¡®Aquarius¡¯ y Sonia Braga tambi¨¦n conquistan Argentina

Clara es viuda. Tiene 65 a?os y disfruta a pleno de su retiro frente a la playa en la ciudad de Recife, gracias a los 5 pisos que le permiten vivir de los arriendos y una prolifera vida de periodista que adem¨¢s, le otorga cierto prestigio social. Sin embargo, la voracidad inmobiliaria ¨Cenemigo silencioso de los pueblos de Am¨¦rica Latina- interrumpir¨¢ su agraciada vida y la enfrentar¨¢ a sus contradicciones. Eso es lo que cuenta Aquarius, el segundo largometraje de ficci¨®n de Kleber Mendon?a Filho, quien naci¨® en esa ciudad, al punto que la adopt¨® como eterno set de filmaci¨®n, luego de Sonido de Barrio, estrenada en m¨¢s de 40 pa¨ªses e incluida en la lista de las 10 mejores pel¨ªculas de The New York Times en 2012, y los cortometrajes Recife Fr¨ªo (2009) y Noche de viernes, ma?ana de s¨¢bado (2007), entre otros trabajos. Aquarius se present¨® a sala llena en el Festival Internacional de cine de Mar del Plata y ya se convirti¨® en una de las favoritas del p¨²blico, que la ovacion¨® de pie. Una vez m¨¢s, Sonia Braga ha enamorado a los argentinos.

En una imaginaria tabla de valoraci¨®n, habr¨ªa que establecer a Do?a Flor y sus dos maridos y a Ciudad de Dios como extremos de aceptaci¨®n de una pel¨ªcula brasile?a en Argentina. En ese lugar hay que colocar a Aquarius. No es la primera vez que la cinta del director de 48 a?os goza de tal privilegio: el pernambucano marc¨® el regreso de los directores brasile?os al Festival de Cannes y cosech¨® numerosos elogios. Desde ah¨ª, la pel¨ªcula se dispar¨® en todo el mundo, al punto que Netflix ya adquiri¨® los derechos para incluirla entre sus ofertas en 2017 y cuenta con cuatro nominaciones a los premios F¨¦nix del cine iberoamericano.

Clara es la ¨²ltima residente de Aquarius, un edificio original de dos pisos construido en 1940 en la Avenida Boa Viagem, una zona de clase alta junto al mar en Recife. Todos los departamentos vecinos ya han sido comprados por una compa?¨ªa que tiene otros planes para ese lote; una firma que en forma parad¨®jica se llama Bonfim. Pero la mujer, que le ha ganado a un c¨¢ncer de mama, resistir¨¢ una suerte de desalojo psicol¨®gico implementado por la compa?¨ªa. Lo que resulta es una suerte de guerra fr¨ªa, una confrontaci¨®n que resulta ser una disputa entre dos estilos de vida distintos: de un lado, la vida contempor¨¢nea, marcada por el consumo ostentoso; del otro, la que promulga un sentido de comunidad. Clara se ver¨¢ enfrentada en sus contradicciones, marcadas por el pleno respeto de su libertad y, al mismo tiempo, por sus propios refugios burgueses y el simple acceso al confort del que goza, ya sea para que otra mujer haga las tareas de la casa, como para satisfacer alg¨²n deseo sexual.

¡°Me parece interesante que mis protagonistas sean una persona y un edificio que tienen m¨¢s o menos la misma edad, y de alg¨²n modo ambos se sienten amenazados. La pel¨ªcula surgi¨® de una serie de eventos, incluidos un exceso bastante mundano de llamadas telef¨®nicas que recib¨ª en casa: llamadas de telemarketers para vender todo tipo de suscripciones a tarjetas de cr¨¦dito, obras sociales, TV por cable, o diarios. Me sent¨ª bajo ataque por el mercado, que intenta obligar a la gente a comprar cosas que no quiere¡±, explic¨® el director en una entrevista a EL PA?S.

La exposici¨®n en Cannes tambi¨¦n le acerc¨® enemigos. Parte principal del elenco y el director exhibieron carteles en la alfombra roja del certamen con las leyendas ¡°El mundo no puede aceptar este gobierno ilegitimo¡±, ¡°Brasil ya no es una democracia¡±, ¡°Machistas, racistas y estafadores como ministros¡± o ¡°Un golpe tuvo lugar en Brasil¡±. Hac¨ªan referencia al impeachment que se le realiz¨® a Dilma Rousseff y al nuevo Gobierno que asumi¨® en consecuencia, el de Michel Temer, incluso, la expresidenta agradeci¨® el gesto en su cuenta de Twitter: ¡°Gracias, Kleber Mendon?a Filho, Sonia Braga y Maeve Jinkings ¨C el talento del Brasil en Cannes. Al elenco extraordinario de la pel¨ªcula Aquarius, un beso en nombre de la democracia¡±. La respuesta del nuevo Gobierno no tard¨® en llegar: la elecci¨®n para que Peque?o Secreto, de David Schurmann, represente al pa¨ªs por un lugar en los Oscar, por sobre la obra de Mendon?a Filho, fue muy criticada en Brasil y muchos sostienen que se trat¨® de un castigo. La elecci¨®n hab¨ªa comenzado mal, con la decisi¨®n de muchos directores de bajar sus filmes luego de que el cr¨ªtico de cine Marcus Petrucelli fuera designado para el comit¨¦ de selecci¨®n, el mismo que antes de asumir hab¨ªa criticado al equipo de Aquarius por su reprobaci¨®n a Temer. ¡°Va a ser muy dif¨ªcil para ellos, porque el filme est¨¢ b¨¢sicamente en todos lados¡±, respondi¨® Kleber.