Picaresca espa?ola en S¨ªdney

Cuando entra en escena la picaresca espa?ola, ese dicho de que la realidad supera a la ficci¨®n puede sobrepasar los l¨ªmites de la frase hecha. Pero en un pa¨ªs en el que llega antes el chiste que la mala noticia, cualquier ocasi¨®n resulta buena para re¨ªrse de las miserias propias o ajenas. Puede que sea un planteamiento arriesgado, pero Herederos del ocaso opta por la incorrecci¨®n hasta las ¨²ltimas consecuencias. El montaje, en cartel en el Teatro Galileo de Madrid hasta el 22 de enero (donde llega tras una buena bienvenida en el festival alternativo Frinje 2016), recrea un esc¨¢ndalo del deporte espa?ol contado desde el humor negro, el neorrealismo y el absurdo, de la mano de la compa?¨ªa Club Can¨ªbal.

La trama parte de un personaje ficticio: Juan Alegr¨ªa, un deportista fracasado, es el hombre que necesita la federaci¨®n espa?ola de tenis de mesa para discapacitados intelectuales para ganar una medalla en los Juegos Paral¨ªmpicos de S¨ªdney 2000.

La sombra de un fraude real planea sobre toda la historia. Un periodista infiltrado en el equipo espa?ol de baloncesto paral¨ªmpico demostr¨® que se hab¨ªa cometido un enga?o may¨²sculo durante la competici¨®n: solo dos de las 12 miembros de la selecci¨®n espa?ola, que gan¨® el oro, ten¨ªan realmente alguna discapacidad. Es un caso de corrupci¨®n muy poco conocido, recalca el responsable de la dramaturgia y director del montaje, Chiqui Carabante, aunque el diario The Guardian incluy¨® el caso entre las 10 principales mentiras de la historia del deporte, dejando al lado los esc¨¢ndalos de dopaje.

A trav¨¦s de la veintena de personajes, desde un atleta discapacitado hasta un miembro de la Casa del Rey pasando por un ministro, todos ellos interpretados por Font Garc¨ªa, Vito Sanz y Juan Vinuesa, se muestra c¨®mo la l¨ªnea entre culpables e inocentes se va difuminando en una cadena de favores en las altas esferas. ¡°En pol¨ªtica la palabra dimitir no existe. O me r¨ªo de eso, o me desanimo. El humor es un veh¨ªculo para hacer pensar¡±, destaca Carabante.

Herederos del ocaso es la segunda parte de la trilog¨ªa Cr¨®nicas Ib¨¦ricasde Club Can¨ªbal, una compa?¨ªa formada por los tres actores citados y el propio Carabante. Igual que Desde aqu¨ª veo la plaza sucia, su anterior ¨¦xito, muestra la realidad a trav¨¦s de un espejo, d¨®nde est¨¢ y d¨®nde reside la idiosincrasia nacional. ¡°Siendo espa?oles, disfrutando de eso y sufri¨¦ndolo al mismo tiempo¡±, sostiene Carabante. ¡°Somos como una noria: la mitad haciendo el rid¨ªculo y la mitad sintiendo verg¨¹enza ajena. Pero nunca nos redimimos¡±.