El arte, caballo de Troya en el sur de Buenos Aires
La primera feria arteBA focus desplaza a miles de personas hasta el barrio porte?o de La Boca
La Boca es un lugar imprescindible en los recorridos tur¨ªsticos de Buenos Aires, pero por motivos de seguridad los visitantes rara vez se aventuran m¨¢s all¨¢ de las manzanas que comprenden Caminito, el estadio de Boca Juniors y los dos museos m¨¢s cercanos: el del pintor Benito Quinquela Mart¨ªn y la Fundaci¨®n Proa. A contracorriente de lo que es habitual en el barrio, los vecinos se vieron sorprendidos el pasado 29 de octubre por la multitud que tom¨® el barrio en La Noche de los Museos y han vuelto a ver c¨®mo las calles se llenaban de nuevo este fin de semana por la feria arteBA Focus. En su primera edici¨®n, esta hermana menor de arteBA expone obras de 80 artistas locales en una nave industrial de casi 2.000 m2 que funcion¨® como f¨¢brica de arena, a escasos metros de la autopista.
Las comisarias Mariana Rodr¨ªguez Iglesias y Florencia Battiti han dado a la feria un aire mucho m¨¢s desenfadado del que se estila en las grandes citas art¨ªsticas mundiales: no hay muros entre una galer¨ªa y otra y artistas consagrados como Luis Felipe No¨¦ (Rubbers) dialogan con emergentes como Soledad Dahbar (La Arte), situada en la entrada de Focus con piezas espejadas en las que el p¨²blico se refleja, se fotograf¨ªa y se sube a las redes sociales. A la izquierda, una pared entera est¨¢ recubierta de piezas de Fabi¨¢n Liguori, representado por la galer¨ªa El Gran Vidrio.
Los artistas se han sumado a la invitaci¨®n con obras m¨¢s experimentales que las que se han visto en las ¨²ltimas ediciones de arteBA, que este a?o cumpli¨® su 25 aniversario. Entre las seleccionadas hay muchos v¨ªdeos, proyectados en dos microcines, como el c¨®mico Radical Fitness con Intensive Steve de Juan Bec¨², que ironiza sobre el duro entrenamiento f¨ªsico de los artistas. Tambi¨¦n destacan algunas obras de gran tama?o, como el m¨®vil de Daniel Joglar (Ruth Benzacar), en el que variadas figuras geom¨¦tricas bailan suspendidas en el aire, y las telas-piel de pintura de Leila Tschopp, sujetadas y sometidas por las cuerdas que las tensan y dominan.
"El lugar tiene una personalidad muy fuerte, con paredes con ladrillo a la vista y cemento, que influy¨® en la selecci¨®n de obras", detalla Battiti. La est¨¦tica industrial del espacio realza las intensas piezas de Luciana Lamothe, formadas con tubos y maderas entrecruzadas, y su pasado como f¨¢brica arenera resuena en los objetos enterrados por Mariana de Matteis (Diego Obligado).
Tambi¨¦n se mezcla material ya conocido con otro reci¨¦n creado para la ocasi¨®n. As¨ª, pueden volver a verse las tres gracias del conurbano creadas por Diego Figueroa en 2009 a partir de bolsas de nylon, pl¨¢stico, papel, cintas adhesivas, goma y madera y ahora expuestas por la galer¨ªa Hache y contemplar esculturas en hierro barnizado reci¨¦n creadas por Luis Ter¨¢n (Document art-gallery).
Ventas concentradas en las ferias
En un a?o de recesi¨®n econ¨®mica, en el que numerosas peque?as galer¨ªas de arte atraviesan dificultades, la aparici¨®n de esta feria ha sido recibida con buenos ojos por los marchantes, en especial gracias al coste moderado de los stands (que oscilan entre los 450 y los 1.500 d¨®lares) gracias a la subvenci¨®n del Gobierno de la ciudad. "Cada vez m¨¢s las ventas se concentran en las ferias. Que haya una segunda feria en el a?o es esencial para sobrevivir hasta el a?o que viene", dicen desde la Fundaci¨®n arteBA, la organizadora del evento.
El Gobierno porte?o tambi¨¦n gana. El arte sirve como caballo de Troya para los planes de revitalizaci¨®n -los cr¨ªticos hablan de gentrificaci¨®n- de la zona sur de la ciudad, la m¨¢s pobre. Los dos mundos se miran con recelo. El d¨ªa de la inauguraci¨®n, algunos visitantes caminaron con miedo las tres manzanas que separan la antigua arenera de la Usina del Arte y pocos vecinos se mostraban interesados en visitar la exposici¨®n. Dentro de la feria, se cierran compras por cientos e incluso miles de d¨®lares. Fuera, a pocos metros de all¨ª, hay una villa miseria. Las fronteras por ahora solo se difuminan en el arte.
Medio centenar de espacios de arte en 10 manzanas
Desde la creaci¨®n del Distrito de las Artes -que engloba a los barrios de La Boca, Barracas y la parte sur de San Telmo- se han instalado en un radio de 10 manzanas decenas de talleres de artistas y galer¨ªas, atra¨ªdas por los beneficios impositivos ofrecidos por el Gobierno. La oferta se completa con seis museos, entre los que sobresale la Fundaci¨®n Proa, uno de los faros del arte contempor¨¢neo de la capital argentina, que ahora alberga una muestra retrospectiva del ruso Kazimir Mal¨¦vich.
En la Usina del Arte pueden verse las fotograf¨ªas pop de David LaChapelle, por las que desfilan Michael Jackson, Madonna, Courtney Love, Britney Spears y Cameron Diaz, entre otras estrellas musicales y cinematogr¨¢ficas de Estados Unidos.
Mientras, entre las galer¨ªas destaca la reinterpretaci¨®n de El jard¨ªn de las delicias de El Bosco realizada por Nicola Costantino en Barro. Realizada con impresi¨®n 3D y despu¨¦s envejecida, la fuente de la vida creada por Costantino reina en un jard¨ªn que ya no es verde sino que est¨¢ muerto, lleno de animales embalsamados y figuras andr¨®ginas y monstruosas.
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