Ni sillas c¨®modas, ni bebidas tibias
¡°No acepto ni la sillas c¨®modas ni las bebidas tibias¡±, escrib¨ªa Marta Minuj¨ªn con algo menos de 25 a?os, los mismos que sigue teniendo algunas d¨¦cadas despu¨¦s ¡ªtal y como explicaba en una entrevista recogida por La Naci¨®n de Buenos Aires en 2014¡ª. Su aspecto y sus actitudes delatan esos pocos a?os: vestida a medio camino entre motera, artista pop y cantante rock, la pasada primavera reproduc¨ªa en Buenos Aires la hist¨®rica instalaci¨®n que realiz¨® en 1965 para el Centro de Artes Visuales del Instituto Torcuato Di Tella. Cincuenta a?os despu¨¦s, en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) el p¨²blico volv¨ªa a hacer cola para visitar una ambientaci¨®n que exig¨ªa del visitante cierta pericia en un recorrido cargado de sorpresas y de neones, dif¨ªcil de recorrer, precisamente por lo inesperado de la puesta en escena, los t¨²neles, olores, barandillas que no sujetaban...
As¨ª es Marta Minuj¨ªn, artista y agitadora cultural, personaje clave en Buenos Aires con las puestas en escena perform¨¢ticas y que desde los a?os sesenta desarrolla un trabajo entre pop y conceptual, cargado de matices pol¨ªticos velados a veces, travestido como el de Andy Warhol. Le conoce y con ¨¦l plantea una de sus acciones irreverentes: en 1985 lleva a cabo una conocida obra en la cual paga al artista estadounidense la deuda externa argentina con choclos. Era el encuentro de dos reyes del pop: el norteamericano y la porte?a, ambos siempre jugando al disimulo. Ocurr¨ªa con la instalaci¨®n MINUCODEs de 1968 ¡ªexpuesta en el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo en 2010, siguiendo su pol¨ªtica de rescate de artistas cl¨¢sicas¡ª, donde Minuj¨ªn exploraba los comportamientos de diferentes ¨¢mbitos sociales en una misma situaci¨®n, para lo cual invitaba a una fiesta a personas de cuatro grupos sociales y culturales. Las grabaciones se proyectaban despu¨¦s en el mismo lugar de la fiesta, travistiendo una reflexi¨®n social con ese disfraz popizante que tanto fascina a la artista argentina.
Como ella misma recuerda con frecuencia en sus inagotables declaraciones a la prensa, a Marta Minuj¨ªn no le gustan mucho las entrevistas. Tendr¨¢ que darlas una vez m¨¢s, a sus veinticinco a?os, y seguir¨¢ mostrando ese planteamiento vital radical¨ªsimo que a¨²n conserva: nada de sillas c¨®modas, ni bebidas tibias. Ser artista es eso, imagino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.