La aventura social y moral
Es una pel¨ªcula de aventuras, aunque cualquiera lo dir¨ªa viendo sus im¨¢genes, deliberadamente fe¨ªstas, conscientemente reiterativas, ambientadas en g¨¦lidas oficinas
EL TESORO
Direcci¨®n: Corneliu Porumboiu.
Int¨¦rpretes: Toma Cuzin, Adrian Purcarescu, Corneliu Cozmei, Cristina Cuzina Toma.
G¨¦nero: aventuras. Ruman¨ªa, 2015.
Duraci¨®n: 85 minutos.
El valor de las pel¨ªculas inesperadas es incalculable. El de los relatos a contracorriente, los que giran hacia el lugar m¨¢s insospechado, los que poseen un tono m¨¢s ins¨®lito, los que, ampar¨¢ndose en los cl¨¢sicos, no solo los revitalizan sino que adem¨¢s, en cierto sentido, los pervierten con sus modos, sin traicionar su esencia. El tesoro, quinto largometraje del rumano Corneliu Porumboiu, es, desde su t¨ªtulo hasta su desenlace, una pel¨ªcula de aventuras. Pero cualquiera lo dir¨ªa viendo sus im¨¢genes, deliberadamente fe¨ªstas, conscientemente reiterativas, ambientadas en g¨¦lidas oficinas, desapacibles hogares, destartalados jardines y funcionales parques.
La pel¨ªcula de Porumboiu, el autor de la sensacional 12:08, al Este de Bucarest (2006), podr¨ªa formar un inmejorable d¨ªptico moral con la todav¨ªa en cartelera Los ex¨¢menes, de Cristian Mungiu. Los dos directores habitan un pa¨ªs que pretende levantarse entre sus ruinas ¨¦ticas, una sociedad aquejada de un temblor corrupto, desde arriba hasta abajo, en la que la decencia adquiere una condici¨®n casi quim¨¦rica. Y, sin embargo, qu¨¦ distintas acaban siendo ambas pel¨ªculas. Quiz¨¢ porque el impacto de Los ex¨¢menes permanece fresco en la memoria, uno se espera que detr¨¢s de cada peque?o conflicto moral de El tesoro, a la vuelta de cada ruptura de la integridad (un escaqueo en el trabajo, un atajo inconsciente para salir del atolladero econ¨®mico, una burla legal...), anide una consecuencia entre negra y edificante, como un castillo de naipes que se va derrumbando. Pero no es as¨ª. El tesoro tiene la virtud de la continua ruptura de expectativas. Nunca ocurre lo que se espera. Y presente y pasado, revoluciones decimon¨®nicas y confiscaciones contempor¨¢neas, se dan la mano en un discurso unitario y rocambolesco alrededor de, y esto es literal, la b¨²squeda de un tesoro por parte de dos tipos que pueden estar cavando un hoyo f¨ªsico pero tambi¨¦n vital.
A trav¨¦s de planos fijos alargados en el tiempo, con una ausencia (casi) total de m¨²sica, ¨²nicamente una bell¨ªsima r¨¢faga final, en tono, faltar¨ªa m¨¢s, de cine cl¨¢sico de aventuras, y una luz mortecina con la que se envuelven unas existencias grises y desamparadas, la pel¨ªcula es otra muestra m¨¢s de hacia d¨®nde se sigue dirigiendo el Nuevo Cine Rumano. Con la cima de 4 meses, 3 semanas, 2 d¨ªas, de Mungiu, hace ya casi una d¨¦cada, se ha ido conformando un movimiento que, al tiempo que radiograf¨ªa su sociedad, la del presente y la del pasado, y su estado de asfixia, ofrece una salida ¨¦tica y una amplitud de lecturas a sus desvar¨ªos cotidianos sin necesidad de discurso alguno.
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