No aparte la vista: est¨¢n pegando a una mujer en el escenario

Palenciano lleva 12 de sus 34 a?os presentando su mon¨®logo No solo duelen los golpes en todo tipo de espacios: centros culturales, colegios, institutos, asociaciones de mujeres y teatros. Empez¨® como una exposici¨®n de fotograf¨ªa que mont¨® como terapia en su etapa universitaria en M¨¢laga (estudi¨® comunicaci¨®n audiovisual) y poco a poco se fue transformando en un taller en el que explicaba su experiencia de maltrato a trav¨¦s de esas im¨¢genes. Tras graduarse se march¨® a vivir a El Salvador y all¨ª descubri¨® el teatro. ¡°Hice un curso b¨¢sico y aprend¨ª que aplicando t¨¦cnicas dram¨¢ticas pod¨ªa llegar con m¨¢s fuerza a la gente¡±, explica.

As¨ª fue como el taller se convirti¨® en un mon¨®logo teatral cat¨¢rtico. Tan cat¨¢rtico que acab¨® saltando a las tablas. La clave fue incluir al maltratador como personaje y escenificar algunas de sus escenas m¨¢s crueles. ¡°Siempre se pone el foco en la v¨ªctima. ?Y por qu¨¦ no mostrar c¨®mo se comportan los agresores? Si las leyes se centraran m¨¢s en ellos tal vez ser¨ªan m¨¢s ¨²tiles. Hay que educar a los j¨®venes, mostrarles c¨®mo es un maltratador para que sepan reconocerlo cuando lo tienen delante. Y tambi¨¦n para ponerles un espejo: que se pregunten si ellos act¨²an o son capaces de actuar as¨ª¡±, afirma Palenciano.

Hace un a?o Palenciano volvi¨® a instalarse en Espa?a y desde entonces casi no ha tenido un d¨ªa libre combinando funciones en el Teatro del Barrio con presentaciones cerradas para grupos de mujeres y adolescentes. Tanta demanda es l¨®gica: su obra es de las pocas que exponen la violencia machista de forma expl¨ªcita. Quiz¨¢ por eso la Sala Mirador de Madrid, dirigida por Cristina Rota, ha querido darles visibilidad esta temporada. En enero se presentar¨¢ en este espacio No solo duelen los golpes y ma?ana se estrena M¨ªrame, texto de Susana Torres Molina, que muestra una violaci¨®n.

?Por qu¨¦ son tan escasos estos temas en el teatro? Jes¨²s Cracio, director de la puesta en escena de M¨ªrame, se atreve a dar una respuesta. ¡°Porque incomodan demasiado. Yo mismo no me encuentro nada bien dirigiendo este espect¨¢culo. Hace que te asalten tus demonios. ?Qui¨¦n no ha resbalado alguna vez por la senda del maltrato? Desde el puesto de hombre o desde el puesto de mujer. Y tambi¨¦n como padre, madre, hermano, amigo¡­ Al p¨²blico le cuesta cada vez m¨¢s ocupar su tiempo de ocio en cosas que le hagan sentirse tan inc¨®modo¡±, opina.

No por ello se acobarda este director. Cracio, un hist¨®rico de teatro independiente espa?ol, no ahorra situaciones inc¨®modas en la puesta en escena de M¨ªrame. Toda la obra se desarrolla en un s¨®tano claustrof¨®bico donde la v¨ªctima, una alta ejecutiva, mantiene un duelo f¨ªsico y verbal con su violador, que resulta ser un empleado de su empresa. Y el espectador se ve obligado a ser testigo de escenas muy crudas. ¡°El protagonista no busca tanto el placer sexual como el sometimiento de esa mujer poderosa. No acepta que ella est¨¦ por encima de ¨¦l, que pueda elegir no mirarle siquiera. Es un ejercicio de poder machista. Y eso no es f¨¢cil de contemplar¡±, concluye el director.