Las lecturas de Eduardo Mendoza, Fern¨¢ndez Cubas, Javier Mar¨ªas...

Eduardo Mendoza

Premio Cervantes 2016

Este a?o, como todos: caos y prop¨®sitos incumplidos. ?ltimamente, en vez de releer, como corresponder¨ªa a mi edad y a mi elevada categor¨ªa intelectual, me dedico a leer libros importantes que (me averg¨¹enza decirlo) a¨²n no hab¨ªa le¨ªdo. Verbigracia: el Para¨ªso de la Divina comedia. ?Me ha entusiasmado? No es la palabra. Satisfecho del deber cumplido, eso s¨ª. De cuando en cuando, Balzac, Thomas Mann, un Dickens del fondo del ba¨²l. Para alternar, novela negra especialmente sangrienta. Como con la comida basura, se empieza con ardor y se acaba con ardor, pero de est¨®mago. Prefiero no dar nombres. A los amigos, no por obligaci¨®n, sino por gusto: El punto ciego, de Javier Cercas; La habitaci¨®n de Nona, de Cristina Fern¨¢ndez Cubas; Patria, de Fernando Aramburu; No en mis d¨ªas, de Pere Gimferrer, y el Diccionario enciclop¨¦dico de la vieja escuela, de Javier P¨¦rez And¨²jar. Que me perdone alguno si lo omite mi mala memoria. El resto, picoteo. Algo de ficci¨®n nacional y extranjera, m¨¢s extranjera que nacional (me gusta leer en idiomas que conozco mal), algo de filosof¨ªa (que no entiendo), poes¨ªa, historia, ensayo y prensa, pero no deportiva. No sigo estrictamente las novedades. A veces leo t¨ªtulos que fueron ¨¦xitos hace unos a?os y hoy todo el mundo ha olvidado, como quien sale a la calle con un pantal¨®n ancho cuando se llevan estrechos, o al rev¨¦s. ?Leo en papel o en soporte mec¨¢nico? Eso es tema para otro d¨ªa.

Elvira Lindo

Escritora

En 2016 descubr¨ª los formidables cuentos de Lucia Berlin, Manual para mujeres de la limpieza. Le¨ª y prologu¨¦ dos libros de experiencias memorables: La importancia de no entenderlo todo, de Grace Paley, y El valor de la memoria, de Mercedes N¨²?ez Targa, la vida fascinante de una mujer que pas¨® por las c¨¢rceles franquistas y por el campo nazi de Ravensbr¨¹ck. Uno de historia que me entusiasm¨®: Victoria Kent y Louise Crane en Nueva York, de Carmen de la Guardia, sobre el exilio de la pol¨ªtica espa?ola y su relaci¨®n con la americana Crane. Y unas memorias publicadas en 2003, A Fly in the Soup, de Charles Simic.

Sara Mesa

Escritora

Mis lecturas han sido dispares y ca¨®ticas (novedades, lagunas, obsesiones¡­). Ha sido un a?o de libros exc¨¦ntricos escritos por mujeres exc¨¦ntricas. Pienso en los cuentos de Grace Paley o en las novelas de Ivy Compton-Burnett, en Ingeborg Bachmann, en el descubrimiento de Marianne Fritz, en El chal, de Cynthia Ozick. Estoy leyendo El hombre que amaba a los ni?os, de Christina Stead. Si el escritor es siempre un ser extra?o, estas mujeres tienen el plus de haber roto con lo que se esperaba de ellas. Son magn¨ªficas.

Juan Eduardo Z¨²?iga

Premio Nacional de las Letras Espa?olas 2016

?ltimamente solo releo. De este a?o, podr¨ªa destacar El a?o de la muerte de Ricardo Reis, de Jos¨¦ Saramago: la recreaci¨®n de una Lisboa inventada sobre una trama pol¨ªtica real. El bar¨®n rampante, de Italo Calvino: siempre me ha gustado su audacia al unir historias fant¨¢sticas con la s¨¢tira y el realismo. La ruina del cielo, de Luis Mateo D¨ªez: uno de los vol¨²menes del ciclo consagrado a Celama, que presenta un panorama simb¨®lico de nuestra historia reciente.

