntala la fascinante propuesta.
Jazz, hip-hop y m¨²sica electr¨®nica, todo ello est¨¢ presente en el nuevo disco, una obra indefinible y, en cierto modo, sin precedentes: ¡°una de las cosas que hacen ¨²nico al disco es que Maciek y yo hemos hecho las programaciones nosotros mismos para poder integrar las composiciones, la armon¨ªa, el ritmo y todas las ideas en cada pieza. No hay muchos precedentes en esta m¨²sica en los que el mismo m¨²sico que escribe una pieza secuencie toda la electr¨®nica, aparte de algunas de las cosas que hacen Mike Ladd y Vijay Iyer o lo que hizo Craig Taborn en su disco Junk Magic¡±.
Aquel disco de Taborn fue un aut¨¦ntico mazazo de modernidad en 2004, pero Steve Coleman, Greg Osby y el resto de la escena M-Base empez¨® a experimentar con la uni¨®n del jazz, el rap y la cultura urbana hace 30 a?os, ¡°por supuesto, mi deuda con esos t¨ªos es innegable, especialmente por crear un espacio nuevo para la confluencia del hip-hop y la m¨²sica de vanguardia; pero tambi¨¦n s¨¦ las cosas que diferencian a nuestro proyecto: lo que Steve ha hecho con raperos nunca ha incluido electr¨®nica ni programaciones, por ejemplo, y en nuestro proyecto hay un especial ¨¦nfasis en el hecho de que los raperos articulen sus letras dentro de la estructura y los patrones de la composici¨®n, no a que simplemente rapeen sobre una base. Normalmente alguien se encarga de hacer bases, puede haber un solista, el MC lanza sus rimas, etc, pero en S¨¦l¨¦b¨¦yone todos los samplers, la electr¨®nica, la letra y lo que los instrumentos tocan est¨¢ integrado en la composici¨®n¡±.
Sin embargo, aunque S¨¦l¨¦b¨¦yone es un disco con raperos, y con m¨²sicos de jazz, no podemos decir que sea un disco de rap, ni de jazz, ¡°cuando hice el ¨¢lbum no estaba seguro de la respuesta que obtendr¨ªa. Estaba intentando hacer algo experimental y personal que, aun teniendo elementos de esas m¨²sicas, no es ninguna de ellas. Afortunadamente la acogida est¨¢ siendo espectacular¡±. Y no es para menos: S¨¦l¨¦b¨¦yone es uno de los discos del a?o y un aut¨¦ntico manifiesto musical a prueba de prejuicios y etiquetas.
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