La mutaci¨®n de Anohni como banda sonora del caos
Su ¨¢lbum 'Hopelessness' encar¨® con brillantez dos de los grandes desaf¨ªos del a?o, el de la denuncia social y el del emborronamiento de los l¨ªmites de la personalidad
M¨¢s all¨¢ de su condici¨®n de b¨¢lsamo en medio del caos, de lo que supone como refugio ante un mundo cuyas claves ya escapan a la pericia del polit¨®logo m¨¢s consumado, la m¨²sica pop nos proporciona algunas herramientas para entender el mundo que nos rodea. Lejos tambi¨¦n del alivio escapista, sigue enfrent¨¢ndose con sus propias armas, con las de un lenguaje con vigor renovado que se se niega a languidecer ¡ªpese a la testaruda comparecencia de sucesivos revivals¡ª, a esa realidad que nos golpea, desde lo colectivo o lo meramente personal, con la misma fr¨ªa crueldad con la que las hojas van cayendo de nuestros calendarios. En 2016 se ha enfrentado, primordialmente, a dos ¨®rdagos: en primer lugar, encarar los rigores de la muerte (los de la propia ¡ªDavid Bowie o Leonard Cohen¡ª o los de ese deceso filial que puede ser a¨²n peor que el propio ¡ªNick Cave¡ª) con obras de gran calado, que le aguantaban la mirada sin pesta?ear al tajo inminente de la guada?a desde atalayas colosales. Y en segunda instancia, a la denuncia de los sangrantes desequilibrios globales que sacuden el mundo con obras de un aventurismo palpitante, talladas con el cincel de esos discos que parecen destinados a quedar fijados como fiel testimonio de su tiempo.
En este ¨²ltimo negociado, quienes con m¨¢s determinaci¨®n notarial lo han logrado (porque hasta las obras m¨¢s casuales reflejan un estado de las cosas, aunque sea involuntariamente) seguramente sean la brit¨¢nica Kate Tempest y la tambi¨¦n brit¨¢nica (aunque neoyorquina por hechuras creativas, desde hace d¨¦cadas) Anohni, la artista antes conocida como Antony Hegarty. En el caso de esta ¨²ltima, adem¨¢s, sublimando con audacia ¡ªy hasta sus ¨²ltimas consecuencias, dada su condici¨®n transg¨¦nero¡ª una de la tendencias que tambi¨¦n han marcado el a?o que se nos va: el emborronamiento de los contornos de la identidad del creador merced a los avances de la tecnolog¨ªa, que algunos han difuminado gracias a los tratamientos de voz y a la fragmentaci¨®n de su obra (los ¨¢lbumes de Bon Iver o Lambchop son las muestras m¨¢s notorias) y que en el caso del exl¨ªder de Antony & The Johnsons incide directamente en la cuesti¨®n de g¨¦nero. Obviamente, Antony se sent¨ªa mujer desde hace muchos a?os, pero su conversi¨®n en Anohni y la escenificaci¨®n de su mutaci¨®n sonora en directo, con el rostro completamente cubierto durante m¨¢s de una hora sobre el escenario por una especie de burka (de esa guisa recal¨® en su concierto del S¨®nar en junio, en un bolo impactante y solvente pero, en contrapartida, algo deshumanizado) tambi¨¦n env¨ªan un potente mensaje al mundo.
Una misiva que, denunciando los desmanes ecol¨®gicos, la violencia sexista, la utilizaci¨®n de drones como soterrado m¨¦todo de exterminio por las potencias occidentales o subrayando la decepci¨®n ante las promesas no cumplidas de Barack Obama, no iba (ni mucho menos) a cambiar el mundo, pero tampoco iba por ello a renunciar a poner banda sonora a un 2016 que, con el ¨¦pico y grandilocuente sost¨¦n electr¨®nico procurado por Hudson Mohawke y Oneohtrix Point Never, sustanciaba la deslumbrante metamorfosis creativa de Hopelessness (2016). El disco que, haciendo palidecer de envidia a cualquier adalid del soul digital (al fin y al cabo, hablamos de alma, y en sus surcos se desborda), culminaba una transformaci¨®n cuya semilla fue la implicaci¨®n de Antony en el proyecto electro pop Hercules & Love Affair hace ocho a?os, desde un hedonismo bailable que en poco se compadece con su f¨¦rrea toma de conciencia actual.
El enorme trecho, casi un abismo, que media entre los despreocupados y vivarachos contoneos de Naomi Campbell en el video clip de Freedom! '90 (1990) ¡ªtan rescatado ahora que acaba de fallecer quien lo auspici¨®, George Michael¡ª y los lagrimones y angustiados escorzos de la modelo inglesa ¡ªun cuarto de siglo despu¨¦s¡ª en el teaser promocional de la fascinante Drone Bomb Me, p¨®rtico de entrada a la magn¨¦tica ¨®pera prima de Anohni, tambi¨¦n da un poco la medida de hacia d¨®nde ha evolucionado el mundo que nos rodea. ?C¨®mo hemos llegado hasta aqu¨ª? Pregunten a los polit¨®logos.
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