El franquismo que entra por los ojos
'Lo que escond¨ªan sus ojos' sabe a qu¨¦ p¨²blico se dirige ¡ªel de Telecinco¡ª y le da lo que quiere. Poco m¨¢s
La Guerra Civil ha terminado hace poco. En una fiesta con invitados de la clase alta, Ram¨®n Serrano Su?er, entonces ministro de Exteriores, conoce a la marquesa de Llanzol, Sonsoles de Icaza. Con cruzar sus miradas es suficiente. Una pasi¨®n incontrolable nace entre los dos, que protagonizar¨¢n un amor clandestino que fue un secreto a voces entre la altas esferas.
Esta historia real es la base de la miniserie Lo que escond¨ªan sus ojos, con la que Telecinco vuelve a jugar sus bazas de forma inteligente. ?Del gusto de todos? Seguro que no, pero s¨ª del gusto del p¨²blico de la cadena, y con eso es m¨¢s que suficiente. Con tono de melodrama rom¨¢ntico, la ficci¨®n apuesta por dos de los rostros m¨¢s de moda en la televisi¨®n nacional: Blanca Su¨¢rez y Rub¨¦n Cortada. La primera es protagonista casi total de la historia (o, al menos, del arranque, emitido este martes) en una producci¨®n que le permite lucir palmito y modelos. Las limitadas cualidades actorales de Cortada quedan tapadas por lo que realmente importa: que d¨¦ bien ante la c¨¢mara. Y eso est¨¢ asegurado. Interpretativamente hablando, la balanza se vuelca del lado de los secundarios, donde destaca Javier Guti¨¦rrez con un Francisco Franco que evita caer en la parodia habitual al trasladar a la pantalla al dictador.
Lo que escond¨ªan sus ojos busca ganarse al espectador por la vista. Lo hace con sus protagonistas y tambi¨¦n con las localizaciones y la ambientaci¨®n, mostrando el lujo en el que viv¨ªa el bando ganador de la guerra. El resultado es una serie que sabe a qu¨¦ tipo de p¨²blico se dirige y le da lo que quiere. No marcar¨¢ un antes y un despu¨¦s, ni lo pretende. Tampoco es de las producciones espa?olas que est¨¢n dando un paso adelante y tratando de quitar el olor a naftalina a la ficci¨®n nacional. Lo que escond¨ªan sus ojos da lo que promete: melodrama, romance, caras bonitas, lujo y una trama pol¨ªtica de fondo para que no se pierda del todo la base hist¨®rica. Nada m¨¢s que eso. O nada menos, seg¨²n se quiera ver.
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