Ascenso y ascensi¨®n de Anabel

Suena el despertador: Anabel amanece con un ritual de dopaje y puesta en marcha, llevado al comp¨¢s, que recuerda al que a diario repet¨ªa Roy Scheider en All that Jazz, ficci¨®n autobiogr¨¢fica de Bob Fosse. La protagonista de Interrupted, galardonad¨ªsimo espect¨¢culo de la joven compa?¨ªa Teatro Envilo (Premio Talent Madrid 2013, Mejor compa?¨ªa emergente en el Mimetic Festival de Londres, Nominaci¨®n en los XIX Premios Max, 2? mejor montaje de 2016 por votaci¨®n popular en la revista Godot), es una ejecutiva incipiente, cuya actividad laboral amenaza con devorar su menguada vida sentimental.

No le pidan peras al olmo ni dramaturgia a esta obra, toda ella humor y acci¨®n. Tres de sus cuatro int¨¦rpretes hacen, adem¨¢s de sus personajes, el papel de attrezzistas y de escen¨®grafos en vivo y a la vista: con sus cuerpos y un pu?ado de objetos significativos, construyen escenarios ilusorios. Ellos definen la casa de Anabel (interpretada con encanto por Andrea Jim¨¦nez) y el coche que conduce compulsivamente, que se convierte en oficina con solo chasquear los dedos, como la carroza de Cenicienta se transforma en calabaza a la campanada duod¨¦cima.

Esther Ramos, Ariana C¨¢rdenas y Noem¨ª Rodr¨ªguez, estupenda clown, dominan el arte de la sugesti¨®n, de modo que cuando una puerta o pared le quita de la boca a Anabel los somn¨ªferos con los que pensaba finiquitarse, entramos de lleno en un mundo m¨¢gico equivalente al de la Alicia de Carroll o al de Little Nemo in Slumberland.

Su dominio de este original procedimiento bufonesco (emparentado con el que tan virtuosamente cultiva Th¨¦?tre de Complicit¨¦) y lo sistem¨¢tico de su aplicaci¨®n, no se corresponden con la elementalidad de la dramaturgia: la ¨²ltima parte de la funci¨®n es previsible, simplificadora y un punto confusa.