Una mirada de cine en Molenbeek
El director espa?ol Jos¨¦ Luis Pe?afuerte presenta en Bruselas su documental sobre el barrio musulm¨¢n
El retrato del barrio bruselense de Molenbeek es un enigma de colores antag¨®nicos. Unas veces?se pinta sumergiendo el pincel en el negro que extiende sobre sus 100.000 habitantes la sospecha del radicalismo. Otras, moj¨¢ndolo en el blanco que a todos absuelve. El director de cine Jos¨¦ Luis Pe?afuerte dice preferir los tonos grises, y su trabajo, ajeno al pulso acelerado, ha crecido durante seis meses?en medio de la vor¨¢gine terrorista de los atentados de Par¨ªs y Bruselas hasta convertirse en el documental Molenbeek, ?generaci¨®n radical?, que este jueves se proyecta en el Festival de Cine Mediterr¨¢neo de Bruselas tras pasar por televisiones de media Europa.
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"Fue una reacci¨®n a los ataques contra Molenbeek. Llegaban a compararlo con la franja de Gaza. Nos preguntamos ?es verdad lo que nos cuentan? Vamos a ir a ver", explica Pe?afuerte. Nacido hace 43 a?os en Bruselas pese a su apellido, es hijo de exiliados del franquismo y autor de Los Caminos de la Memoria, el primer gran filme sobre las fosas de la Guerra Civil.
Por la pel¨ªcula desfilan imanes sedientos de apertura religiosa, educadores empe?ados en destapar la falsa seducci¨®n del fundamentalismo, madres de yihadistas que contienen las l¨¢grimas al recordar a sus hijos o adolescentes que escapan del radicalismo entre las rimas afiladas del hip hop. Tambi¨¦n una presencia muda: el canal que separa el barrio del resto de Bruselas, s¨ªmbolo de la fractura entre el ellos y el nosotros. "Esta frontera virtual no debe impediros mezclaros con el resto de la ciudad. Tambi¨¦n os pertenece", dice sobre un puente que separa ambos mundos un educador a un grupo de adolescentes al inicio del documental.
La filmaci¨®n empez¨® en enero, cuando se marcharon los periodistas que acudieron al barrio tras conocerse que varios de los autores de los atentados de Par¨ªs crecieron all¨ª. Su diagn¨®stico tras cientos de horas de entrevistas es seguro: "El problema n¨²mero uno es el paro. No es sostenible que el 40% de los menores de 30 a?os est¨¦ desempleado, pero ?c¨®mo luchar contra la discriminaci¨®n? Si en su curr¨ªculum aparece el 1080 [c¨®digo postal de Molenbeek] va directo a la basura". Al c¨®ctel se suma el elevado fracaso escolar, el tr¨¢fico de drogas o el acoso a mujeres en plena calle.
La transformaci¨®n de Molenbeek forma parte del relato. La mezcla se acab¨®. "Hay que buscar para encontrar gente de origen belga", dice un ¨¢rabe asentado en el barrio hace m¨¢s de 30 a?os. "Antes ten¨ªamos p¨®sters del Che Guevara, ahora banderas de Daesh", afirma Johan Leman, antrop¨®logo. El testimonio del actor Ben Hamidou, que imparte cursos de teatro, advierte de la regresi¨®n: carteles de espect¨¢culos arrancados, amenazas por comer durante el ramad¨¢n o reproches a mujeres que no portan velo.
Tras los atentados de Bruselas, Pe?afuerte fue testigo de la segunda avalancha medi¨¢tica, con periodistas preguntando d¨®nde encontrar un yihadista, pagando 400 euros a desempleados por aparecer encapuchados exagerando su historia o pidiendo permiso para emitir desde el s¨®tano de una cafeter¨ªa demasiado bonita para estar en la cuna del yihadismo europeo. "Se foment¨® una imagen para el circo medi¨¢tico".
Algo cambi¨® en el rodaje tras los ataques. "En el Pa¨ªs Vasco todos callaban por miedo y esa omert¨¢ existe en Molenbeek. Pero el miedo salt¨® por los aires tras los atentados. Observamos un cambio de actitud. Un "?Ya basta! Hay que hablar". Y las palabras traen consecuencias. Dos miembros del reparto recibieron amenazas. Todo pese a que su ambici¨®n no fue investigar el narcotr¨¢fico o la captaci¨®n yihadista. Solo dar voz a la gente. "No quiero ser el Saviano [Roberto, escritor italiano] de Molenbeek", afirma Pe?afuerte refiri¨¦ndose al autor de Gomorra, amenazado de muerte por la mafia.
La pregunta ?qu¨¦ est¨¢ pasando en Molenbeek? sobrevuela el filme. Las respuestas son complejas, extra?as a la l¨®gica del blanco-negro, inocente-culpable. M¨¢s all¨¢ de captar el esp¨ªritu del barrio, en sus im¨¢genes laten peque?as historias con las que ha esbozado un retrato en el que muchos pueden reconocerse. "La pel¨ªcula habla de gente que quiere cambiar las cosas siendo musulm¨¢n".
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