¡®Una serie de catastr¨®ficas desdichas¡¯: Los finales felices no existen

En Una serie de catastr¨®ficas desdichas, si es que el t¨ªtulo ya lo advierte, no es que quisi¨¦ramos ponernos agoreros nosotros, se habla de la triste historia de los hu¨¦rfanos hermanos Baudelaire y su espeluznante t¨ªo Olaf, un conde de m¨²ltiples caras (m¨¢s bien disfraces desastrosos) que quiere hacerse con la fortuna familiar, matando incluso si hace falta. La serie est¨¢ basada en los libros firmados por Lemony Snicket, seud¨®nimo del escritor Daniel Handler (tambi¨¦n productor de la serie). La ficci¨®n adaptar¨¢ los 13 libros de Snicket ¡ªpublicados entre 1999 y 2006¡ª durante tres temporadas, a dos cap¨ªtulos por libro.

Los ocho episodios de la primera entrega fueron grabados casi al completo en interiores en los nuevos e imponentes estudios Ironwood de Vancouver, Canad¨¢, en la primavera de 2016. Pasear por sus siete escenarios, el mayor de ellos de 2300 metros cuadrados, y hablar con sus responsables es como ver c¨®modamente los extras de una edici¨®n de lujo de un DVD. T¨¦cnicos de efectos especiales, maquilladoras, directores de arte, productores y actores explican su trabajo. Huele a madera, pintura y serr¨ªn. Cuando un decorado ya no va a volver a ser usado se destroza para hacer sitio al siguiente. El d¨ªa que EL PA?S visita el rodaje, invitados por Netflix, se puede caminar por el interior de las casas de acogida por las que tendr¨¢n que pasar los Baudelaire, el camarote de un barco, el interior de una c¨¢mara acorazada de un banco y un molino. El traj¨ªn de trabajadores que van de un set a otro o que pasan por el taller de utiler¨ªa, por el de construcci¨®n o el de pintura es constante. Se escuchan sierras, martillazos y m¨¢quinas.

Aparece para la entrevista Neil Patrick Harris (Albuquerque, EE UU, 1973). Va camino de la caravana de maquillaje ¡ªhoy al conde Olaf le toca disfrazarse de Stefano, un supuesto herpet¨®logo de larga barba, gafas de culo de vaso y calvo¡ª , pero prefiere parar primero a hablar con los periodistas. Lleva una boina que esconde una cabeza totalmente pelada. "Quer¨ªa ser fiel al material original lo m¨¢s posible. No le¨ª los libros cuando salieron y no s¨¦ por qu¨¦, son incre¨ªbles. Yo tiro hacia lo sard¨®nico y al humor que muerde, y lo que Daniel Handler ha escrito es absolutamente hilarante y muy espec¨ªfico en su estilo, casi tipo Edward Gorey".

Al recordarle a Harris la pel¨ªcula de 2004 de Jim Carrey, el actor deja claro que no la vio hasta despu¨¦s de empezar a rodar la serie: "No quer¨ªa que me influyera lo que quer¨ªa conseguir y al mismo tiempo no quer¨ªa sentir que tomaba decisiones solo para ser diferente de lo que hizo Carrey. Lo ¨²nico por lo que me he preocupado es que los disfraces de Olaf no se parezcan a los que eligieron para la pel¨ªcula", cuenta el actor. "Carrey tiene su propio estilo de actuaci¨®n y yo trato de ser lo m¨¢s respetuoso posible al texto que escribi¨® Daniel". Para lograr su propio Olaf, un personaje tenebroso y rid¨ªculo a ratos, el int¨¦rprete revela sus inspiraciones: "Mucho de [el actor] Alan Rickman, con esa voz, bastante del Jack Nicholson de El resplandor, un poquito de Willie Coyote y en general de un asesino en serie".

