La llegada: Extra?a y po¨¦tica ciencia-ficci¨®n
Villeneuve tiene claro que su historia no precisa de anfetaminas Sigue la influencia y la estela de ¡®Encuentros en la tercera fase¡¯
Existe algo muy confortable en el universo de la ciencia ficci¨®n cuando esta adquiere el tono de las pesadillas y nuestra seguridad de que lo que cuenta nunca se har¨¢ realidad, que solo es producto de la imaginaci¨®n. Es dudoso que la mayor¨ªa de los jud¨ªos alemanes y de los ciudadanos arios con cuatro dedos de frente (de acuerdo, era el pa¨ªs m¨¢s alfabetizado de Europa) y un poquito de coraz¨®n previeran que un tal Hitler ganara las elecciones con el 44% de los votos y que ello provocar¨ªa el mayor espanto que ha sufrido la humanidad. Los esp¨ªritus simples tampoco cre¨ªamos posible que gracias a la democracia un esperp¨¦ntico y salvaje goril¨®n con el pelo te?ido de color c¨ªtrico alcanzar¨ªa el trono del universo.
LA LLEGADA
Direcci¨®n: Denis Villeneuve.
Int¨¦rpretes: Amy Adams, Jeremy Renner, Michael Stuhlbarg.
G¨¦nero: ciencia ficci¨®n. EE UU, 2016.
Duraci¨®n: 116 minutos.
Y la ciencia ficci¨®n tambi¨¦n puede ser grata. No solo los confederados sino tampoco sus rivales unionistas, y mucho menos los sufridos ciudadanos de piel oscura, pudieron prever que un negro se convertir¨ªa en presidente de su naci¨®n. Ah¨ª la ciencia ficci¨®n ofrec¨ªa un final tan inaudito como feliz.
Pero este g¨¦nero tan adictivo casi siempre es apocal¨ªptico (si exceptuamos a aquel visionario tan alegre apellidado Verne), el futuro es sombr¨ªo, la Tierra se autodestruir¨¢ por su irresponsabilidad y su codicia o se la cargar¨¢n seres llegados de otros temibles planetas.
El mayor placer que me ha proporcionado el cine de ciencia ficci¨®n sucede en un indeseado futuro y en el espacio exterior. Una es un thriller muy negro y con toque l¨ªrico titulada Blade Runner, y la otra es terror de primera clase a bordo de la nave Nostromo titulada Alien, o sea, la primera de la saga; el resto solo llega a lo aceptable y la ¨²ltima entrega era infame.
Denis Villeneuve, ese director tan atractivamente raro y frecuentemente inquietante (ah¨ª est¨¢n para constatarlo Incendies, Prisioneros y Sicario), dotado de un poderoso sentido visual, aficionado a contar historias nada convencionales, se acerca a la ciencia ficci¨®n en La llegada, una pel¨ªcula pedag¨®gica aunque nada discursiva, dotada de clima, en la que renuncia al abuso de efectos especiales y a los sustos gratuitos, y en la que plantea que la ling¨¹¨ªstica puede servir no solo para saber cosas muy trascendentes sobre los seres humanos, sino tambi¨¦n para la posibilidad de entenderse con los extraterrestres. E incluso para la temible oportunidad de conocer tu futuro.
Siguiendo la influencia y la estela de la atrevida (quiero creer que en el fondo Spielberg cre¨ªa posible el idilio entre sesos humanos tocados por la fe y los muy civilizados marcianos), desasosegante, espectacular y bonita Encuentros en la tercera fase, Villeneuve describe la llegada en distintos puntos de la Tierra de doce naves gigantescas y negras que esperan un contacto y una respuesta de los humanos. El ej¨¦rcito, siempre tan belicoso en sus se?as de identidad, tiene la prudencia de acudir a una superdotada especializada en lenguas vivas y muertas y a un f¨ªsico para conocer las demandas de unos seres con la apariencia de un gran calamar.
El director imprime un ritmo lento a esa historia que transcurre en un par de escenarios, el que necesita su historia, y una voz en off que suena po¨¦tica. Veo la pel¨ªcula a las diez de la ma?ana, despu¨¦s de pasar una noche de insomnio, ese temible asaltante nocturno. Y hay momentos en el que los ojos amenazan con cerrarse. Aparentemente la acci¨®n es m¨ªnima y Villeneuve tiene claro que su historia no precisa de anfetaminas. Ni del imperio de los efectos especiales. Pero esta pel¨ªcula posee una est¨¦tica y una atm¨®sfera muy especiales, que logran que no me rinda ante el sue?o. Pero necesito volver a verla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.