Georges Pr¨ºtre, la m¨²sica como la vida

Georges Pr¨ºtre (Waziers, 14 de agosto de 1924 -Nav¨¦s, 4 de enero de 2017) sol¨ªa decir que la vida era una sinfon¨ªa que se compone nota tras nota, d¨ªa tras d¨ªa. La idea le sirvi¨® como t¨ªtulo para sus memorias que public¨® hace cuatro a?os en ?ditions ?criture. Una extensa conversaci¨®n con su hija, la fil¨®sofa y escritora Isabelle Pr¨ºtre Koch, como catarsis de la muerte de su hijo Jean-Reynald.

Pr¨ºtre culmin¨® su sinfon¨ªa vital el pasado mi¨¦rcoles. Ten¨ªa 92 a?os. La noticia de su fallecimiento la difundi¨® a trav¨¦s de un comunicado la Orquesta Sinf¨®nica de Viena, de la que era director honorario. El director franc¨¦s se refer¨ªa a ella como ¡°son ¨¨ternel fianc¨¦¡±. Se hab¨ªa despedido de sus m¨²sicos el pasado 12 de octubre con un emotivo concierto en la Sala Dorada del Musikverein que termin¨® con el famoso canc¨¢n de Orfeo en los infiernos, de Offenbach. Un final que era tambi¨¦n una vuelta al principio.

La carrera de Pr¨ºtre fue desde la opereta y la ¨®pera al concierto sinf¨®nico. Y de Par¨ªs a Viena. Formado en el Conservatoire de la capital francesa, donde estudi¨® con Maurice Durufl¨¦, comenz¨® su carrera como director y compositor de operetas (las firmaba con seud¨®nimo como Georges Dh¨¦rain) y en 1956 fue nombrado director de la Op¨¦ra-Comique de Par¨ªs. Entre 1959 y 1962 conoci¨® a Francis Poulenc, Maria Callas y Herbert von Karajan, que cambiaron su vida. Con Poulenc colabor¨® en el estreno de La voz humana y se convirti¨® en su principal int¨¦rprete. El compositor lo proclam¨® en una carta: ¡°Bendito sea el d¨ªa que naci¨® Georges Pr¨ºtre, mi director predilecto¡±.

En 1960 trabaj¨® con Maria Callas para grabar en Path¨¦-Marconi un disco de arias francesas. Comenzaron una estrecha colaboraci¨®n que se plasm¨® en varios recitales y en dos ¨®peras completas: Carmen, de Bizet (1964) y Tosca, de Puccini (1965) en EMI/Warner Classics. Pr¨ºtre siempre subray¨® la simplicidad y el talante humano de la diva grecoamericana. Incluso durante un concierto en Hamburgo en 1962 tuvo un despiste que Callas arregl¨® con gran profesionalidad. Pr¨ºtre lo reconoce en sus memorias: ¡°Cerr¨¦ los ojos escuchando a Maria y me olvid¨¦ de que era el director¡±.

Karajan le abri¨® las puertas de Viena. Primero en la ?pera Estatal en 1962, donde debut¨® con Capriccio, de Strauss. Despu¨¦s con la Sinf¨®nica de Viena y, a continuaci¨®n, con la Filarm¨®nica de la capital austriaca. De esa forma consolid¨® una exitosa carrera internacional como director de ¨®pera que hab¨ªa iniciado en Chicago en 1959 y en el Covent Garden de Londres en 1961. Siguieron apariciones en el Met de Nueva York (1964) y La Scala de Mil¨¢n (1965), pero tambi¨¦n una progresiva transformaci¨®n en director sinf¨®nico. Se plasm¨® en vinculaciones con orquestas (Royal Philharmonic, Sinf¨®nica de Viena y Radio de Stuttgart) a excepci¨®n de un brev¨ªsimo periodo como director de la Op¨¦ra de Par¨ªs en 1970.

Su discograf¨ªa incluye unos cien registros, entre los que cabe destacar sus grabaciones de obras de Poulenc y de varias ¨®peras, en especial francesas como una cl¨¢sica Sans¨®n y Dalila, de Saint-Sa?ns, en EMI/Warner Classics (1962). Su estilo interpretativo era rom¨¢ntico y en¨¦rgico, con una combinaci¨®n de tempi ligeros y un suculento manejo del rubato. Exquisito en los planos sonoros y predisposici¨®n a la danza, que plasm¨® en La Valse, de Ravel, con tres grabaciones. Esas credenciales facilitaron un affaire tard¨ªo con la Filarm¨®nica de Viena, a la que dirigi¨® en los Conciertos de A?o Nuevo de 2008 y 2010.