El cazador de inmigrantes
La pel¨ªcula de Jon¨¢s Cuar¨®n, de 2015, quiz¨¢ haya entrado en una nueva dimensi¨®n con el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales
DESIERTO
Direcci¨®n: Jon¨¢s Cuar¨®n.
Int¨¦rpretes: Gael Garc¨ªa Bernal, Jeffrey Dean Morgan, Alondra Hidalgo, Diego Cata?o.
G¨¦nero: thriller. M¨¦xico, 2015.
Duraci¨®n: 94 minutos.
En el a?o 1976, con Franco reci¨¦n muerto y variadas dictaduras latinoamericanas en pleno apogeo, el espa?ol Antonio Isasi-Isasmendi compuso El perro, pel¨ªcula minimalista sobre la persecuci¨®n de un animal a un convicto liberado de sus grilletes, que al mismo tiempo se configuraba como par¨¢bola pol¨ªtica y como rabiosa experiencia f¨ªsica de hostigamiento. Dos vertientes, la pol¨ªtica y la f¨ªsica, que tambi¨¦n pretende poseer la mexicana Desierto, segundo largometraje de Jon¨¢s Cuar¨®n, hijo de Alfonso, y coguionista de Gravity, de grandes semejanzas en su desarrollo con la pel¨ªcula de Isasi, aunque ambientada en la frontera entre EE UU y M¨¦xico, con (casi) dos personajes ¨²nicos en lucha desigual: un inmigrante con su mochila y un cazador de la frontera, un miliciano antiinmigraci¨®n con fusil telesc¨®pico y perro rabioso.
La pel¨ªcula de Cuar¨®n, de 2015, quiz¨¢ haya entrado en una nueva dimensi¨®n con el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales y sus promesas electorales, a¨²n en el alambre. Pero, m¨¢s all¨¢ de las implicaciones con la actualidad, Desierto se puede abordar desde dos perspectivas. Como thriller puramente f¨ªsico, como duelo anclado en un primitivismo casi mental, en la l¨ªnea de cimas de los a?os setenta como Deliverance, de John Boorman, o Perros de paja, de Sam Peckinpah, la propuesta es efectiva, est¨¢ rodada y montada con estilo y convicci¨®n, br¨ªo y brutal belleza. Sin embargo, en el aspecto social, incluso en el ¨¦tico, Cuar¨®n aporta apenas nada.
El clich¨¦ del cazador, del que solo conocemos su aspecto f¨ªsico y su entorno, bandera de la Uni¨®n en su camioneta, sombrero de cowboy, m¨²sica country en la radio, y poco m¨¢s de una frase lanzada al viento ("Esta es mi tierra"), nada aporta al desarrollo dram¨¢tico. Y en el asunto migratorio, su simplismo de blanco y negro la acaba acercando a la irrelevancia pol¨ªtica. Si se une todo ello, y se a?ade un cierto sentido del espect¨¢culo de la violencia, con balas resquebrajando cuerpos de inmigrantes con delectaci¨®n, la supuesta denuncia social queda, adem¨¢s de diluida, en entredicho. Y llega la gran pregunta: ?pero la intenci¨®n de la pel¨ªcula cu¨¢l era?
Babelia
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