Jennifer Hayden, toda una vida a trav¨¦s de sus tetas
La novelista utiliza humor e iron¨ªa en una novela gr¨¢fica en la que pasea por el feminismo y el c¨¢ncer
Jennifer Hayden creci¨® viendo en la mesa del caf¨¦ de su casa una revista Playboy: su padre veneraba los pechos de las mujeres. Ella pas¨® la adolescencia rogando al cielo que le crecieran r¨¢pido, pero se hac¨ªan tanto de rogar que mor¨ªa de verg¨¹enza. Y a los 43 a?os pas¨® por un c¨¢ncer de mama. Hayden (Nueva York, 1961) podr¨ªa contar su vida a trav¨¦s de sus tetas. Y lo ha hecho. Con iron¨ªa, muchas veces humor, la novela gr¨¢fica Historia de mis tetas (Reservoir Books) habla de supervivencia en un sentido amplio, la de quien se sobrepone a una enfermedad, la de una mujer que sobrevive a los lugares comunes impuestos por la supuesta feminidad.
Antes autora de libros de ficci¨®n infantil, al c¨®mic lleg¨® hace 12 a?os, en plena convalecencia.Pero ahora su novela es capaz de provocar risas. ¡°Lo cont¨¦ as¨ª porque as¨ª es como lo enfoco todo. Adem¨¢s, hab¨ªa superado el c¨¢ncer, as¨ª que me sent¨ªa optimista y le pude poner el humor que no hab¨ªa puesto el tiempo que pas¨¦ por la enfermedad¡±.
Est¨¢ convencida de que ¡°el humor ayuda a mucha gente¡±. Dice que ¡°hay maridos que compran el libro para sus esposas, para ayudarlas a superar el enfado que a¨²n sienten despu¨¦s del c¨¢ncer de mama¡±. A pesar de ello, es consciente de que corr¨ªa ¡°un riesgo¡± porque hay pacientes que lo ha pasado peor. ¡°Yo no quer¨ªa decir que, tras el c¨¢ncer, la vida es bonita y perfecta. No quer¨ªa divertir de manera fr¨ªvola. Quer¨ªa una combinaci¨®n de lo dulce y lo salado: creo que el humor da fuerza a la pena, y la pena da fuerza al humor¡±.
Esp¨ªritu libre
Esta novela gr¨¢fica de Hayden, sin salir a¨²n del asunto del c¨¢ncer, impacta cuando la autora le pregunta al doctor si seguir¨¢ siendo la misma sin pecho y ¨¦l le responde que no. ¡°Me preocupaba qu¨¦ cambios podr¨ªa haber, si me volver¨ªa amargada, seria y si perder¨ªa ese cierto esp¨ªritu libre que siempre hab¨ªa sentido y que hab¨ªa sido parte de mi arte. No quer¨ªa renunciar a esa chispa que me hab¨ªa mantenido haciendo cosas. No imaginaba que me convertir¨ªa en alguien mejor despu¨¦s de ello, pero lo hice¡±, asegura Hayden.
Hay un momento de la historia en el que la joven dice: ¡°Deseaba mis tetas m¨¢s que a nada y cre¨ª que eran la respuesta a todas y cada una de las preguntas de este mundo¡±. La frase es justo una burla a esa idea. No obstante, ?cree que los pechos dan alguna respuesta a algo? ¡°Pienso en El mago de Oz: los personajes de la pel¨ªcula le piden al mago cosas que en realidad ya tienen dentro de ellos, pero ¨¦l les entrega un s¨ªmbolo a cada uno [un diploma, una medalla al valor¡] y, gracias a eso, empiezan a creer que s¨ª tienen esas cualidades. Me imagino yendo al mago pidi¨¦ndole tener tetas, pero, en realidad, ya tengo todas esas cosas que me van a proporcionar, son un s¨ªmbolo. A una mujer, el pecho le da un sentimiento de confianza y un sentido del lugar que ocupa en el mundo a nivel sexual, o jer¨¢rquicamente. Al margen de su funci¨®n biol¨®gica, al perderlas me di cuenta de que no me hacen falta para sentirme una mujer¡±.
Se detecta en la obra de Hayden la protesta social. Ella no lo niega. ¡°Yo crec¨ª en un hogar en el que la revista Playboy estaba en la mesa del caf¨¦ y en el que mi padre estaba obsesionado con los pechos¡±. Dice que ¡°en Am¨¦rica¡± le dan mucha importancia a esta parte de la anatom¨ªa femenina. ¡°Hacemos creer a las chicas que son inadecuadas si no desarrollan un buen pecho¡ He visto algunos tipos venir a las ferias y tomar el libro y, por la forma en que lo miran, notaba que creen que es una obra pornogr¨¢fica. Me dan ganas de decirles: ¡®S¨ª, ll¨¦vatelo, necesitas leerlo¡±.
No es la primera novela gr¨¢fica que se adentra en un asunto peliagudo como el c¨¢ncer. Hace a?os que el c¨®mic ya sirve al ¨¦xito tambi¨¦n de historias tan tristes como complejas. No son solo vi?etas de h¨¦roes. ?Cree Hayden que las historietas est¨¢n listas incluso para ganar el Nobel? ¡°Pienso que debe ocurrir lo mismo que cuando [el dibujante] Art Spiegelman gan¨® el Pulitzer por su libro Maus. Crearon una nueva categor¨ªa para premiarlo. Yo creo que las novelas gr¨¢ficas no son novelas. Para m¨ª son mejores que las novelas, pero pertenecen a otra categor¨ªa. Y cada categor¨ªa de arte ¡ªjazz, rock¡¡ª necesita desarrollarse por su cuenta. Tienen su propia identidad y necesitan sus propios premios¡±.
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