El ¡®show¡¯ de ¡®Las Campos¡¯
El programa ha dado un giro m¨¢s c¨®mico y ha sabido sacar jugo a los personajes que Mar¨ªa Teresa y Terelu han creado
Las Campos?ha vuelto a Telecinco por Navidad. Tras la buena acogida de las dos primeras entregas del programa en verano, era evidente que la cadena no iba a dejar pasar la oportunidad de prolongar el docurreality protagonizado por las presentadoras. Las fiestas navide?as han sido el momento elegido, una buena ocasi¨®n para dar cuenta del despliegue consumista, de adornos y de amor y felicidad (ejem) en torno a la matriarca Mar¨ªa Teresa.
Despu¨¦s de que la primera entrega mostrara la forma de vida de las dos presentadoras, ahora ha llegado un giro un poco m¨¢s c¨®mico, con un montaje m¨¢s juguet¨®n que el de anteriores cap¨ªtulos, m¨¢s canciones con doble sentido, m¨¢s miraditas significativas. Y de sacar jugo a los personajes que Mar¨ªa Teresa y Terelu han creado y a las expectativas de los espectadores, a lo que saben y creen que saben. Como que Terelu no para de comer ¡ªvenga im¨¢genes de ella comprando comida, y comiendo, y viendo c¨®mo preparan la comida¡ª. Incluso su propia madre hace referencia a la ya m¨ªtica porra que se comi¨® Terelu en una entrega anterior. O su confesi¨®n de que hace a?os y a?os que no monta en autob¨²s. De nuevo, ella ha sido la que se ha ganado al p¨²blico con sus frases y sus gestos. Sabe alimentar el personaje. Nunca mejor dicho.
Las Campos navide?as han dado tambi¨¦n m¨¢s protagonismo a Carmen, la otra hermana, convertida ya en otro personaje m¨¢s del show. Y a Edmundo, Bigote Arrocet, y su relaci¨®n con Mar¨ªa Teresa. Uno de los ganchos del programa jugaba precisamente con la posibilidad de que la pareja fuera a anunciar en una celebraci¨®n navide?a su enlace. En cambio, aprovecharon para gastar una inocentada (ya es 28 de diciembre) y proseguir cantando eso de "si nos dejan, nos vamos a querer toda la vida". Y m¨¢s miraditas de las hijas. De nuevo, jugando con lo que los espectadores creen que saben sobre la relaci¨®n de los implicados.
La nueva entrega de Las Campos ha consolidado el programa como un formato con gracia, que sabe d¨®nde est¨¢n los puntos fuertes de sus implicados y sabe sacarles jugo. Aun sin descubrir nada nuevo, resulta entretenido. No es cosa sencilla. Si no, que se lo digan a los que vieron algo del reciente docurreality centrado en Ana Obreg¨®n. Porque aqu¨ª se percibe que estamos ante un programa, que los protagonistas saben que est¨¢n en un programa, pero no suena todo a falso. Eso s¨ª, parece un formato que, si se explotara demasiado, podr¨ªa perder su tir¨®n. Mejor en dosis peque?as. Si es as¨ª, que siga el show de Las Campos.
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