Isabel Burdiel

Historiadora

He descubierto una novela fant¨¢stica: Olive Kitteridge, de Elizabeth Strout, publicada en 2008. Casi me alegro de hab¨¦rmela perdido entonces. Ha sido un placer inesperado. Es la historia de una mujer corriente en una peque?a ciudad de Maine, y de la gente que vive a su alrededor.Es una antih¨¦roe perfecta. No por modesta y an¨®nima, sino porque es una bruja y un hada madrina. Es insolente y t¨ªmida, cascarrabias y paciente. Inteligente y plana. Ella, su familia, sus amigos y enemigos son inolvidables. Busquen tambi¨¦n la serie protagonizada por Frances McDormand y Richard Jenkins.

Javier Mar¨ªas

Escritor y acad¨¦mico de la Lengua

La doble militancia de Javier Mar¨ªas (novelista y editor literario al frente de Reino de Redonda) se ha manifestado este 2016: escribe una novela y no tuvo tiempo para novedades, aunque las guarda para cuando acabe el libro. Y lee; como editor est¨¢ obligado. De las novedades que aguardan turno para cuando termine la novela, entre otros, Falc¨®, de P¨¦rez-Reverte; Patria, de Aramburu, y un libro, Diario de una vida breve, de Juan Manuel Silvela Sangro, que ahora publica Pre-Textos y que ¨¦l recuerda haber le¨ªdo a los 15 a?os. Para Reino de Redonda ha le¨ªdo libros, de los que ha contratado dos: El juicio de S?ren Qvist, de Janet Lewis, y Los papas, ¡°una historia casi exhaustiva de los pont¨ªfices¡± escrita por el historiador brit¨¢nico John Julius Norwich. Y, como siempre hace cuando escribe, ha le¨ªdo literatura que le sirve de argamasa: Moby Dick, Enrique V, Cuatro cuartetos¡­

?ngeles Mora

Premio Nacional de Poes¨ªa

En esta ocasi¨®n voy a citar solo libros escritos por mujeres. Obras que en el momento en que hago este recuento recuerdo especialmente. Dir¨¦ s¨®lo los t¨ªtulos (es f¨¢cil encontrar las editoriales): En poes¨ªa, aparte de las veteranas y admiradas Julia Uceda (Escritos en la corteza de los ¨¢rboles, 2013; Hablando con un haya, 2010) y Angelina Gatell (En soledad con ella, Antolog¨ªa 1948-2015), he manoseado y le¨ªdo Beat Attitude (Antolog¨ªa de mujeres poetas de la generaci¨®n beat, 2015); Adi¨®s al ma?ana, de M¨®nica Do?a, 2014; Los p¨¢lidos se?ores con las tazas de moca, de Herta M¨¹ller, 2010 (Trad. de Jos¨¦ Luis Reina Palaz¨®n); Apogeo, Gioconda Belli, 2015; No ser¨¢s mi baby, Violeta Niebla, 2015; Marta & Mar¨ªa, de M? Victoria Atencia, Los cuerpos oscuros, de Juana Castro (estos dos ¨²ltimos, preciosas reediciones en Genialog¨ªas) y adem¨¢s: Las proximidades, de Concha Garc¨ªa; Carrusel, de Ioana Gruia; Malabarismos (aforismos), de Carmen Canet; La naranja entera, de Vera Moreno; Dime lo, de M¨®nica Franc¨¦s; Los sonidos del barro, de Olalla Castro¡­ todos ellos de 2016 y muy apetecibles. Ah, y la Poes¨ªa completa de Sylvia Plath (Trad. de Xo¨¢n Abeleira).

