Solo Keith Jarrett

Un lema muy recurrente a la hora de afrontar la interpretaci¨®n musical definitiva es ¡°Toca como si fuese el ¨²ltimo d¨ªa de tu vida¡±. En A Multitude of Angels, el t¨®pico se hace realidad y nos muestra a un Keith Jarrett sublime, batallando con su propia condici¨®n f¨ªsica y entreg¨¢ndose al m¨¢ximo como si estuviese dando, precisamente, el ¨²ltimo concierto de su vida. Y as¨ª es: los cuatro monumentales recitales que componen esta caja podr¨ªan haber sido las ¨²ltimas grabaciones de Keith Jarrett. Afortunadamente, al final solo resultaron ser las ¨²ltimas de una etapa, y de la faceta m¨¢s importante y representativa del pianista, la misma que le llev¨® a la cumbre con el legendario The K?ln Concert, que lo coloc¨® en la historia del ?jazz y de la m¨²sica pian¨ªstica.

A finales de 1996, Keith Jarrett estaba aterrado. Una enfermedad ¡ªsin diagnosticar en aquel momento¡ª amenazaba muy seriamente no solo con entorpecer su carrera, sino con truncarla definitivamente. Es dif¨ªcil imaginar el impacto de la idea de no poder continuar tocando en un m¨²sico como Jarrett, entregado desde el principio de su trayectoria a un compromiso total con su propio camino, un microuniverso herm¨¦tico y expansivo.

No nos equivoquemos: las excentricidades del pianista solo son un reflejo de su innegable genio. Hay pocos como Jarrett en la historia de la m¨²sica improvisada, y sus mejores interpretaciones bien merecen cualquier idiosincrasia, si esta sirve para generar el estado casi asc¨¦tico que impulsa al pianista a la concentraci¨®n y expresividad.

Grabado justo 20 a?os despu¨¦s de la tit¨¢nica caja Sun Bear Concerts, A Multitude of Angels ve la luz, probablemente no de forma casual, 20 a?os despu¨¦s de su grabaci¨®n. As¨ª, la obra se revela como la ¨²ltima y definitiva pieza del puzle Jarrett, la que da sentido al inevitable giro que tomaron sus interpretaciones en solitario a partir de la fat¨ªdica aparici¨®n del s¨ªndrome de fatiga cr¨®nica.

Estos cuatro conciertos, grabados la ¨²ltima semana de octubre de 1996, fueron los ¨²ltimos que Jarrett ofreci¨® sin interrupciones, desarrollando largas improvisaciones de m¨¢s de media hora en las que el pianista se sumerge en ideas, pasajes y diferentes estados de ¨¢nimo que alcanzan al oyente como nunca. La desesperaci¨®n contenida de Jarrett y el forcejeo con la flaqueza de su cuerpo se traducen en una entrega total, y la m¨²sica resultante se eleva pura y descarnada, sin filtros, consciente de su fragilidad y, al mismo tiempo, a hombros de ese ¨²ltimo esfuerzo que el pianista imaginaba en lo que sent¨ªa como una presunta despedida del instrumento.

Despu¨¦s de estos conciertos, Ja?rrett se retir¨® durante m¨¢s de dos a?os para diagnosticar su enfermedad y aprender a vivir con ella. Cuando regres¨®, lo hizo siendo el mismo pianista genial, aunque diferente en algunos aspectos. Lo que qued¨® atr¨¢s est¨¢ contenido, mejor que en ninguna grabaci¨®n anterior, en estas casi cinco horas de m¨²sica. No solo por el elemento hist¨®rico, sino en cuanto a interpretaci¨®n y creatividad, podemos afirmar que A Multitude of Angels compila lo m¨¢s imponente que el pianista ha grabado en solitario en toda su carrera. Probablemente porque, en aquel momento, le iba la vida en ello. Literalmente.

Keith Jarrett. A Multitude of Angels. ECM/Distrijazz. 4CD