Obras de arte valoradas en millones duermen ocultas en puertos francos
Un limbo fiscal permite a gigantescos almacenes como los de Ginebra y Luxemburgo ocultar piezas para eludir impuestos
Los puertos francos son lugares donde agoniza la belleza. Da igual que semeje un asfixiante edificio negro y gris desplomado sobre el patio central de una c¨¢rcel. Ginebra. O proponga hechuras vanguardistas tejidas con vidrio u-glass (una de las pieles que recubre infinidad de museos). Luxemburgo. Hay algo que desasosiega. Quiz¨¢ saber que tras las alambradas, puertas de acero, guardias y pastores alemanes, en cajas, a 21? de temperatura y una humedad del 55%, se ocultan millones de obras de arte. Suficientes para construir un inmenso museo y un nuevo relato de la historia que cambiar¨ªa nuestro entendimiento del pasado y nuestra relaci¨®n con el presente.
Esos puertos varados en tierra son gigantescos almacenes que los multimillonarios utilizan para guardar oro, vino, antig¨¹edades o arte sin pagar impuestos. La mercanc¨ªa est¨¢ t¨¦cnicamente en tr¨¢nsito y en este limbo fiscal puede vivir durante d¨¦cadas.?Solo el puerto franco de Ginebra cobija m¨¢s de 1,2 millones de obras de arte, seg¨²n una exhaustiva informaci¨®n sobre el asunto que public¨® The New York Times. De hecho, se cree que guarda 1.000 piezas ¨²nicamente de Picasso. Aunque se sabe que hay cuadros de Klimt, El Greco, Rothko... El oligarca ruso Dmitry M. Rybolovlev llev¨® hasta all¨ª su colecci¨®n de 2.000 millones de euros, que incluye desde Les noces de Pierrette (1905), del genio cubista, hasta un Salvator Mundi, la ¨²ltima obra atribuida a Leonardo da Vinci. Pero ya no est¨¢n. Tras denunciar a su antiguo asesor, Yves Bouvier, conocido como ¡°el rey de los puertos francos¡±, por presunto fraude, las piezas andan ¡ªacorde con el diario estadounidense¡ª en Chipre. Y junto al rechazo moral que provoca ocultar un patrimonio que deber¨ªa compartir toda la humanidad se a?ade la elusi¨®n fiscal y el blanqueo. ?Se han convertido estos espacios en una franquicia de lo il¨ªcito?
"Siempre aconsejo a mis clientes que se mantengan alejados de los puertos francos. B¨¢sicamente lavan dinero de la manera m¨¢s limpia y refinada. Y si no lo blanquean, intentan eludir el pago de impuestos, que es otra variante del lavado", critica Todd Levin, presidente de la consultora de arte Levin Art Group. Esta es la mala reputaci¨®n que, como el alquitr¨¢n, se pega a estos contenedores de lujo y contra la que David Arendt, director general del puerto franco de Luxemburgo, alza la voz. "Todos los bienes que entran y salen hay que declararlos en los servicios aduaneros, que comprueban en los ficheros de la Interpol, y de otras polic¨ªas internacionales, que esas obras no son robadas o expoliadas¡±.
Desde este a?o, Suiza ha prohibido las transacciones en met¨¢lico que superen los 100.000 francos suizos (91.500 euros). Los pagos por encima de esa (elevada) cantidad tienen que efectuarse con tarjeta de cr¨¦dito, con lo que el dinero il¨ªcito deja rastro. Adem¨¢s, los clientes del puerto ginebrino deber¨¢n permitir inspecciones adicionales de cualquier pieza arqueol¨®gica que guarden. Hace dos a?os los carabinieri (polic¨ªa italiana) descubrieron en ese puerto dos rar¨ªsimos sarc¨®fagos etruscos y 45 piezas arqueol¨®gicas expoliadas, envueltas en papel de peri¨®dico de los a?os setenta.
Lavado de dinero
Pero no solo codician tiempo y opacidad, sino tambi¨¦n consumen fondos p¨²blicos. Parte al menos de los salarios de los agentes de aduanas del puerto de Ginebra se sustentan con impuestos. Y eso escuece. ¡°Si el arte es almacenado en una cueva protegida por recursos humanos e infraestructuras pagadas por los contribuyentes, y si la propiedad no se puede saber debido al uso de estructuras off shore o similares, entonces existe un campo f¨¦rtil para el lavado de dinero, el tr¨¢fico ilegal de arte, el fraude fiscal y abusos similares. Una parasitaria industria de intermediarios est¨¢ ganando mucho dinero¡±, revela el abogado suizo Christophe Germann.
Aunque a veces lo parezca, el mercado del arte no es el Salvaje Oeste. Pero tampoco la c¨ªvica Suecia. Es un lugar, sobre todo, opaco. En junio del a?o pasado, Stiliano Ordilli, responsable de la Oficina Suiza de Blanqueo de Capitales, advirti¨® de que ¡°deber¨ªa haber una regulaci¨®n real del mercado, por lo menos para proteger a los marchantes honestos¡±. Incluso el reconocido economista Nouriel Roubini, profesor en la escuela de negocios Stern, de la Universidad de Nueva York, que colecciona desde hace a?os, ha defendido en el Foro de Davos la necesidad de una normativa m¨¢s estricta. Pero meter en vereda un mercado de 63.800 millones de d¨®lares es complejo. "El arte comercia con activos de gran valor y es m¨¢s sencillo subir un mir¨® de 10 millones de euros a un avi¨®n, y hacerlo desaparecer, que mover esa cantidad en billetes de 20", observa en su despacho de Madrid un especialista en transacciones financieras que pide no ser citado.
Ni por aire ni por tierra, nadie sabe cu¨¢nto dinero se blanquea a trav¨¦s del arte. Pero dado el estallido de los precios durante los ¨²ltimos a?os y la transformaci¨®n de maestros como Picasso, Pollock o Bacon en activos financieros, la cifra debe de ser alta. Solo se sabe que el lavado de dinero ¡ªseg¨²n la firma de servicios PwC¡ª consume entre el 2% y el 5% de la riqueza del mundo. De uno a dos billones de d¨®lares al a?o. Otro trabajo, este de la consultora Deloitte, pregunt¨® a los gestores de altos patrimonios por esta relaci¨®n y encontr¨® que el 56% ¡°sent¨ªa que el blanqueo era una seria amenaza para la credibilidad del mercado del arte¡±. Los casos del financiero Jho Low ¡ªcuya colecci¨®n est¨¢ investigada por presunta malversaci¨®n del fondo soberano de Malasia 1MDB¡ª y los papeles de Panam¨¢ ¡ªuna filtraci¨®n de 11,5 millones de documentos, que demostr¨® el uso de sociedades pantalla para ocultar monets, picassos y hirsts por decenas¡ª alertan de los lazos entre negrura y arte.
Algunos expertos ven una cuesti¨®n de oportunidad. ¡°Los criminales pueden escoger el arte por la falta de registros, el desconocimiento en las aduanas del valor real de las obras, la escasa vigilancia que existe en las transacciones art¨ªsticas y las opciones que ofrecen los para¨ªsos fiscales y las sociedades pantalla para ocultar al propietario de las piezas¡±, desgrana Andr¨¦s Knobel, abogado y consultor de Tax Justice Network. Una pelea contra la ingenier¨ªa financiera y los territorios insolidarios del planeta. ?Una batalla perdida? "Creo que la estricta regulaci¨®n contra el lavado de capitales de la industria financiera poco a poco empezar¨¢ a tener un efecto directo en el comercio del arte¡±, vaticina Anders Petterson, fundador de la consultora ArtTactic. Veremos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.