De novela voy a recordar un descubrimiento para m¨ª: La amiga estupenda, de la misteriosa Elena Ferrante (muy le¨ªda, actualmente), primera y fascinante novela de la serie Dos amigas. La segunda ya est¨¢ en mi mesa. Tambi¨¦n acabo de releer una peque?a y exquisita edici¨®n no venal (Visor, 2004): Carta a un joven poeta, de Virginia Woolf.

Mart¨ªn Caparr¨®s

Escritor

Le¨ª con gran placer Fuera de lugar, de Mart¨ªn Kohan. A partir de un tema escabroso ¨Cla pornograf¨ªa infantil¨C arma un fresco cutre e inquietante, suavemente violento, donde se cruzan las miradas de varios personajes/narradores que, en general, no terminan de entender lo que hacen. Siempre me atrajeron esos relatos donde la historia surge de la incomprensi¨®n del significado de la historia; Fuera de lugar lo hace con maestr¨ªa. La recomiendo; es cierto que, como buena novela argentina, no la leyeron muchos espa?oles. Aqu¨ª existe la superstici¨®n de que las novelas tienen nacionalidad: seg¨²n ella, Guerra y Paz no ser¨ªa mala pero demasiado rusa, Madame Bovary, qu¨¦ pena, tan francesa, Pedro P¨¢ramo estar¨ªa bien para mexicanos. Parece un chiste malo, pero el argumento suele circular, para verg¨¹enza de quienes lo emiten. Una novela -como una persona- puede ser buena o mala, no extranjera.

Cristina Fern¨¢ndez Cubas

Premio Nacional de Narrativa

1. Creo que fue a la altura de la tercera o cuarta carta. El nudo en la garganta cristaliz¨® de pronto en los m¨¢s sentidos lagrimones que recuerdo de los ¨²ltimos tiempos. La culpable fue Emma Reyes, autora-personaje de Memoria por correspondencia, una obra singular ¡ªsu ¨²nica obra¡ª en la que la pintora colombiana, analfabeta hasta edad adulta, recuerda sin rencor, en cartas dirigidas a un amigo, la terrible historia de su infancia.

2. Quise volver a alojarme en esa posada de historias que es Manuscrito encontrado en Zaragoza y revisitar a viejos amigos. Embarcada ya en ese viaje prodigioso, me di cuenta de que era mucho m¨¢s rico a¨²n de como lo recordaba. Admir¨¦ sin reservas a Jan Potocki y pas¨¦, reley¨¦ndole con toda calma, un excelente verano.

3. La condici¨®n animal. Un sorprendente, crudo e intenso primer libro de Valeria Correa Fiz, argentina de la que no s¨¦ m¨¢s que lo que cuenta la solapa y, la verdad, no cuenta demasiado. Los 12 relatos s¨ª lo hacen¡­ ?Y c¨®mo!

Ram¨®n Buenaventura

Premio Nacional de Traducci¨®n

Repaso mis notas de lectura y veo con asombro que en la lista solo aparecen tres t¨ªtulos en castellano: Don Quijote de La Mancha y un par de tomos de do?a Mar¨ªa de Zayas y Sotomayor, una de los primeros disc¨ªpulos de Cervantes. Mea grandissima culpa. Destaco:

A Girl is a Half Formed Thing y The Lesser Bohemians, las dos novelas en las que Eimear McBride reafirma la existencia de la literatura. Espero que alguien las presente pronto a los lectores espa?oles. Sapiens y Homo Deus (hay versi¨®n espa?ola), los dos ensayos en los que Yuval Noah Harari replantea en t¨¦rminos extraordinariamente reveladores todas las historias del ser humano. Spoilt Rotten: The Toxic Cult of Sentimentality (en Alianza: Sentimentalismo t¨®xico), de Theodore Dalrymple, porque define con precisi¨®n uno de los males que peor infectan las relaciones afectivas de nuestro tiempo. Boussole, de Mathias ?nard (Br¨²jula, en versi¨®n espa?ola), una detenida explosi¨®n de belleza literaria y amor a la diferencia. Habr¨ªa m¨¢s, si hubiera espacio.