Los directores del Cervantes piden m¨¢s dinero y autonom¨ªa para crecer

Nicol¨¢s S¨¢nchez Albornoz (Madrid, 1926) fue entre 1991 y 1996 el primer director del Instituto Cervantes, que este a?o celebra sus 25 a?os de vida. Est¨¢ contento por las celebraciones. Pero tiene un peque?o disgusto. Acaba de ver, en la nueva edici¨®n del anuario El espa?ol en el mundo, presentada este martes en la sede central del Instituto, en Madrid, un dato que le ha amargado el d¨ªa: el Instituto Camoens de difusi¨®n de la lengua y la cultura portuguesas en el mundo tiene m¨¢s presupuesto que el Cervantes (316 millones de euros frente a 115 en 2015). Tambi¨¦n m¨¢s sedes, tanto en la Uni¨®n Europea (42 frente a 34) como fuera de ella (82 frente a 42). Y est¨¢ presente en m¨¢s pa¨ªses (67 frente a 43).

Los sucesivos directores que han pasado por la direcci¨®n del Instituto ¡ªtodos ellos excepto Jon Juaristi presentes en el acto celebrado hoy en Madrid¡ª coinciden en reclamar m¨¢s recursos econ¨®micos, m¨¢s coordinaci¨®n en las actuaciones entre instituciones del Estado y sobre todo m¨¢s autonom¨ªa para el Cervantes. Algunos de ellos, adem¨¢s, coinciden en que el Instituto para la difusi¨®n de la lengua y la cultura espa?olas por el mundo naci¨® en 1991 ¡°tarde y mal¡±, en comparaci¨®n con otros colegas/competidores como el British Council, el Goethe Institut o el Institut Fran?ais.

¡°Yo, desde luego, como primer director del Instituto, echo de menos un apoyo mucho m¨¢s decidido por parte de nuestros gobiernos. Hay una estad¨ªstica en el estudio que me ha llamado la atenci¨®n y que me preocupa bastante, porque sit¨²a el problema del Cervantes en t¨¦rminos muy objetivos: el Instituto Camoens de Portugal tiene un presupuesto mayor que el Cervantes¡­ y Portugal es un pa¨ªs m¨¢s peque?o que Espa?a, con menos recursos econ¨®micos y con un ¨¢rea de expansi¨®n del idioma ciertamente m¨¢s limitada. Para m¨ª, esto significa bastante sobre el apoyo que el Estado da en Espa?a al Instituto Cervantes. Significa simplemente que el Estado portugu¨¦s ha tenido mayor sensibilidad que el espa?ol sobre lo que representa el idioma¡±. Palabra de Nicol¨¢s S¨¢nchez Albornoz.

No reflejan menos preocupaci¨®n las palabras de C¨¦sar Antonio Molina, quien dirigi¨® el organismo entre 2004 y 2007 y que con posterioridad fue ministro de Cultura en el Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero: ¡°Los poderes p¨²blicos de este pa¨ªs deber¨ªan apostar mucho m¨¢s por el Instituto Cervantes. Nos representa en todo el mundo a los espa?oles pero sobre todo representa a 500 millones de hispanohablantes. No podemos perder ese liderazgo. Y para ello se requiere m¨¢s inter¨¦s pol¨ªtico, m¨¢s conciencia, m¨¢s medios. Y a los 25 a?os esta ya tendr¨ªa que ser una instituci¨®n libre e independiente y desde luego con mayores recursos, y no hablo de gasto, hablo de inversi¨®n¡±.

M¨¢s medios econ¨®micos, m¨¢s autonom¨ªa, m¨¢s coordinaci¨®n y m¨¢s expansi¨®n hacia Iberoam¨¦rica: esas son las cuatro reclamaciones que los antiguos responsables del Instituto han lanzado hoy al Gobierno. No solo los antiguos responsables: ¡°Es evidente que hace falta, a estas alturas y despu¨¦s de 25 a?os, una mayor autonom¨ªa. Envidiamos al Prado y a la Biblioteca Nacional. Mover el Cervantes es extremadamente dif¨ªcil en el plano administrativo, porque hay tal cantidad de cortapisas que es como si te invitan a bailar con los pies atados. Sobre todo, en esta nueva faceta de trabajo mano a mano con Am¨¦rica. Adem¨¢s, una ley de autonom¨ªa permitir¨ªa situar al Instituto al margen de los avatares de los partidos pol¨ªticos¡±, ha explicado a este diario el actual director, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, quien aboga por un Cervantes ¡°definitivamente iberoamericano¡±.

Coincide con ¨¦l el Marqu¨¦s de Tamar¨®n, director del centro entre 1996 y 1999: ¡°Este es un problema end¨¦mico, pero recuerdo que, en lo ralativo a la relaci¨®n entre los partidos pol¨ªticos y el Cervantes a veces hab¨ªa que hacer malabarismos con pesos de muchos quintales. Santiago de Mora-Figueroa lamenta que en ocasiones hay ¡°duplicaci¨®n de esfuerzos entre instituciones y ser¨ªa bueno que los bomberos no se pisaran la manguera¡±.

En el tema de la necesidad de una mayor coordinaci¨®n tambi¨¦n ha abundado, en la conversaci¨®n que EL PA?S ha mantenido con quienes un d¨ªa llevaron las riendas del centro creado en 1991, Santiago de Mora-Figueroa: ¡°Las instituciones pol¨ªticas s¨ª han confiado en el Cervantes¡­ lo que no s¨¦ es si han confiado de verdad entre ellas, porque est¨¢ claro que hubiera sido bueno una mayor coordinaci¨®n entre instancias a la hora de actuar¡±. Evidentemente, este y otros juicios se refieren a la tradicional cacofon¨ªa de poder que entre los ministerios de Exteriores y Cultura se ha dado siempre en el seno del Cervantes.

¡°Desde el punto de vista pol¨ªtico yo creo que ha habido un acuerdo en torno al Cervantes casi como el que existe sobre el Museo del Prado. Eso es hasta hoy. Ahora bien, si hablamos de una nueva etapa despu¨¦s de 25 a?os, y hay que hacerlo, el Instituto necesita nuevas normas, un estatuto, que le d¨¦ mayor autonom¨ªa, similar al del Prado¡±, apunta Fernando Rodr¨ªguez Lafuente, al frente de la instituci¨®n entre 1999 y 2001. En opini¨®n de Carmen Caffarel, responsable entre 2007 y 2012, con el Cervantes ha habido en ocasiones una especie de apuesta de escaparate por parte de los gobiernos de turno: ¡°Tengo la sensaci¨®n de que a veces ha habido una apuesta m¨¢s con las palabras que con los hechos. Las controversias entre unas instituciones y otras han impedido que el Cervantes, que estaba ya maduro, pudiera andar solo. Ha llegado el momento de reclamar a las instituciones p¨²blicas una mayor autonom¨ªa para el Instituto Cervantes, econ¨®mica por supuesto, pero tambi¨¦n para eliminar barreras en el funcionamiento¡±.