Tras la hora de la comida, toca asistir a la grabaci¨®n de una escena con Harris y los dos ni?os mayores protagonistas, Malina Weissman (Violet) y Louis Hynes (Klaus). Como ocurre en estos casos, es un proceso tedioso en el que se repite una y otra vez lo mismo para obtener la mejor toma posible y desde diferentes ¨¢ngulos. La grabaci¨®n sirve para fijarse en que todos los decorados tienen hasta el ¨²ltimo detalle perfectamente recreado, como el reptilario del t¨ªo Monty, un peque?o palacio de cristal lleno de libros, jaulas y objetos tribales de todo el mundo. Seg¨²n explica Dan Hermansen, uno de los directores de arte, cada libro, peri¨®dico o dibujo que aparece en pantalla es original, no pueden usar objetos reales por cuestiones de derechos. Como es habitual en este tipo de producciones, gran parte de los muebles usados han sido comprados por Internet o en subastas.

Ya que es una serie enfocada al p¨²blico infantil y juvenil y a aquellos que no quieren crecer, pens¨¢bamos haber terminado este reportaje con algo feliz, pero es imposible. Tengan en cuenta que uno de sus protagonistas es un asesino y que trata de matar a tres ni?os. Eso s¨ª, muy inteligentes e ingeniosos. As¨ª se justifica Harris: "He rodado dos pel¨ªculas de los Pitufos, que claramente eran para ni?os, y entonces me preocup¨® que los padres fueran a maldecir mi nombre despu¨¦s de verlas demasiadas veces, porque el humor estaba destinado para los m¨¢s peque?os. En esta serie el humor est¨¢ destinado a gente m¨¢s mayor. Como el Conde Olaf estoy activamente tratando de matar a ni?os. A ver c¨®mo reaccionan a eso". Pero igual, acongojados lectores, si han llegado hasta aqu¨ª, al menos se animan a acompa?ar a los pobres Baudelaire en sus desventuras.

"Los adultos son unos in¨²tiles"

El cineasta Barry Sonnenfeld (Nueva York, 1953) es un torbellino de simpat¨ªa y profesionalidad. Aparece en la entrevista en Vancouver sin previo aviso y lo primero que hace es mover a un periodista de sitio para que la luz de la ventana no le d¨¦ directamente en los ojos. Lleva un sombrero de vaquero y nunca se sabe cu¨¢ndo habla en serio y cuando en broma. El director de pel¨ªculas como La familia Adams o Men in Black es el encargado de que Una serie de catastr¨®ficas desdichas salga adelante de una forma coherente. Ya trat¨® de hacer lo mismo con la pel¨ªcula, pero le echaron.

Ahora ha conseguido retomar uno de sus proyectos so?ados, adaptar los libros de Lemony Snicket a su manera, con la visi¨®n de un ni?o de 63 a?os: "Los adultos aman leer tanto los libros a sus hijos como a los ni?os les encanta escucharlos. Casi todo lo que he hecho est¨¢ dirigido a adultos y ni?os". "Lo que me gusta de esta historia es que todos los adultos est¨¢n entre los hechos, ya tengan buenas intenciones, como el Sr. Poe, o si son malvados, como el conde Olaf, todos son in¨²tiles por igual y solo los ni?os son capaces y maravillosos", concluye el cineasta.

Junto a Sonnenfeld hay otro nombre importante, el del dise?ador de producci¨®n Bo Welch, conocido por sus trabajos con el director y por pel¨ªculas como Bitelch¨²s, Eduardo Manostijeras o Thor. Welch dirige tambi¨¦n dos de los episodios. "El mundo que ha creado es extraordinario y precioso, muy controlado en cuanto a las paletas y a la vez divertido", cuenta Sonnenfeld. En el reparto de la serie tambi¨¦n hay nombres conocidos como Catherine O'Hara (que ya apareci¨® en la pel¨ªcula haciendo otro personaje), Alfre Woodard, Aasif Mandvi, Todd Freeman o Joan Cusack.