¡°El arte de la mentira es un fen¨®meno mundial¡±
Nuria Amat publica la novela 'El sanatorio', una dura cr¨ªtica al nacionalismo catal¨¢n y al populismo
Nuria Amat aparece en la portada de El sanatorio (ED Libros) mirando de cara al lector, frente al famoso paisaje rom¨¢ntico de Caspar David Friedrich. Es una imagen que resume el contenido de esta novela, una cr¨ªtica dur¨ªsima, a veces dif¨ªcil de digerir, al nacionalismo y al populismo. Amat destaca que es una lectura que se adapta a la realidad de cualquier sociedad, aunque los paralelismos con el proceso independentista en Catalu?a son expl¨ªcitos. El sanatorio es un di¨¢logo a dos bandas, con intelectuales que viven el presente reprimidos y con escritores europeos universales como Thomas Bernhard, Robert Walser o Marguerite Duras.
Dice que ¡°todo lo que escribo, se acaba cumpliendo¡±. ?Qu¨¦ premonici¨®n hay de El sanatorio?
Yo sab¨ªa que el populismo ganar¨ªa. Tiene una voluntad de cr¨ªtica, es un libro de resistencia. Estoy harta de mentiras de los pol¨ªticos de hoy. El arte de la mentira es un fen¨®meno mundial. Es el espejo de una realidad en la que nos han metido algunos pol¨ªticos por intereses creados m¨¢s all¨¢ del sentido de la raz¨®n. Ahora manda la emoci¨®n, el sentimiento interesado. El populismo de izquierdas o de derechas son iguales, utilizan las mismas estrategias, la misma demagogia. Lo siento porque no quiero dar una entrevista pol¨ªtica; la novela por supuesto tiene contenido pol¨ªtico, pero es un libro social.
Pero el libro es muy pol¨ªtico.
S¨ª, no lo niego. ?Qu¨¦ hacen los populismos a los que estamos sometidos? En Catalu?a o en Madrid con Podemos. Todos los populismos son nacionalistas. Esto lo escrib¨ª en El sanatorio hace dos a?os, esta es la premonici¨®n. Los populismos que estamos sufriendo aqu¨ª, en Estados Unidos, en el Reino Unido, en Francia, donde adem¨¢s tienen el islamismo, que es otra forma de enga?ar al pr¨®jimo, divide entre buenos y malos. Es una tragedia; as¨ª empiezan las guerras. Estoy viviendo una situaci¨®n con la que me siento inc¨®moda. Por cierto, yo fui de la primera Asamblea de Catalu?a, a los 20 a?os luch¨¦ contra Franco, fui de las primeras en dar clases en catal¨¢n, en la Escuela de Bibliotecarias. No tiene ning¨²n m¨¦rito pero es para que veas de d¨®nde vengo.
?Lo destaca porque tiene la sensaci¨®n que en Catalu?a se la considera una traidora, como expone en su alter ego de El sanatorio?
El populismo divide entre buenos y malos, ¡°estos son traidores, estos son inquisidores¡±. Estaba escribiendo otro libro pero se me impuso este tema, porque lo estaba viviendo. Es esta atm¨®sfera, el efecto sanatorio, de un grupo de personas que denomino ¡°los callados¡± y que tienen que esconderse para reunirse y hablar.
El libro est¨¢ repleto de suicidios. Al final aparece el de Stefan Zweig como paradigma de un mundo que se acaba. ?Se produce algo as¨ª hoy?
Exactamente, es un mundo que se va, el de la cultura. Cuando se ponen estrellas en la ropa de la gente, o marcas en los libros. O ¡°este es bueno o malo, a este no le habl¨¦is, no le deis premios¡±. Soy una persona non grata en mi peque?o pa¨ªs. Lo m¨¢s importante de este libro es que es un libro a favor de la cultura de la que vivo. C¨®mo puede ser que en un pa¨ªs, ahora hablo de Catalu?a pero es un fen¨®meno mundial, haya un populismo que expulse el pensamiento, la reflexi¨®n, expulse los libros que cuenten verdades. En Estados Unidos, y en Catalu?a sucede exactamente lo mismo, todas las ciudades votan a Clinton, la dem¨®crata, y todo el mundo suburbano, rural, vota al antidem¨®crata.
El enfrentamiento de Bernhard con la sociedad conservadora austr¨ªaca puede ser m¨¢s f¨¢cil de digerir en la Catalu?a actual. En cambio, los paralelismos que establece entre el proceso soberanista y la propaganda de Goebbels o la de Lenin, es m¨¢s dif¨ªcil de aceptar. ?Est¨¢ de acuerdo?
El populismo es igual de adaptable, a la propaganda nazi o a la propaganda estalinista. No comparo a los catalanistas con esto, digo que la manipulaci¨®n que no hacen, sigue la misma l¨®gica. Son las personas que dirigen la propaganda, aqu¨ª o en Estados Unidos. Cada una en su escala. No digo que Catalu?a sea nazi. Soy muy sensible al lenguaje y capto las mentiras muy r¨¢pido. El lenguaje que se utiliza en los sistemas populistas es el lenguaje de la violencia psicol¨®gica, no el de la violencia f¨ªsica. Es la violencia perversa. ?C¨®mo puede ser que hubiera un porcentaje tan peque?o de independentismo aqu¨ª o en el Reino Unido, y que en tres a?os se haya cuadruplicado? Porque las v¨ªctimas de esta violencia perversa reaccionan como ante el maltratador casero. El maltrato psicol¨®gico es igual o peor que el f¨ªsico porque dura mas; crea una dependencia a la v¨ªctima. Se basa en el amor-odio. ¡°Te maltrato porque te hago creer que yo tengo raz¨®n cuando te digo que soy Luther King¡±, porque Artur Mas se ha comparado con Luther King, o las cosas que han dicho Trump o Nigel Farage. Las mujeres v¨ªctimas de maltrato psicol¨®gico niegan que sean maltratadas, porque es como una droga.
Hay amigos que aparecen en el libro con el nombre cambiado. La escritora y editora Annuska es Anna Maria Moix. ?Por qu¨¦ es importante Moix en El sanatorio?
Porque hab¨ªamos hablado mucho de este tema, del nacionalismo. De todo de lo que hablo aqu¨ª, no exactamente igual claro, porque hago literatura, lo hab¨ªamos hablado much¨ªsimo. Moix me inspira mucho y jam¨¢s se la ha reconocido porque es otra v¨ªctima de una cultura que se acaba, la cultura catalana que se escribe en castellano. Tambi¨¦n afecta que fuera mujer. En Espa?a todav¨ªa hoy a las escritoras que tienen un pensamiento propio, las ignoran. Yo he escrito un testamento con el que quiero que despu¨¦s de muerta no hagan nada de m¨ª en Catalu?a, nada, porque lo quiero viva.
Pero en vida usted ya es una persona muy reconocida.
De verdad, no tanto. Yo soy quien ha de editar libros, y s¨¦ cu¨¢nto me cuesta. No tengo ninguna columna en la prensa, ni tan siquiera una vez al mes. Mira la prensa en Espa?a, todo son escritores hombres, y son los mismos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.